Por amor a tu Preciosísima Sangre

Dios sabe para qué llegué a Infocatólica. A veces pienso que fue más por mi bien que por lo que pueda ofrecer, que considero poco –más bien- escaso. 
Y digo que fue por mi bien porque, entre muchas cosas, tuve la dicha de aprender mucho del entrañable padre Javier Sánchez Martínez (q.D.g.), liturgista.

Saben? No tengo mayor instrucción en casi nada, pero la que necesito, o considera Dios oportuno que tenga, me la hace llegar. Muchísima fue a través del padre Javier y no solo respecto a Liturgia sino sobre muchos asuntos relacionados con mi conducta cristiana.

Uno de estos días, pensando en el poder de las rúbricas… Sí, es que me parecen poderosísimas ya que, tienen el poder de ordenar, otorgar y vigilar la unidad, no solo de la Liturgia, sino la unidad de la Iglesia, y –como si fuera poco- “obligan a obedecer”. SC n.7

Lo de las rúbricas es un poder dado por Dios, el padre Javier lo expresa de modo simple y verdadero “las rúbricas son teología en acto”, en “acto divino”, me atrevo a decir.

“Cristo está siempre presente en su Iglesia, sobre todo en la acción litúrgica” SC n. 7

El fin último de las rúbricas es ordenar, otorgar y vigilar la unidad de la Iglesia, por eso me parece correctísimo explicarlas como “acto divino”. Lo afirmo debido al amor que les tengo pero también por lo que son medio que sirve a Dios para nuestra santificación..  

Las rúbricas, sirven para que la gracia de Dios se deslice sobre ellas hasta nuestra alma sin pecado como un esquiador por una colina nevada.Es un bello espectáculo, precioso, sobre todo cuando se las trata con respeto, se las sigue con dedicación, respecto y veneración. En esto el padre Javier fue un santo.

Cuando no se las trata de ese modo, pasa que lo que se hace o no se hace con ellas, se convierte en un bache en el camino de la Gracia hacia nuestra alma; es decir, aquello que fue creado para mayor gloria de Dios y santificación nuestra, lo transformamos en un espectáculo triste y desolador donde vemos al pobre Cristo abrirse paso hacia nosotros por en medio de una jungla de soberbia. Es triste y doloroso verlo sufrir en el Calvario de la Santa Misa, dándose cuenta que ni siquiera amamos tanto como para obedecer.

Nuestro amable Señor, durante la Santa Misa (y en todo acto litúrgico), está ejerciendo su sacerdocio real (de realeza no de realidad, aunque también).

Cristo no solo es sacerdote sino rey, un rey crucificado de quien nos burlamos.

 “La Liturgia como el ejercicio del sacerdocio de Jesucristo” SC n.7

Las rúbricas también se explican como un código que, como el lenguaje, al contener signos combinados bajo ciertas normas, permiten generar y comprender mensajes.

“Los signos sensibles [en la liturgia] significan y, cada uno a su manera, realizan la santificación del hombre”, de ese modo, podríamos decir que Cristo mismo es el mensaje por lo que habría que tratarlas como a la propia vida para Nuestro Señor se pueda aproximar con sus riquezas sin mayor dificultad.

Siempre escuche de los seminaristas y sacerdotes decir que “la gracia suple” defectos y carencias, refiriéndose a cuando un sacerdote, por algún motivo, incumple con lo mandado. Cierto, la gracia suple pero cuando nuestros actos son inocentes, pero si son culpables (deliberados), culpable es el acto y nuestra persona. Así que, cristianamente hablando, no existe justificación para maltratar la Liturgia descuidando las rúbricas ya que es descuidar el acto divino que se ofrece por nuestra santificación.

“Toda celebración litúrgica, por ser obra de Cristo sacerdote y de su Cuerpo, que es la Iglesia, es acción sagrada por excelencia” SC n.7

Las rúbricas, lejos de ser meras instrucciones, son medio sagrado por el que Cristo actúa.  Padre Pío, por gracia, lo aprendió de su propio cuerpo. 

