Los Heraldos del Evangelio son raros
Del tema del comisariamiento de los Heraldos del Evangelio se ha dicho ya casi todo. El P. Jorge se ha preguntado que, si los males de los Heraldos son tantos como para llegar a una medida tan severa como nombrar un comisario, ¿para cuándo se van a comisariar a los benedictinos de Montserrat, o a los jesuitas, o a los maristas? Todos ellos tienen casos muy graves con sentencias firmes, reconocimiento de los hechos y castigo de los implicados; pero en ningún caso se han intervenido congregaciones o comunidades, a pesar de que se supiera que en muchos de los casos las autoridades conocieran los hechos y no hicieran nada.
Yo quiero ir a un tema más de fondo, cuyo planteamiento puede comenzarse con una frase que empleaba hace unos días un artículo escrito por Daniel de Fernando (a quien desconozco) y publicada en el portal Infovaticana. La frase: «lo que parece raro es raro». En el artículo se citaba, al hilo de la actual intervención de la Santa Sede, el caso de algunos vídeos que salieron a relucir hace unos años. El contenido de dichos videos me pareció lamentable, y merecedor de una investigación seria, con depuración de las responsabilidades que pudiera haber. ¿Es la actual intervención consecuencia de lo que aparece en esos vídeos? Lo publicado por la Santa Sede parece indicar que no. Según declaran los Heraldos, y nadie ha dicho nada en contra, el asunto de los vídeos fue tratado y cerrado por las autoridades competentes. La situación actual respondería a la conclusión de una visita canónica realizada recientemente.

Algunos pueden preguntarse cómo es posible que, ante la decisión de un gobierno de profanar el cadáver de un católico en un acto groseramente totalitario, la postura oficial de la Conferencia Episcopal Española (que no de la Iglesia) sea la de «
William Ralph Inge, un sacerdote anglicano y escritor prolífico, dejó una frase que ha sido utilizada por muchos otros autores: «quien se casa con el espíritu de esta época, se verá viudo en la siguiente». Este vicio de tomar como permanentes cosas que se deben a circunstancias cambiantes siempre ha estado presente, pero resulta especialmente absurdo en la actualidad, cuando los cambios sociales y culturales suceden a la velocidad del rayo, por más que muchos de ellos sigan un camino fácil de ver a posteriori. Creo que hoy en día debería resultar evidente que en la Iglesia hemos caído de lleno en este error, a pesar de que cueste tanto reconocerlo.
Hablamos con D. Rafael Escudero López-Brea, Obispo Prelado de Moyobamba (Perú). D. Rafael nació en Quintanar de la Orden, en Toledo, y fue presbítero de la Archidiócesis de Toledo hasta que, en 2006, fue nombrado Obispo Coadjutor de la Prelatura de Moyobamba y en 2007 Prelado de ésta. La

