"¡Menos mal que está!"
“De la Encarnación, desde el momento en el cual el Verbo se hizo carne, está cancelada la insalvable distancia entre finito e infinito: el Dios eterno e infinito ha dejado su Cielo y ha entrado en el tiempo, se ha sumergido en la finitud humana. Ahora nada es banal o insignificante en el camino de la vida y del mundo”.
Benedicto XVI en su mensaje al Meeting en Rimini, Italia, 2012

Ayer tuve cita con el médico debido a un dolorcito que persiste en mis oídos el cual me dijo podría estar relacionado con el maxilar ya que en mis oídos no encontró problema. Me recetó un medicamento del que, lo único que recuerdo, fue que me dijo que es un oxigenador del cerebro. Vaya! Cosa curiosa, pensé, la forma en que todo está relacionado. El famoso medicamento, de pasó me servirá para solventar otro de mis problemas como es el que duermo a intervalos. Efectivamente, anoche dormí siete horas continuas, lo cual es toda una hazaña.
Quise hacer un recuento de los sacerdotes que han marcado mi existencia sea porque me han tomado en sus manos paternales dejándome así testimonio del amor de Dios o porque sencillamente han sabido escuchar.
La convalecencia de mi padre ha sido dura tanto para él como para quienes lo cuidamos.