Matabosch malvende el patrimonio de la Iglesia

Fitxer:Centre de Sant Pere Apòstol entrada.jpg Nuestro ecónomo diocesano y presidente de la subvencionada Fundació Joan Maragall, Mn. Antoni Matabosch está malvendiendo el patrimonio de la Iglesia barcelonesa muy por debajo de su precio real. Parece que hay prisas por hacer caja y cuando esto sucede se vende al precio que sea. ¿Que agujeros hay que tapar con tanta urgencia? ¿Tan desastrosa fue la gestión económica de la visita del Papa? ¿Tan mal van las cosas en esa delegación que el mismo subdelegado de la misma, el Sr. Antoni Bernades, nombrado a dedo por el propio Matabosch ha presentado su renuncia? Estas son algunas de las preguntas que nos hacemos a partir de los datos de los que disponemos que no son puras especulaciones sino cifras y hechos reales y demostrables.

Ayer miércoles 22 de diciembre, a las nueve en punto, mientras los niños de san Ildefonso empezaban a cantar los premios de la Lotería Nacional, Mn. Matabosch se encontraba en el Ayuntamiento de Barcelona, de donde iba a salir con premio seguro, aunque también con regalo incorporado al alcalde, por el bajo precio de la operación. En la sala Lluís Companys del recinto consistorial (Plaza San Miguel) se firmaba el contrato de venta por parte del Arzobispado de Barcelona, representado por el hombre de confianza del Sr. Cardenal y actual delegado de economía y el Sr. Ramon García Bragado, teniente de Alcalde del Ayuntamiento de Barcelona. El edificio en venta está en la Calle San Pere més Alt, número 25, y es conocido como el CENTRO SAN PEDRO APÓSTOL (en la fotografía). El precio final ha sido de 1.950.000 €.

El arzobispado de Barcelona como suele hacer en estos casos había pedido a una consultoría independiente una tasación del edificio para saber cuanto puede pedir al posible comprador. Esta tasación valoraba el edificio de Sant Pere més Alt en 3.500.000 €, bastante por encima del precio final, porque regalar más de 1.500.000€ (que casi son 250 millones de las antiguas pesetas) no es que sea un negocio demasiado redondo. Pero cuando hay necesidad de dinero contante y sonante suceden este tipo de cosas.

No es el único caso que nos ha llegado a nuestros oídos, también el edificio propiedad de la diócesis que se encontraba en la calle Vendrell número 7, se ha vendido a mitad del valor de su precio real. De esta manera el próximo arzobispo de Barcelona no sólo se va encontrar una diócesis hecha unos zorros a nivel eclesial sino también a nivel patrimonial y lo que es peor, malvendiendo patrimonio para tapar una mala gestión.

Gallus Anonymus