En defensa de Benedicto XVI, ante las burlas de TV3
Hemos recibido de la Asociación Jóvenes de San José la carta que adjuntamos, solicitándonos su publicación. Gérminans Germinabit ve con simpatía y esperanza que la juventud emprenda iniciativas y asuma responsabilidades, por lo que siempre nos encontrarán dispuestos a escucharles y ayudarles. 
EN DEFENSA DE BENEDICTO XVI
Los Jóvenes de San José hemos iniciado una campaña en defensa del Santo Padre, que está siendo víctima de injurias totalmente gratuitas e injustificadas en los medios de comunicación, especialmente en la cadena de televisión pública TV3.
Nos sirve de estímulo el ejemplo del Rev. Nick Donnelly, el cual a raíz de la anunciada e histórica visita de Benedicto XVI a Inglaterra, desarrolló un gran movimiento en defensa del Santo Padre, contra todos aquellos que no hacían más que hablar de lo inconveniente que resultaba la visita de este Papa a su país. Su propuesta se plasmó en un sitio web que todos podemos visitar: www.protectthepope.com, y en el cual podemos ver reflejada la valentía de este hombre.

 Soy uno de tantos católicos de a pie, que hace mucho tiempo que estoy escandalizado con el "caso Pousa", es inconcebible que un sacerdote que dice que ha pagado abortos siga ejerciendo su ministerio como si nada, y nuestro arzobispo mirando para otro lado para no tener complicaciones, algo que hace muy habitualmente en tantas situaciones anómalas y escandalosas que suceden en nuestra diócesis. Pero esta forma de actuar, acaba volviéndose contra el cardenal Sistach como un boomerang, no se puede ocultar la cabeza como un avestruz, porque los problemas no se van sólos y vuelven a aparecer al cabo de un tiempo. 

En este martes de Carnaval y a pocas horas de empezar la seria y estricta Cuaresma, planteamos una pregunta a nuestros lectores para que aprovechen estos momentos aún de euforia y alegría antes de que recibamos la ceniza en nuestras cabezas. 
 Dicen las malas lenguas del clero barcelonés que el cardenal Martínez Sistach logró su objetivo de no tener auxiliar. Efectivamente: el obispo Taltavull no auxilia al residencial, puesto que éste no le delega nada. El nombramiento del prelado menorquín trae causa de uno de los episodios más tristes de la archidiócesis barcelonesa: el fallecimiento del obispo Carrera, tres años después de haber presentado su renuncia al cargo, que no fue aceptada por el empeño de Sistach en nombrar a Turull o quedarse sin auxiliar. Tras la muerte del bisbe Joan , las prisas por obtener un sustituto propiciaron la designación de Taltavull. El auxiliar que no quería Sistach. Desde entonces se ha convertido en un obispo absolutamente ninguneado, convertido en un burocrático vicario general. La marginación ha sido tan evidente que ni tan siquiera se le guardó una estancia en el palacio episcopal, debiendo residir en el geriátrico sacerdotal de San José Oriol. No solo eso, sino que tampoco se le encomiendan confirmaciones directamente y solo administra aquellas para las que es llamado personalmente por algún sacerdote. A los que siempre contesta que acudirá, si el cardenal no le dispone otra misión. 




