Sin ánimo de dar coba: Muy de acuerdo con Novell

Las recientes declaraciones de Mons. Novell al periódico Regió7 no podían ser recibidas, en este inicio de año, con una mayor satisfacción y aprecio por todos y cada uno de los miembros de nuestra gran familia Germinans.

Y aunque el articulista parte de prejuicios que no se corresponden con exactitud a la realidad, como dar por cierto el hecho de ser un grupo conservador de oposición al cardenal Sistach, el obispo Novell muestra en sus respuestas una actitud muy juiciosa y ponderada.

Intuye que muchos de nuestros aplausos a su persona son abucheos al cardenal Sistach, y quiere desmarcarse de ello. Y hace muy bien. No se espera de él otra cosa que una lealtad con sus hermanos en el episcopado, sean estos los que sean y cómo sean. Sin embargo nuestra intención no es manipularlo al servicio de nuestros intereses. Nunca nada más lejos de nuestras intenciones. No somos tan ruines y mezquinos. Por nuestra parte deseamos obsequiarlo, a partir de hoy mismo, con una largo tiempo de sosiego mediático, silencio y ausencia de presiones, elementos todos tan necesarios para el cumplimiento de su ministerio episcopal.

El hecho de nombrarnos de una manera explícita aunque sea para aclarar que no conoce a sus miembros, cosa que es absolutamente cierta, es para nosotros muy importante. Novell es el primer obispo que no utiliza un circunloquio para referirse a nosotros en un medio de comunicación. Nos llama por nuestro nombre y nos reconoce como “grupo eclesial”. Ciertamente se siente molesto por la disidencia que expresamos. Nosotros también, se lo aseguramos. Que Germinans no debería existir somos nosotros los primeros en afirmarlo.

Sin embargo así como declara su malestar pero también confiesa aceptar las críticas “porque no todo lo hace bien”, con lo cual está sugiriendo de manera encriptada a nuestro n.s.b.a. Cardenal que tenga la valentía de hacer lo mismo: confesar la falibilidad de sus decisiones de gobierno y la absoluta necesidad de escuchar a los que piensan de manera diferente.

Y además apuesta por ser capaz de reflexionar sobre las propuestas juiciosas que se le hacen y llevarlas a la oración. Actitud de una humildad insólita en un obispo diocesano.

En una palabra, para combatir las críticas hay que hacer cosas positivas. No replegarse ni reprimir a la disidencia sino anunciarles futuras decisiones sorprendentes. Con más precisión: que ni le pueden encasillar ni den todo por hecho. Sabrá gobernar con decisiones nuevas e inesperadas. Y entre ellas, la llegada de nuevos movimientos o de vocaciones extradiocesanas. Alicientes y estímulos contra la rutina, el conformismo y la falta de entusiasmo. Esas también son parte de nuestras recetas, créanlo. Mejor imposible, Don Xavier. Y sin ánimo de usarlo, manipularlo, darle coba o enjabonarlo.

Monseñor Novell es un gran observador, y no sólo percibe el hecho de que en este tiempo de crisis y precariedad económica haya más gente que entre en las iglesias a poner velas aunque sin quedarse a misa y que es necesario partir de aquí para acompañar a los “alejados” hasta la cumbre de la vida cristiana.

Sabe reconocer que en este tiempo de dificultad hay que integrar más que segregar. Hay que contar con todos más que estigmatizar. Hay que ser capaz de reconocer fallos y apostar por la colaboración y el cambio. Hay que innovar más que utilizar recetas del pasado.

Desde el primer día hábil de este año 2011 recién iniciado, Germinans apuesta por ello. Don Xavier es “novell” pero no nos parece novato. Ojalá muchos lo emulen y se ponga a imitarle. Conservar, sólo lo esencial. Criticar, únicamente lo que se haga mal. Faltaría más.

Prudentius de Bárcino