La "Operación sobreático" y otros graves errores de cálculo de Sistach

A un mes vista en que n.s.b.a. cardenal Martínez Sistach tenga que presentar su preceptiva renuncia al Santo Padre al cumplir los 75 años, están a punto de finalizar los 8 años principales de pontificado de nuestro actual arzobispo, pendientes de la prórroga, que es siempre un periodo imprevisible y ciertamente de gran debilidad en la acción de gobierno de cualquier obispo. El señor cardenal está intranquilo y es que siendo un hombre extremadamente calculador está empezando a pensar que probablemente calculó mal sus alianzas en Roma y que esto se le puede poner en su contra en su prórroga al frente de la diócesis de Barcelona. Y es que tras la caída de toda una generación de obispos progresistas con la llegada del Beato Juan Pablo II a la sede de Pedro, el obispo Sistach optó por la linea "moderada" (o dicho de otra manera ni "chicha" ni "limoná") es decir alejarse del episcopado progresista (cuyo extremo sería su tocayo catalán Casaldáliga), pero tampoco simpatizar con la nueva generación de obispos considerados "conservadores", eso sería muy mal visto en Barcelona y no podía permitirse el lujo de ponerse en su contra a sus aliados del clero progresista catalán..

Con la llegada de Benedicto XVI como Sumo Pontífice, creyó que su postura le iba a dar grandes rendimientos sobre todo viendo que el mismísimo Secretario de Estado, S.E.R. el cardenal Tarcisio Bertone y algunos de los pesos pesados vaticanos ( Ravasi, Fisichella…) eran de su mismo estilo. Pero mientras cuidaba con mimo estas relaciones no se daba cuenta de que los obispos denominados "conservadores" cada vez eran más fuertes y numerosos, y que incluso nuestro Santo Padre iba formando una nueva generación de obispos a los que algunos denominan "Tradiconalistas", y que tenía en abundancia delante de sus mismas narices en el sur de Francia y en otros muchos lugares. Lourdes, en la persona de Monseñor Nicolás Brouwet es uno de los casos más claros y más recientes, una diócesis donde el antecesor (Monseñor Jacques Perrier, de linea más o menos sistachiana) sólo ha tenido dos miserables meses de prórroga.

Los rumores que llegan de Roma, sobre la más que probable caída de Bertone y su substitución por un cardenal más conservador del estilo de S.E.R. Angelo Scola, inquieta a nuestro cardenal barcelonés, en lo que ha sido uno de sus muchos errores de cálculo, porque hay unos cuantos.

En España hizo algo muy similar, el único cardenal de su mismo estilo con quien podía asociarse cuando él también obtuvo la púrpura cardenalicia fue con Don Carlos Amigo, se hicieron muy amigos (valga la redundancia) y formaron un cierto tándem desmarcándose claramente del otro tándem Rouco-Cañizares y ganándose la simpatía de los gobernantes zapateriles del momento. Pero cuando vió la caída estrepitosa de Amigo en Sevilla, al que le nombraron un coadjutor a un año vista de su renuncia, decidió cambiar radicalmente de estrategia, asociándose progresivamente con Rouco y Cañizares, participando en los actos en Madrid en defensa de la Familia de los que antes tanto se excusaba y aceptando incluso las criticas que por ello le iba a dispensar (con la boquita pequeña, porque un pacto es un pacto) el clero nacional-progresista barcelonés.

En Barcelona también se equivocó completamente de estrategia, él estaba convencido de que con quien tenía que pactar y a quien tenía que tener contento era al clero progresaurio, menospreció al otro clero, sobre todo al de las nuevas generaciones, a los movimientos más conservadores pero a la vez más numerosos y evangelizadores, a las asociaciones en defensa de la Vida y de la Familia… Creía que como eran conservadores estarían calladitos y nunca se atreverían a levantarle la voz, pero salió Germinans Germinabit, y aquella ingenuidad de un grupito de locos e inconscientes (nunca llegamos a pensar la que nos caería encima) revolucionó la vida diocesana de Barcelona, apareció luego el Rvdo. Custodio Ballester denunciando en Roma las practicas abortivas en hospitales de la Iglesia, Infocatólica hizo famoso al Rvdo. Manuel Pousa y así cada día nuestro cardenal se iba poniendo de los nervios por un movimiento u otro de los sectores más conservadores, incluyendo al ex-convergente Miró i Ardèvol.

La "Operación sobreático" es otro de los errores de cálculo de nuestro cardenal. Pensó que unos pobres sacerdotes ancianos, mermados de fuerzas, no moverían un dedo ante sus planes de reconvertir la Residencia Sacerdotal en un centro geriátrico de la Generalitat de Catalunya, tampoco se quejarían de las obras del sobreático donde se prepararía su futuro dorado gracias a las ayudas que obtendría del pacto con el Gobierno catalán. Pero los "viejitos" también le salieron respondones y Germinans se encargó de difundir sus planes. Como consecuencia de ello, se ha visto obligado a tirar atrás la mitad de su plan, pero sin dar la cara, quien ha tenido que ponerla para que se la partan es el pobre Don Sebastiá Taltavull a quien habrá que nombrarle en el futuro mártir de la Iglesia. No de las persecuciones romanas o bolcheviques, sino mártir de Sistach. Don Sebastià tuvo que dar la cara ante los residentes y explicarles que finalmente no se reconvertiría la residencia en Centro de la Generalitat, aunque de la otra parte, las obras para el "pisito" de su eminencia, aún no sabemos en que quedarán.

Antoninus Pius