Diversos tipos de celebración de la Misa Tradicional
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Algunos sacerdotes de diversos lugares del mundo, la mayoría jóvenes, también de Cataluña, ilusionados con comenzar en su parroquia o comunidad algún tipo de celebración pública de la Misa en la forma extraordinaria, más allá de las misas privadas en las que poco a poco se han ido iniciando, me preguntan qué tipos de celebración pueden llevar a cabo y cual es el más aconsejable para las diversas condiciones pastorales de sus comunidades.
Están deseosos de llevar esa forma litúrgica al pueblo y descubrírsela como ellos la han descubierto. Tienen miedo de que los fieles sean incapaces de comprender rectamente los ritos y las ceremonias y que les resulte “infructuosa” la celebración. Más allá de insistir que aunque todos los ritos les resultasen oscuros e incomprensibles racionalmente no por ello su participación sería “infructuosa”, es decir sin fruto espiritual para sus almas, quiero reiterarles, siguiendo el pensamiento de Pío XII en la “Mediator Dei” que “el ingenio, el carácter y la índole de los hombres son tan variados y diferentes que no todos pueden ser igualmente impresionados y guiados por las oraciones o las acciones sagradas realizadas en común. Además las necesidades y disposiciones de las almas no son iguales en todos ni son siempre las mismas en cada persona”.


Una vez concluida la serie litúrgica que ha centrado nuestra atención durante el presente curso, detenida en un seguimiento pormenorizado de todos los pasos que nos llevaron a la reforma litúrgica del 69, muchos están convencidos que nunca existió precedente similar en la historia de la Iglesia.
A Josep Pla, ese gran genio que nuestra tierra ha regalado a la literatura contemporánea, le gustaba repetir a todos aquellos que lamentándose del estado de cosas buscaban referentes de rearme moral y espiritual: “¿Qué hacéis aquí? Id a Italia”. (Què feu aquí? Aneu a Italia.) Sin duda los años de exilio trascurridos en Roma, esperando el final de nuestra guerra, le abrieron los sentidos y el corazón a la cultura italiana e hicieron de él un enamorado del que, por antonomasia es conocido como “il Bel Paese”, en razón de su clima y de sus bellezas artísticas y naturales.
10. Plegarias Eucarísticas Especiales 