Apostar por las nuevas generaciones

Recuerdo que el último año de carrera no me quedó mas remedio que protestar ante el Rector de mi Facultad de Periodismo, ya que había proyectos que no me parecían oportunos ni convenientes para la educación de las futuras generaciones de profesionales.

Les cuento. Siendo como era una alumna algo peculiar -debo advertir que doblaba en años a todos mis compañeros-, me produjo una gran indignación ver como muchos alumnos de la Facultad recibieron cuatro créditos de libre elección , por asistir un sábado por la mañana a una cata de vinos; mientras que otros no recibieron ni uno solo por compartir un par de días con presos y funcionarios penitenciarios en unas jornadas de análisis y estudio sobre la situación actual de las penitenciarias españolas y la problemática del trabajo de los funcionarios. Es más, la propia universidad ni se había planteado esa posibilidad.

En aquel entonces esta diferencia de trato a dos actitudes “universitarias” me pareció algo surrealista y más aun pensando en su repercusión en la formación de los futuros periodistas del siglo XXI. Todos sabemos que el mundo profesional de los medios de comunicación es, sin duda, complicado y agresivo. Creo que no hay la menor duda de ello.

No solo porque son responsables de recoger, analizar y valorar qué es noticia y que no; sino porque la veracidad, el respeto y la objetividad de su trabajo crea una opinión publica libre de presiones sociales y políticas, además de potenciar los valores humanos y democráticos de miles y miles de ciudadanos. De ahí la importancia de la formación de estos futuros profesionales; unos profesionales al servicio no solo del progreso económico y social, sino m.as bien al progreso de la persona humana.

Tal vez por eso, cuando he leído que el Vicerrectorado de Estudiantes de la Universidad de Cantabria ofrece créditos a sus alumnos a cambio de labores de voluntariado he visto un rayo de sensatez y cordura en esto de la educación de las futuras generaciones de profesionales.

Puesto que “apoyar a personas con discapacidad en sus puestos de trabajo, acompañar a niños con autismo u otros trastornos en sus centros escolares y en su tiempo libre, el voluntariado con personas mayores que precisen una atención integral, la ayuda a domicilio también para mayores, colaborar en programas de transporte adaptado, acciones de prevención de la violencia, campañas de salud pública y de sensibilización”, es sin lugar a dudas formar y fortalecer a nuestros jóvenes para que saquen lo mejor que llevan dentro.

Es más, valorar la dignidad del enfermo, compartir y alentar al que sufre, asumir que todos somos responsables de todos, es darles la oportunidad de desarrollar sus capacidades para convertirse en jóvenes con una gran calidad humana que, seguramente, transformarán nuestro mundo en un lugar más humano.

Como decía mi abuelo: “Una persona por muy inteligente que sea, sino sabe tratar a los demás pierde toda su valía y su razón.”

Y saber escuchar, ser sensibles ante la soledad o sonreír al que sufre, son pequeñas acciones que reflejaran nuestros jóvenes a lo largo de su vida dando sentido a sus convicciones, a su trabajo y a la sociedad.

Y tal vez, ¿por qué no?, se conviertan en el modelo de líderes, jóvenes, maduros y auténticos, que la sociedad necesita y reclama, puesto que “El liderazgo es una oportunidad de servir; no de lucirse” (J.Walters)

3 comentarios

  
Galsuinda
Después de leer tu experiencia se explica que hay tanto periodista que no sabe de qué escribe.

No solo la Universidad tiene esos despropósitos. También sucede con los cursos organizados de todo tipo. Conceden créditos, puntos y comas a quien caliente el asiento en una conferencia o cursillo y trabajos, investigaciones y experiencias pueden ser ninguneados: hay que cubrir el expediente.

Sigue luchando.

Un abrazo
12/01/09 10:35 AM
  
Beatriz
Feliz año a todos!!!!
Yo, como madre apuesto también por la juventud, y estoy convencida de que hay mucho y bueno en toda esa energía y vitalidad que desprenden. Cómo padres tenemos la inmensa responsabilidad de enseñarles a pensar a decidir y ¡A sonreir!. no hay que cansarse de repetirles la importancia de la generosidad, y ser generoso muchas veces consiste en dar tiempo, en saber escuchar a la abuela, en ayudar en tareas de voluntariado........... y ellos saben ser generosos si tienen metas.

13/01/09 2:23 PM
  
Jaume Canals
Nada...
Un día de estos nos vemos y nos tomamos unas copas... ¡Nos dan créditos! y no son banqueros...
Un abrazo y que la cirrosis no nos llegue.
14/01/09 5:17 PM

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