Contención del gasto, austeridad y un poco de vergüenza

Ignasi Garcia Clavel

Josep Maria Carbonell

El relevo político que, después de la holgada victoria de CiU, va a favorecer la alternancia política en la más alta institución catalana, va a encontrarse con graves problemas de liquidez. Financieramente insolvente o muy limitado, sin embargo el gobierno de Mas no puede llevar adelante otro tira y afloja con el Gobierno de España, en cuanto a financiación se refiere, que lesionaría gravemente la ya poca credibilidad y buena reputación que a Cataluña le queda después de estos siete años de Tripartito en el resto de España.

Y son muchas las políticas económicas y sociales que urgen en Cataluña si no queremos que el país se resquebraje. Al parecer el tripartito ha dejado la caja vacía. Era previsible. El continúo derroche y dispendio al que se acostumbró el Tripartito nos ha abocado al borde del colapso. Miren si no las enjundiosas subvenciones que el departamento de Vicepresidencia de Carod Rovira otorgó para el presente ejercicio. ¡Es para echar a correr!

Pues ahí están los 25.000.- eurakos concedidos al Cercle d´Estudis Conciliars, es decir, a la recién constituida fundación en la que Llisterri compadrea entre otros con el socialista Josep María Carbonell (Pipo), el famoso primer presidente de esa intentona represora y totalitarista que es el Consell Audiovisual de Catalunya. Y junto a ellos el heliotrópico Ignasi García Clavel, que girándose al sol que más calienta, pasó de director general de Asuntos Religiosos de la Generalitat durante la etapa convergente, a ser “ad latere” del comunista y Defensor del Pueblo catalán (Sindic de Greuges), Rafael Ribó, como coordinador del área de Seguridad Pública y Prisiones de la institución. Esta es la “mamella catalana”, la ubre de la que se nutre el portal de Llisterri (m.a.p.) a costa no sólo de nuestros impuestos, sino del sacrificio que estas copiosas y vergonzosas subvenciones imponen a las clases más desfavorecidas, privándolas de mayores recursos para la asistencia primaria y la formación, que les facilite el poder salir del socavón en el que ellos mismos nos han metido.

Y hasta el último día se aprovecharan de las tajadas, ahora últimas migajas, que el poder les ofrecía. Como el hasta ahora President del Parlament, el republicano Benach que el día después de las elecciones, sin el más mínimo rubor, ocupó su asiento en el Palco de la Tribuna del Camp Nou, durante el derby. Suerte que horas después la vergüenza le pudo y al parecer decidió dejar el ejercicio público de la política. A estripar terrosos! ( ¡A dar el callo!). Que no es otra cosa la que le deseamos a nuestro amigo Llisterri, cuando privo de subvención, tenga que ganarse el pan de sus hijos con el sudor de su frente, como todo hijo de vecino.

Porque para sus artículos y para las penosas intervenciones como las que a menudo realiza en los “Matins” de Josep Cuní y otros programas de TV3, tratando de no incomodar a nadie para no perder el rancho, mejor que plegue velas, renuncie a los enchufes y sea un poco más honesto consigo mismo. Se lo sugerimos con toda la caridad cristiana posible. Se les ha visto demasiado el plumero. Ahora no sabemos si tocará decencia, pero al menos, que se aplique contención, austeridad y se tenga un poquito de vergüenza. No heridas, hemorragias de la “Iglesia Catalana” es lo que son.

Prudentius de Bárcino