Obras son amores y no buenas razones: El testimonio de vida de Mons. Rey
El día del apóstol y evangelista San Mateo del año 1952 nacía el pequeño Dominique de una modesta familia (su padre era tipógrafo) en Saint-Etienne, una ciudad relativamente pequeña de la región del Loira en las cercanías de Lyon. En Saint-Etienne transcurrió su infancia y adolescencia, realizando allí sus estudios primarios y secundarios. Pero fue en la Universidad de Lyon donde se licenció en Economía Política, doctorándose más tarde en Economía Fiscal en Clermont-Ferrand. Finalizados brillantemente sus estudios, se traslada a Paris en 1976 donde durante tres años ejercerá como inspector fiscal en la Dirección General de Impuestos del Ministerio de Finanzas y en la Seguridad Social (Direction de la Prévisión).
En aquel mismo año, nacida de la experiencia de un grupo de oración de la Renovación Carismática cuatro años antes, se funda la Comunidad del Emmanuel cuyas principales referencias giran en torno a la adoración eucarística, la devoción mariana, las monumentales figuras de Santa Teresita de Lisieux y San Vicente de Paúl, así como el ardor por la Evangelización a partir de la alabanza y la docilidad a los dones del Espíritu Santo. El joven inspector Dominique entra en contacto con ellos y después de tres años de fuerte vivencia cristiana y discernimiento vocacional, deja como Mateo el banco de los impuestos (tellonium) y se pone a seguir al Señor más de cerca. Cinco años más tarde y después de licenciarse en Teología y obtener un diploma en derecho canónico en el Instituto Católico de Paris, se ordena como sacerdote al servicio de la Archidiócesis de Paris y la Comunidad del Emmanuel el 23 de junio de 1984.

Tiene la Camorra su corazón en el triangulo formado por Casal di Príncipe, San Cipriano d´Aversa y Casapesenna, las tres en provincia y diócesis de Aversa. Pero la caída del capo de los Casalesi, Michele Zagarìa, arrestado hace apenas unos días en Casapesenna ha sido un golpe durísimo para todo el clan.
Nadie lo desconoce. Y todo el mundo coincide en lo apropiado del apelativo. Sistach es casi único en su especie. Como el Ave Fénix. Es cierto que su salud, aunque aparentemente de hierro, empieza a dar muestras de deterioro. Y es natural y comprensible. No sabemos por tanto, por qué trata de camuflar sus cada vez más frecuentes visitas al médico. Será para evitar la rumorología, como hacen los grandes de este mundo, y con ella un tajo final a sus proyectos.
He dudado hasta el último minuto si escribir o no este artículo. No querría hablar más de Sor Teresa Forcades. Ni siquiera después del último programa del espacio “El convidat” que conduce Albert Om en TV3. Y no hubiera deseado hacerlo porque hablar de ella, por una parte provoca escándalo y por otra alimenta el marketing de su icono: la nueva Casaldáliga del progresismo catalán.
“Chacun d´entre nous est venu pour dire