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16.06.18

Algo estamos haciendo que no está a la altura de san Juan Pablo II

“Si la sal se ha vuelto insípida, ¿con qué se hará salada otra vez?” (Mt 5, 13)

Uno no puede menos que comparar hechos y hacerse preguntas sumamente incómodas como, por ejemplo, cuál fue el aporte de san Juan Pablo II para que Polonia conservara su fe y cuál el del Papa Francisco para que en Argentina estén a punto de legalizar el aborto. 

Si hubiésemos tenido un papa irlandés me estaría haciendo la misma pregunta.
Me la hago con respecto al clero de cada país en el que se legaliza el aborto.

Algo estamos haciendo que no está a la altura de san Juan Pablo II

24.05.18

¿Necesitamos tener padre y madre?

Como muchos han de saber no soy experta en nada pero, igual,  propongo ideas de vez en cuando ya que, si no estuvieran a vista de todos, no debería conservarlas solo para mí. 

Primero, lanzo la pregunta: ¿Jesús necesitaba la experiencia de tener padre y madre?

La respuesta se halla en la Santísima Trinidad: de la unidad de tres personas en un solo Dios llegamos a obtenerla. Les ofrezco mi perspectiva con lo que dice este simple cartel el que traduzco de la siguiente manera: “La ausencia del padre y/o la madre la llena Dios pero la ausencia de Dios no la llena nadie".  


Ahora bien, sabemos que la biología nos dice que nacemos de la unión entre hombre y mujer y que, el dato de fe dice que nacemos del amor entre hombre y mujer.

Cuando el amor y la biología, unidas, colaboran a favor de la nueva vida, la misma crece y se desarrolla según el plan de Dios. Lo demuestran las familias cuyos hijos nacen, crecen y de desarrollan dentro de un vínculo de amor, así como tantas personas que, careciendo de la figura materna y/o paterna o poseyéndola de manera fragmentada, la obtienen o la ven restaurada.

Todo lo que hace pensar que Dios tuvo previsto que amor y biología colaboraran para dar lugar a que un hombre y una mujer, mediante el amor, produjeran una nueva vida.  O es que, acaso no nació la familia según Dios, cuando el Amor engendró a Hijo en el vientre virginal de María Santísima? 

En efecto, el Amor, propio de la naturaleza divina y, la biología, propia de naturaleza humana de María, unidas colaboraron para dar lugar a la nueva vida que es el Hijo quien es Dios y hombre verdadero, Nuestro Señor Jesucristo. 

Ahora bien, sucede que en el caso de los seres humanos -por lo regular- amor y biología no se funden por lo que el destino del hijo es carecer de uno o ambos progenitores. La unidad del amor y la biología que Dios tuvo previsto que el hijo conociera a través del vínculo de su padre y madre, le es negada.

Aquí es donde nuestro Creador tuvo previsto la necesidad de revelarse: la persona del Padre quien, mediante el Amor personificado, engendra a la persona del Hijo. Esta unidad de la Trinidad la tuvo prevista el Creador para nuestra salvación; salvación a la que tenemos acceso cuando damos nuestra adhesión total al Hijo. Accedemos al camino de la salvación mediante el Bautismo con el auxilio de la gracia que nos configura al Hijo desde quien conocemos la unidad de amor de la Trinidad.

Una vez introducidos en el camino de configuración al Hijo, entramos a conocer el único y verdadero vínculo de amor filial que jamás necesitaremos conocer, así sea que “nuestro padre y madre nos abandonen”.

Desde el Hijo llegamos a comprender que necesitamos de la experiencia de un padre y una madre.

También comprendemos que, cuando no se tiene dicha experiencia, el ser humano vaga dando tropiezos en la búsqueda desesperada de ambas figuras que jamás hallará de no tomar el único y verdadero camino posible que es la total adhesión a Jesucristo. Por Jesucristo y en El, obtenemos la experiencia de un padre, en Dios Padre (y en san José) y, de una madre, en María Santísima.

Jesucristo nos hace hijos que poseen padre y madre de cuyo amor entrañable tuvo lugar mi existencia. 

De dicha adhesión también se comprende el sagrado valor de la familia y del vínculo fraternal.

De tal manera, querido lector, si descubres que tu vida carece del conocimiento de la figura del padre, de la madre (o de ambos) o, si detectas que tu vínculo con una o ambas figuras está incompleto o gravemente fragmentado, te invito a adherirte a Jesucristo quien, mediante los sacramentos, la Eucaristía y la oración, te ofrece la oportunidad de conocer a través suyo la experiencia de ser un hijo que crece y se desarrolla bajo la figura de un padre y una madre.

