Por qué necesitamos Democracia Cristiana y no partidos católicos (II)
La existencia de los partidos políticos es en sí misma lícita y honesta en cuando sus doctrinas y sus actos no se opongan a la Religión y a la moral , pero a la Iglesia no se le debe ninguna manera , identificar o confundir con algunos de ellos , ni se puede pretender que ella intervenga en los intereses y controversias de los partidos para favorecer a unos con preferencia a otros. (…)
No es lícito a nadie acusar o combatir como si fueran católicos no verdaderos o no buenos a quienes por legítimo motivo, con recto fin, sin abandonar nunca la defensa de los principios de la Iglesia , quieren pertenecer y pertenecen a los partidos políticos hasta ahora existentes en España. (…)
Para evitar mejor cualquier idea inexacta en el uso y aplicación de la palabra" liberalismo " hay que tener siempre presente la doctrina de León XIII en la Encíclica " Libertas", del 20 de junio de 1888, así como las importantes instrucciones comunicadas de orden del mismo Pontífice, por el eminentísimo Cardenal Rampolla, secretario de Estado, al Arzobispo de Bogotá y a los demás Obispos de Colombia en la Letra "Pluri e Columbia", del 6 de abril de 1900 donde, entre otras cosas, se lee: "En esta materia hay que tener a la vista lo que la Suprema Congregación del Santo Oficio hizo saber a los Obispos de Canadá el día 29 de agosto de 1877, es decir: que la Iglesia al condenar el liberalismo no ha intentado condenar todos y cada uno de los partidos políticos que acaso se llaman liberales. (…)

Existen católicos españoles, muy voluntariosos y seguramente mejores personas que éste que escribe, que cuando hablan de Política es para ponerse a temblar.
Cardenal Pierre de Bérulle
Mª de la Encarnación Avrillot
La pregunta explicitada de otra manera es esta: ¿acaso la contrarreforma tridentina no contempló el papel de apóstoles de los laicos, pues se trata de una novedad del Concilio Vaticano II prefigurada por la aparición de la Acción Católica contemporánea a finales del siglo XIX? Voy a tratar de responder desmenuzando la historia.
1-Si al jansenismo se le imputa el desmantelamiento conceptual del absolutismo sagrado, ¿fueron sus enemigos más acérrimos, los jesuitas, los constructores conceptuales del absolutismo monárquico sagrado? 




