¡Viva la "Pepa"!

La Constitución [de Cádiz] era tan íntimamente hermanada con nuestra religión (1 parte)

Del 21 al 29 de julio de 1822 se celebró en la iglesia del convento de los dominicos de Santa Catalina de Barcelona una novena a fin de implorar de esta Sra. un feliz acierto a las armas nacionales [los liberales constitucionalistas], iluminación a los que, ciegos por sus pasiones, siembran en los pueblos la discordia y atizan el fuego de la rebelión, la unión y la paz que tanto deben reinar entre los católicos .

Según informa El Diario de Barcelona del 19 de julio de 1822, la novena fue organizada por algunos devotos liberales, [que] lastimándose de la sangre de sus semejantes ilusos vertida a causa de la seducción y del fanatismo, [desean] la unión y fraternidad que tanto inculcan las leyes de nuestra sabia Constitución y del Evangelio sagrado, [y por ello] dirigen sus votos a la soberana virgen del Rosario, consagrándole su piedad en un solemne novenario.

Esta información nos la proporciona Gaspar Feliu i Montfort en La clerecia catalana durant el trienni liberal , Barcelona, 1972 (p. 124), una de las pocas monografías, que se demarcaran de la simplificación, habitual en los medios escolares y periodísticos, que coloca siempre a la Iglesia y a los católicos en comunión con el Papa como contrarios al nacimiento y consolidación de los regímenes parlamentarios constitucionales contemporáneos.

Entre los nueve predicadores de la novena encontramos al fraile agustino de Igualada Fra Eudald Jaumeandreu y Triter (1744-1840), catedrático de Economía Política y de Constitución en la Junta de Comercio de Barcelona y autor de la oración fúnebre al famoso militar constitucionalista liberal Luís de Lacy en la exequias católicas que la Junta Patriótica de Barcelona le hizo celebrar el 1820 en Santa María del Mar.

Tal como comenta E rnest Lluch en El pensament econòmic a Catalunya, 1760-1840. Els orígens ideològics del proteccionisme i la presa de consciència de la burgesia catalana , Barcelona, 1973 (p. 261), Eudald Jaumeandreu fue autor de un Catecismo razonado o exposición de los artículos de la Constitución política de la Monarquía española.

Otro de los predicadores de la novena fue Fèlix Illes y Tor, natural de Mataró, presbítero al servicio de la catedral quien moriría como canónigo de Santa Anna de Barcelona. El año anterior fue el encargado del sermón del oficio religioso que conmemoró el primer aniversario de la nueva proclamación en 1820 de la Constitución de Cádiz en Barcelona. En 1823 pertenecía al claustro de la restaurada Universidad de Barcelona. Catedrático de Historia y de Elementos de Derecho Público Eclesiástico en la Facultad de Derecho, fue expulsado de la Universidad el 1840 cuando los progresistas llegaron al poder.

Gaspar Feliu destaca también la figura de otros eclesiásticos para nada enemigos de la Constitución de Cádiz (restaurada durante el Trienio Liberal 1820-1823). Entre ellos: el escolapio natural de Mataró y rector del colegio de San Antonio de Barcelona, Antón Ros y Mateu; los párrocos de Mataró e Igualada, miembros de las Juntas Patrióticas de sus respectivas poblaciones; o el dominico originario de la comarca de Vich Joan Viguer, quien fue catedrático de Universidad y encargado del sermón de la fiesta de traslado de imagen de la Virgen de Montserrat a Barcelona durante el Trienio Liberal para salvarla de manos de los carlistas (recordar que a los primeros liberales se les llamaba “els negres”, por el color de sus vestidos, y que tenían a la Virgen de Montserrat –“la moreneta”- una especial devoción).

Resulta curioso que tres de las poblaciones más levíticas de la Cataluña Central: Igualada, Mataró –una de las ciudades y puertos catalanes más cosmopolitas de aquel entonces- y Vich destaquen por su adhesión al primer constitucionalismo, el de la Constitución de Cádiz.

La emblemática ciudad de los Santos, la levítica Vich, fue después de Barcelona la segunda ciudad del Principado en sumarse en 1820 a la restauración de la Constitución de Cádiz.

Poseemos, para el caso de Mataró, una voluminosa monografía bastante desconocida, Ramon Reixach i Puig , Els orígens de la tradición política liberal catòlica a Catalunya. Mataró s.XVIII-XIX , 2008, donde se ilustra la actitud de este catolicismo catalán, constitucional sin dejar de ser ortodoxo en doctrina, muy mal tratado historiográficamente por unos y otros (ya que no puede ser acusado ni de “progresista o heterodoxo” ni de “integrista”). Tema a su vez ignorado y para ignorar, debido al escaso juego que da al nacionalismo catalanista. Solo el nacionalismo español puede meter alguna baza en el tema, aunque se le complica la cosa cuando se trata de Cataluña, pues los nietos de estos católicos constitucionales catalanes se incorporarán en bloque, junto a los tradicionalistas, a la Renaixença.

Según informa Reixach i Puig, quien toma como entrada a su libro la famosa frase en casa de los Mastai-Ferreti [Pío IX] hasta el gato es liberal , en Mataró el 20 de febrero de 1814 se proclamó oficialmente la Constitución, estando l’Església adornada i il·luminada, la qual Constitució la feren [hicieron] les Corts de Cádiz…i fou publicada el dia 19 de març de 1812.