De lo que obtendrás la salud afectiva, física y espiritual que anhelas.
De la que, finalmente, recibirás la paz que solo Dios puede dar.

7.04.18

Por gracia serás fuerte y fraternal

Tuve la dicha de que un agricultor me pidiera prestada tierra para cultivar y se la he prestado. Resulta muy inspirador verle desde mi computadora fajado bajo el sol cuidando de sus cultivos.

A veces trae a su hijo, un muchacho de 12 años precioso y un par de veces ha venido con su esposa e hija bebé para pasar al aire libre en día de campo.

Solo verlo delante de mí esforzándose por su familia es la mayor paga del mundo; lo considero un don del cielo, a decir verdad, ya que me inspira a ser mejor y a no quejarme de nada, sobre todo.

El hombre apareció en mi puerta durante la campaña electoral por lo que, mientras me ocupaba de mi apostolado en redes sociales informando, discutiendo, formando, siempre al alzar la mirada del teclado lo tenía delante de mí, justo ante mis ojos, para regresarme a la realidad y así encontrarme conmigo misma y recuperar el sentido de mi existencia tan perdido como queda debido a la parte de ficción y despersonalización  que involucra el Internet.

Haberse equivocado los costarricenses hace cuatro años eligiendo ingenuamente a un gobierno de todavía no muy claras trazas laicistas para reelegir ahora a un candidato del mismo partido por otros cuatro años siendo que se revelara como auténticamente laicista, es el colmo del absurdo, a decir verdad.

No valió para que los católicos evitaran votar por el PAC (Partido de Acción Ciudadana) el que lo obispos alertaran, ni que los pro-vida católicos lo hiciéramos, ni que muchos analistas, políticos y expertos denunciaran que fue el gobierno del PAC fue el peor gobierno hasta ahora visto ni que estuviera en juego tanto el papel del cristianismo en la historia de mi país como la situación económica debido al déficit fiscal.

Nada de lo que se dijo sirvió para nada ya que, a la hora del voto, prevaleció el criterio emotivo en los católicos. Enceguecidos como estaban continúan hoy todavía hoy y supongo que así seguirán por siempre ya que así es el ser humano.

Uno sale de un período electoral solo para encontrarse que, en un tris,  su libertad de expresión y de conciencia han sido drásticamente reducidas y se estremece por verse despojado de un derecho fundamental pero, bien, a la vez mira al agricultor por su ventana y se dice que, a aquél buen hombre, lo debe tener todo esto sin cuidado tal como debe tener a la joven mamá quien, con su hijo en brazos y el otro a su lado, me detuvo antes de entrar a la pulpería para pedirme que, tal como se lo había prometido, le ayudara comprando un bollo de pan, arroz, numar y café.

La pobre no tiene ni para comer ya que el padre de los niños está sin trabajo y aunque ella se ayuda con la venta de arroz con leche y repostería, ahora mismo no tiene ni para los materiales.

Es cierto, el marxismo oculto tras el laicismo del PAC es una auténtica atrocidad ya que, mientras están preocupados por establecer firmemente  su estructura de poder, se olvidan de los más necesitados a los que, ni por asomo ayudarán en sus cuatro años (ya ocho) de gobierno. Esa ha sido la tónica desde que el marxismo existe.

Mientras gobiernan cegados por su egoísmo, mi pobre agricultor y la querida mamá con sus tres hijos, se pasarán los cuatro años sin apenas enterarse de lo que hacen sus gobernantes, de no ser porque se encuentran con hijos de Dios que les echan una mano aun cuando ellos mismos se encuentran al límite de sus posibilidades.

Así es, no se enterarán de lo que hace el gobierno pero, por tu medio, sabrán que Dios existe y eso es todo lo que necesitan saber.

Efectivamente, el Laicismo podrá despojarte de tus derechos, pero no de tu relación con Dios y del Bien, la Verdad y Belleza que derivan de ello y que, por defecto –casi sin pensarlo- pondrás al servicio de tus hermanos.

Por gracia serás fuerte cuanto más débil aparentas ser.

Serás fuerte y fraternal dentro de un estado laicista que con brutalidad te grita en la cara que eres y debes ser todo lo contrario.

