De Forcades consideranda

En relación a la aclaración sobre la posición sobre el aborto de sor Forcades hacer unas breves consideraciones:

1) La infidelidad al magisterio de la Iglesia ha quedado más que manifiesta en el programa, tanto que el entrevistador colaboró en aclararlo. No fue un tema discutido en una mesa redonda donde no la dejaran exponer con claridad su pensamiento; estuvo sola y con mucho tiempo.

2) Me parece bien expresar las dudas familiarmente en los ámbitos adecuados. Un plató, sin embargo, no parecería lo más conveniente. Más cuando se tiene un discurso que parece hecho para agradar al personal.

3) El derecho a la vida es un derecho fundamental más que absoluto. Es absoluto en el sentido que no es un mero derecho prima facie, es decir sobrepasable o excepcionable cada vez que consideraciones de utilidad, de interés o de bienestar se opongan a su vigencia. Es fundamental porque sin vida no hay otros derechos, ni siquiera el de autodeterminación. No es absoluto en el sentido de que dar la vida por otros es legítimo, como el martirio, etc.

4) ¿Cómo entiende Sor Forcades que un hijo viola el derecho de autodeterminación de la madre? No son derechos equiparables, porque violar la autodeterminación no es matar, ahora matando se impide la autodeterminación de quien todavía no la tiene.

5) Reiter, citado por Sor Forcades, concluye bien: el derecho a la vida prevalece al de autodeterminación. Notemos que el valor de la vida radica en el concepto de persona que tiene la antropología teológica, nos lo recuerda el amplio magisterio del siervo de Dios Juan Pablo II. No olvidemos que hay una corriente filosófica alemana que sostiene que la persona se define por la autodeterminación. Esta corriente acepta los abortos y la eutanasia.

6) Ahora bien, la monja benedictina, pregunta si esta preeminencia pueda ser impuesta desde fuera, situando así la problemática entorno a la ley. Si el aborto es una muerte que pueda evitarse, la ley tiene sentido. Pero en la entrevista hablaba del hijo como parte de la madre y por lo tanto objeto de su autodeterminación: eso va contra la conclusión de Reiter. Si no está de acuerdo, ¿para qué lo cita?

7) Con respecto al ejemplo del trasplante, nunca los ejemplos son iguales al problema tratado, son aproximaciones aclaratorias, pero este sinceramente aleja. Se pregunta nuestra mediática religiosa: ¿En qué principio se puede basar la moral católica para considerar lícito el rechazo a salvar una vida? Si existe un principio moral que legitime este rechazo, ¿por qué no es aplicable en el caso de la mujer embarazada? ¿Cuál es este rechazo a salvar una vida? La hipotética ley de obligar a donar un riñón a la cual la Iglesia se opondría en nombre de la autodeterminación. Primero donar un riñón es un acto voluntario moral y meritorio: «cada intervención de trasplante de órgano, como ya he subrayado en otras ocasiones, tiene generalmente en el origen una decisión de gran valor ético: “la decisión de ofrecer, sin recompensa, un parte del propio cuerpo, para la salud y el bienestar de otra persona”» (Enseñanzas de Juan Pablo II: XIV/1, 1991, p. 1711). Es como arriesgar la vida por otro, esto es difícil de hacerse solo con la fuerza de la ley, tiene muchas aristas el tema de la donación. La doctrina de la Iglesia cuando peligra la vida de la madre pide luchar por las dos partes, aunque previsiblemente la nueva vida no subsista, no dice claramente que se deje morir a la madre, lo que pide es que no se mate directamente al hijo. Volviendo a la pregunta ¿En qué principio se puede basar la moral católica para considerar lícito el rechazo a salvar una vida? Agreguemos por medio de la donación de un riñón. En primer lugar porque el donante no causa el peligro de muerte al enfermo que necesita el trasplante, en segundo porque los medios extraordinarios no son obligatorios, aunque si son posibles son muy aconsejables. Me parece obvio decir que no entiendo en qué sentido abortar es como donar un riñón, o cómo un hijo concebido como fruto de una violación, lo cuál es terrible, es un peligro de muerte.

Después de haber analizado esta duda familiar de sor Forcades, me pregunto que entenderá ella cuando dice “que su fe la hace dejar constancia de su obediencia al magisterio actual”. No se crean que lo de “actual” es gratuito, lo mínimo es que lo cree urgentemente reformable. En la entrevista decía sor Forcades, que está ahora en Alemania. Que exponga allí sus ideas familiares.


Alexandrós Aloysius