Seis años después, cuando la Constitución de Cádiz pudo restaurarse en 1820, el clero secular y regular se sumó a la comitiva cívica que la proclamó oficialmente por las calles de la Ciudad el 12 de marzo. Cinco días más tarde, se celebró un gran oficio religioso en la Iglesia parroquial de Santa María donde se leyó por entero la Constitución desde el púlpito. Seguidamente el párroco Marià Sanabre predicó un sermón sobre la misma. Según las crónicas, se iluminó toda la Iglesia. Asistieron los nuevos concejales constitucionales de un Ayuntamiento que pagó los gastos aunque el Clero ho féu gratis [no quiso cobrar estipendio alguno] . Després de jurada se cantà el Te Deum amb música. S’acabà amb funció a tres quarts d’una …. Por la noche hubo iluminación general. Se dio aquel día comida a los pobres, a los presos y desterrados.

Los seglares

Reixach i Puig hace inventario de todos los alcaldes y concejales constitucionales locales del Trienio y sus familias buscando su participación o no en las cofradías y ordenes terceras parroquiales. La conclusión es abrumadora. Todos pueden considerarse, al menos por sus prácticas externas, de confesión católica y como católicos no “heterodoxos”. Pero aún hay más. Resulta que en muchos casos, los concejales pertenecen a familias especialmente “clericalizadas” (con muchos eclesiásticos en la prole) y implicadas de una manera muy activa en las cofradías, en los establecimientos caritativos de la Ciudad o en los grupos de seglares más afines a congregaciones religiosas como los escolapios o los carmelitas descalzos, comunidades presentes en la ciudad desde 1737 y 1588 respectivamente.

En 1822, en pleno Trienio Liberal, el alcalde constitucional de Mataró y abogado Joaquim Rafart i Soler se dirige al obispo, en nombre del Ayuntamiento, pidiendo que haga una excepción con la obligación cuaresmal de tapar con un telón las imágenes de los santos. Cercanos a la festividad de la Virgen de los Dolores, viernes anterior al Domingo de Ramos, el párroco Sanabre decide cumplir estrictamente con las normas litúrgicas. Se tapará con el telón el camarín de la Virgen de los Dolores incluso el día de su festividad pues cae en Cuaresma. La mediada provoca, en la muy liberal y no menos católica ciudad de Mataró, el revuelo general pues siempre se descubría la imagen en dicha festividad, ocasión en la que una multitud de fieles acudían a la célebre capilla pintada por el genio del barroco pictórica catalán Antoni Viladomat. Rafart, escribe al obispo, como autoridad y como hijo de los Dolores [congregante], de que me precio ser amante para que se solemnice la expresada fiesta de los Dolores como era habitual y evitar el disgusto general que ocasionaría la pretensión del párroco .

El clero secular y regular

El escolapio mataronés Anton Ros i Mateu, provincial en funciones de la Escuela Pía catalana durante el Trienio, mandaba durante el Trienio leer y explicar en nuestras escuelas la Constitución de la Monarquía Española, quedando fijados los martes y viernes no festivos para la lección del Catecismo Político de la Monarquía Española.

El padre fra Tomàs de Santa Teresa, el 25 de febrero de 1821, bendecía la bandera del primer batallón de la Milicia Nacional (liberal) de Mataró en una función cívica y religiosa en la parroquial de Santa María. Las palabras que pronunció llegaron a publicarse a impulsos del entusiasmo . En ellas defendió la confianza, la viveza y el conocimiento [que] los verdaderos derechos del hombre son las señas de identidad con que se distingue el Estado Liberal.

Al año siguiente el P. Tomàs de Santa Teresa participaría en la aludida novena en el convento dominico de Santa Catalina de Barcelona. Aquel mismo año escribía al célebre héroe de la Guerra de la Independencia, el general Francesc Milans del Bosch i Arquer, natural de San Vicente de Montalt, para ofrecerse gustoso a marchar con la columna de patriotas bajo el mando de V.E. para despreocupar con su predicación a los sencillos e incautos labradores de la seducción servil y anunciar las ventajas que les acarrea la sabia Constitución que felizmente nos rige. Si V.E. de digna admitir mi ofrecimiento al paso que me proporcionará un nuevo medio para patentizar mi amor al sistema y así tener el honor de hacer este servicio a mi pobre patria arruinada por la maquinación y el fanatismo .

Otro hermano de comunidad de Fray Tomàs, el carmelita descalzo del convento de Mataró P. Fra Josep de la Concepció , quien seria definidor provincial del orden en Cataluña, seria perseguido y detenido por constitucionalista acabada la experiencia liberal de 1820-1823.

Pero incluso el máximo responsable de la única parroquia de Mataró (aglutinaba unos más de 12.000 feligreses y 40 sacerdotes adscritos a su servicio) era un hombre en la línea de Pío VII, quien siendo obispo de Ímola, en el sermón de Navidad de 1797 expuso que la forma de gobierno democrático en manera alguna repugna al Evangelio; exige por el contrario todas las sublimes virtudes que no se aprenden más que en la escuela de Jesucristo. Sed buenos cristianos y seréis buenos demócratas .

Siguiendo la obra Els orígens de la tradición política liberal catòlica a Catalunya de Reixach i Puig encontramos incluso al párroco de la Ciudad, Marià Sanabre i Cendrós. Dicho sacerdote, en diciembre de 1822 pronuncia una conferencia en la Tertulia Patriótica (constitucionalista) mataronense, sociedad a la cual pertenecía. En su exposición de aquel día llegar a afirmar que la Constitución era tan íntimamente hermanada con nuestra religión, como lo manifiestan las leyes que en ella se establecen… lejos pues de nosotros los que se atrevan a decir que la Constitución es contraria a la Religión por que estos o no la han leído, o no han penetrado su espíritu , y animaba a los oyentes a explicarla al resto de sus conciudadanos que son libres, pero con sujeción a las leyes divinas y humanas, y que esta libertad jamás ha de declinar en libertinaje .

Guilhem de Maiança