Así, de manera tan simple, te descubrirás disfrutando de la gloriosa libertad de la que gozas como hijo de Dios.

Lero, lero… 

3.04.18

¡Para los hijos de Dios su victoria es la vida! | Sobre las elecciones en Costa Rica

“Mientras los verdugos de Jesús dormían plácidamente arrullados por el espejismo del poder, Él desalojaba el sepulcro e inauguraba la oleada de vida nueva que en el entramado de la historia de los sencillos se da en el modo martirio… ¡Claro, para el que se toma en serio el Evangelio!
El miedo y el odio apasionado reclaman y cobran lo suyo con la vida de los inocentes.
¡Cristo, Cordero degollado, en pie!”
Manuel Enrique Chavarría Estrada, presbítero

Lo que se lee en los medios de comunicación sobre lo que fue la campaña electoral en mi país contiene gran parte de la verdad pero, a la vez, está fragmentada debido a que pocos o ninguno de los periodistas estuvieron involucrados al grado o el modo en que pudieran haber ofrecido una visión completa e imparcial. 


No me detendré en los detalles de la contienda electoral ya que son muchos y muy complicados, nada más diré que, para hallar sentido a los acontecimientos, hemos de remitirnos a la historia de Israel cuando, por sus infidelidades fue invadida, arrasada y deportada a tierras en donde se les impuso una nueva forma de vivir y de pensar. 

La Palabra de Dios nos enriquece ya que ahora sabemos que aquello fue un mal necesario. 

Es por eso que en este momento podemos decir que, literalmente, nos encontramos junto a los canales de Babilonia y, por primera vez, hemos contemplado vívidamente el sentido de la agonía en Los Olivos, previendo el futuro.

Sin embargo, en lo profundo de las tinieblas que nos circundan, percibimos claramente la luz radiante del sepulcro mientras va quedando vacío.

Cuaresma, Triduo Pascual y ahora la Pascua han sido camino de conversión que, con gran devoción, hemos seguido.

Sin embargo, bastantes quedaron rezagados, muchos siguen aún dispersos, confundidos, deslumbrados por el resplandor de la victoria de un poder que no es del Resucitado.

El presidente electo afirma ser católico, sin embargo, por ser candidato del oficialismo hereda y adquiere nuevos compromisos con quienes promueven el laicismo, tienen en su agenda la ideología de género y están de parte de la cultura de la muerte por lo que le a mi país le espera un camino no muy diferente al que han seguido muchos otros en la actualidad.

Los católicos que le dieron su voto a sabiendas o no del contenido de su plan de gobierno serán lo que más habrán de sufrir debido a su desidia o ignorancia. Difícilmente se habrán de enterar del por qué. No cabe duda de que ahí estaremos para para que ninguno se pierda.

El resto de nosotros, al lado de nuestros obispos, nos proponemos orar y colaborar con el presidente  para que, con el auxilio de la gracia, llegue a destacarse como modelo de cristiano; pero si no, si su elección fuese diferente, la gracia nos confirma en la certeza acerca de que el camino de santidad que la situación supone no es nada despreciable y, por tanto, nos proponemos dar plena adhesión.

Sea Santa María, “virgen fecunda, puerta del cielo siempre abierta” quien “libre al pueblo que tropieza y se quiere levantar”

¡Para los hijos de Dios su victoria es la vida!
¡Caramba! ¡Que para algo que tenga sentido hemos de vivir!


¡Santidad o muerte!
Amen

11.02.18

Costa Rica en segunda ronda: Evangelismo vs. Laicismo

Pasando por lo que estamos pasando en mi país me he llegado a preguntar cómo sería la batalla entre las tendencias a lo interno de países que han blindado sus fronteras a la ideología de género. 

Recuerdo que tuvimos un libro en casa que veía siendo colegiala que contenía una crónica fotográfica de lo que sucedió en Polonia con el sindicato Solidaridad. Las imágenes me sobrecogían pero a la vez formaron en mi la idea de cómo sería batallar en contra de un régimen dictatorial.

No cabe duda que dichas imágenes regresaron a mi memoria debido a lo que está significando para mí la actual lucha electoral.

Siendo que presentaron candidatura trece ciudadanos entre ellos, una evangélico bastante desconocido fuera del ámbito próvida, el candidato del partido oficialista y tambièn otro candidato católico social cristiano que para mí era la mejor opción, desde el principio la contienda, en su intención de voto, se presentaba bastante fragmentada por lo que las encuestas no fueron arrojando  información veraz sino hasta noviembre, aproximadamente.

