Capítulo 2º: La señal de la cruz
También la señal de la cruz, si bien de un modo menos esencial, va estrechamente unida a la colación de todos los sacramentos. Lo notaba ya San Agustín: con la señal de la cruz se consagra el cuerpo de Señor, se santifica la fuente bautismal, se ordenan los sacerdotes y los demás ministros; se consagra, en suma, todo lo que con la invocación del nombre de Cristo debe hacerse santo. Deja esto suponer una tradición litúrgica antiquísima. En efecto, los Hechos gnósticos de San Juan, de Santo Tomás, de San Pedro, en el siglo II, aluden claramente a esto. In tuo nomine — dicen estos últimos, dando a entender que el gesto debía tener también su propia fórmula — mox lotus et signatus est sancto tuo signo . Tertuliano alude a este mismo gesto, echando en cara al mitraísmo sus adulteraciones de la liturgia cristiana. Mithra signat illis in frontibus milites saos . Los cristianos, sin embargo, solían persignarse en la frente contra las tentaciones del demonio, como leemos en la Traditio : Signo frontem tuam signo crucis, ad vincendum Satanam .

Esta frase es de Federico Jiménez Losantos, agnóstico donde los haya, la bestia negra de nuestro nunca suficientemente bienamado Cardenal Martínez. Hasta en esto tenían que chocar, hasta en la valoración de la liturgia. El agnóstico antinacionalista conservador, reclama la misa en latín y la liturgia tradicional. El devoto y eminentísimo cardenal nacionalprogresista está por la liturgia light-kumbayá populista. ¡Qué contraste!, ¿no?
La Casa de Santiago es uno de los grupos más peligrosos del obispado de Barcelona. Nitroglicerina pura. Especialista en sembrar minas eclesiales, su labor es como la del rey Midas pero al revés. Todo lo que toca acaba saltando por los aires. A los escándalos de la Casa en Sant Jeroni de la Murtra que obligaron a su clausura o al desplome de ventas de Catalunya Cristiana desde que está a su cargo Jaume Aymar, entre otros ejemplos, se ha sumado el pollo de verano que le ha montado a Sistach el actual párroco de la parroquia de la Mare de Déu de Montserrat de Mataró.
Para cerrar esta sección de anécdotas de verano, incluyo este último capítulo que no es de verano y tampoco lo he vivido personalmente, me lo ha explicado un sacerdote de total confianza, pero he creído que valía la pena citarlo en esta sección ya que el protagonista no es otro que n.s.b.a. cardenal LLuís Martínez Sistach.
Conocida la proverbial gandulería del nacional-progresismo catalán y ante la más que manifiesta falta de ideas y exigua capacidad intelectual de todos ellos, que con los años se han quedado en cuadro, Gérminans queriéndoles facilitar la tarea, pone a su alcance la plantilla para el manifiesto contra el nombramiento del nuevo Arzobispo y de esta manera ir ganando tiempo ahorrándoles muchas reuniones y asambleas previas .