La otra cara de Manresa, Sor Lucía Caram suma y sigue
Manresa se ha convertido estos días en un centro de esperanza para la Iglesia católica en Cataluña. El Congreso sobre la Nueva Evangelización que se ha celebrado en esta ciudad ha sido un verdadero éxito, se han desbordado todas las previsiones y cientos de sacerdotes, religiosos y seglares, mayoritariamente jóvenes acudieron a la llamada de los también "jóvenes" obispos Don Romà Casanovas y Don Xavier Novell, con el deseo de apostar por nuevas formas de Evangelización que rompan con la dinámica suicida que hasta ahora ha seguido una buena parte de la Iglesia catalana. Y ese modelo no es otro que el de Monseñor Dominique Rey y el de tantos otros obispos valientes que han optado por la renovación y por el apoyo a los movimientos evangelizadores verdaderamente católicos.
Contrasta esta ilusión y este deseo de cambio en positivo con los que se enrocan en posturas totalmente fracasadas, y que se niegan a aceptar los nuevos tiempos para la Iglesia, poniendo todo tipo de barreras a la renovación eclesial. Son aquellos que ni hacen ni dejan hacer, mientras la Iglesia agoniza en aquellos lugares o instituciones confiados a este tipo de personas o grupos "progresistas" que todavía campan por nuestras tierras, aunque estén en clara decadencia, por sus edades avanzadas y por la falta de recambios.

Este año n.s.b.a. cardenal Martínez Sistach acudió a Madrid, a la Misa de las Familias, sin ningún suspense, como algo normal, como tiene que ser. Quedan atrás los tiempos en que nuestro pastor diocesano se ausentaba con las excusas más inverosímiles o de mal pagador, como aquella de que estaba resfriado (cuando al día siguiente todo el mundo pudo verle sin ninguna secuela de aquel repentino y simulado catarro). O cuando el mismo cardenal organizaba en Barcelona un acto paralelo el mismo día y a la misma hora para tener la excusa perfecta para no ir al de Madrid. Eran tiempos distintos, en Cataluña se respiraba un ambiente crispado por parte del nacionalismo hacia sus eminencias los cardenales Rouco y Cañizares, y el cardenal Sistach no podía alinearse con semejantes personajes, sin el riesgo de quedar muy mal ante sus amigos políticos y ante su clero nacionalista.
Xavier Morlans con su inseparable guitarra
El pasado jueves la basílica de la Sagrada Familia se iluminó de rojo por primera vez, conjuntamente con otros 22 edificios emblemáticos de Barcelona como muestra de apoyo en la lucha contra el SIDA. No voy a criticar el hecho en sí, pero si que voy a plantear las siguientes preguntas: ¿Sólo ante el SIDA?, ¿No debería ser la Sagrada Familia un símbolo de otras causas mucho más católicas? ¿No debería por ejemplo defenderse la causa de la Familia en un templo que lleva precisamente el nombre de la Sagrada Familia?. Y no me refiero únicamente en el interior del templo con celebraciones que no van a aparecer en ningún medio de comunicación sino en su exterior que es reclamo universal y una pantalla fantástica para que en todo el mundo se hable de ello.
El señor que aparece a la derecha de la fotografía no es otro que el Rvdo. Antoni Matabosch Soler, amigo personal de toda la vida de n.s.b.a. cardenal Martínez Sistach, que junto con el Rvdo. Josep Maria Turull son los hombres de máxima confianza de nuestro arzobispo en Barcelona, también comparten el abusivo número de cargos eclesiásticos que acaparan tanto el uno como el otro, como muestra clara de la confianza que el cardenal tiene en sus personas. Entre estos cargos y responsabilidades otorgados al Rvdo. Matabosch últimamente ha destacado el de responsable de la exposición sobre Gaudí en Roma, cargo compartido con el expresidente del parlamento catalán (CiU) Joan Rigol (en la fotografía entre Matabosch y Sistach). Aunque en Roma se ha visto al Rvdo. Matabosch vistiendo como sacerdote, es sabido que en Barcelona jamás utiliza vestimenta eclesiástica, incluso en ruedas de prensa y en actos oficiales de la diócesis aparece con traje y corbata (de marca, tiene que notarse que es de buena familia). Una forma de vestir que también ha impuesto a su segundo de a bordo en la delegación de economía, el también sacerdote Rvdo. Ramon Batlle. 