Quienes para ese momento ocupaban los primeros puestos eran cuatro candidatos entre los que, ni de lejos, se asomaba el candidato evangélico.

Fue poco después de que el gobierno dio a conocer la resolución de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en la que recomendó a nuestro país legislar a favor de los “derechos de parejas homosexuales” que la candidatura del evangélico se disparó pero, como reacción, la del candidato oficialista con muy definido tinte laicista.

La cuestión es que, al final, ambos candidatos obtuvieron suficientes votos como para pasar a la segunda ronda.

Asì fue como llegamos al peor escenario de la historia electoral de nuestro país.

Desde entonces, cosa de un par de semanas,  en redes sociales hemos experimentado una batalla campal que ya empieza a arrojar consecuencias en la vida pública tal como, de parte de padres de familia que han tomado medidas ilegales para proteger a sus hijos de la Ideologìa de Gènero y, por parte de los laicistas, apoyados por los medios de comunicación, una despiadada campaña de desprestigio a nivel nacional e internacional dirigida al candidato evangélico que afecta tanto a los evangélicos como a los católicos que lo apoyan.

La campaña sucia que precedió a la primera ronda ha resultado un juego de niños comparado con lo que estamos viendo.

Por lo que circula en redes sociales estamos conociendo lo peor de lo que estamos hechos: temor, agresión oral y gráfica, difamación, escándalo, impudor, revancha, odio, enemistad… es un infierno.

Dado que el apostolado que en redes he venido realizando hace ocho años consiste en divulgar la verdad de los hechos respecto a muchos temas, con respecto a la presente situación, se ha convertido en una batalla personal por conservar la cordura.

Muchìsimos, de ambas partes, tienen el entendimiento tan obnubilado que es imposible razonar con ellos ya que, en principio, niegan la veracidad de la información que se les ofrece por lo que persisten en el error, alimentando en sí mismo el temor y toda clase de malos sentimientos.  

Cómo puede haber nuestro país llegado a estar tan extremadamente polarizado?

Pues, nada, ésto es el resultado de un proceso semejante al cambio de paradigma dentro de la Iglesia en el que, por haber ido sacando a Dios de la vida pública y privada, surgen quienes con liderazgo, enarbolan la bandera del Relativismo al que muchos se han adherido con lo que, simultáneamente, niegan a los cristianos toda posibilidad de hablar.  

Estamos ante dos candidatos que representan los dos extremos: el cristianismo evangélico y el laicismo radical en su más pura expresión.

Quienes en primera ronda no votamos por ninguno de ellos estamos desolados y a la espera de alianzas entre los partidos que nos pudieran servir de criterio para confirmar nuestra decisión.

Mucho me temo que tampoco será tan simple ya que, ninguno de los candidatos, posee equipo de gobierno, experiencia en la función pública, edad suficiente, ni contactos a nivel local o internacional que los pudieran auxiliar en su labor como gobernantes; ambos poseen suficiente “rabo que les majen” como para confiar en ellos: el evangélico debido a los pastores que lo han influenciado y la procedencia del capital que lo financia y, el candidato oficialista, por pertenecer al peor gobierno de todos los tiempos. Con cualquiera que quedara electo las consecuencias serán muy graves.

Como ven, la batalla de los pueblos para rechazar la imposición de ideologías parece cosa muy remota sino hasta que, de la noche a la mañana, te ves en medio de ella sin saber cuál rumbo tomar ya que cualquiera sea la decisión, te llevará a ser cómplice de las consecuencias, sobre las que no sabes a ciencia cierta, si podrás asumir con responsabilidad.

Nunca como hasta ahora había entendido en qué consiste la purificación de un pueblo, lo necesario de la vida de la gracia, de aspirar a la santidad, de ser devota de la Madre Santisima.

Resumiéndolo de esta manera, entiendo mientras escribo que, precisamente, se me ha venido preparando para éste momento a partir de que tiempo atrás fui movida a conocer sobre el martirio y la apostasía, respecto a los cristianos perseguidos, acerca de la vida de la gracia, el deseo de ser santa y mi subsecuente consagración a Jesús por María.

Todo el conjunto, viéndolo así, me rinde una infinita seguridad, paz, esperanza y consuelo que no tenía al empezar a escribir.

Sea a Dios toda la gloria.

 

PD. Gracias padre Iraburu por mandarme a orar.