Dicho esto, pregunto, alguno podría imaginarlo que, durante la misa, se le ocurriera  contar anécdotas de su juventud matizadas con algún chiste, o poner a un ministro a celebrar liturgia de la Palabra para sentarse al lado porque se siente enfermo, o llamar a los monaguillos al presbiterio para bailar el Gloria o, prestar el altar para que los padrinos firmen las actas de bautismo?

La lista de desprecios a la Liturgia es larga, larguísima, mientras que  -por obediencia- ni siquiera debería existir.

Las rúbricas reciben su nombre del latín por el color rojo (ruber), roja también es la sangre de Nuestro Señor.

Que, por amor a tu Preciosísima Sangre, amado Jesús, sean santificados todos los sacerdotes.

Amen.  

 

 

 

19 comentarios

  
HARTICO
Hola,

“las rúbricas son teología en acto”, en “acto divino”, me atrevo a decir.


¿Lo anterior san palabras textuales del P Javier? Yo en otros post de otros sacerdotes he leido lo siguiente:



La Misa postconciliar del Novus Ordo (1970), promulgada por el Papa Pablo VI y recibida por todos los Obispos católicos, es verdadera, santa y santificante, «porque así lo enseña y lo manda la Santa Madre Iglesia». Cuando el Papa da una aprobación solemne a unos Ritos litúrgicos renovados –Misa, Sacramentos, Horas–, está ejercitando al mismo tiempo su autoridad docente y su autoridad de gobierno pastoral. Y en los dos aspectos compromete la infalibilidad de la Sede de Pedro.

1.-La liturgia es el modo máximo del Magisterio ordinario de la Iglesia. El Papa es bien consciente de que al entregar unos libros litúrgicos a 4.000 Obispos, cientos de miles de sacerdotes y mil millones de bautizados católicos, para que ateniéndose a ellos celebren los Divinos Misterios, compromete la infalibilidad de su Magisterio pontificio, pues lex orandi, lex credendi. Sabe perfectamente que la liturgia «es el órgano más importante del Magisterio ordinario de la Iglesia» (Pío XI, al abad Capelle, 12-XII-1935; cf. Mediator Dei 1947,14). Se comprende por eso que en el Concilio de Trento fuera tan fuerte la reacción de la Iglesia frente a las terribles impugnaciones de Lutero contra de la Misa católica: «si alguno dijere que el Canon de la Misa contiene errores y que por esta causa se debe abrogar, sea anatema» (1562, Dz 1756, canon 6). Eso por un lado, pero por otro:

2.-La Autoridad apostólica de la Iglesia goza de una asistencia prudencial infalible cuando promulga unos Ritos litúrgicos, que siempre son evoluciones homogéneas de Ritos precedentes.

En consecuencia, por ambas razones a la vez, la Liturgia renovada después del Concilio Vaticano II ha de ser «creída» –Credo in Ecclesiam– y ha de ser «aceptada» como santa y santificante, como exenta de todo error y como positivamente benéfica para el pueblo cristiano.


---------
Hartico
Lo que dijo Don Javier fue "las rúbricas son teología en acto"
Yo me atreví a decir que son "acto divino"
24/05/25 9:11 PM
  
Vladimir
Nunca había leído un artículo, como este, donde las Sagradas Rúbricas Litúrgicas, fueran exaltadas de esta forma, tan clara y justificada.
Las SAGRADAS RUBRICAS es algo de lo más despreciado, desde hace algunas décadas, por una cantidad considerable de clérigos, incluyendo mitrados.
Para el común de los fieles, que participan en los oficios divinos, pasa desapercibida la causa que motiva algunas omisiones u "originalidades" que se dan en las celebraciones, pero, quienes conocemos un poco, cómo son las cosas desde dentro, sabemos bien, que muchas de esas situaciones, obedecen a un pertinaz rechazo de todo lo que, en la vida eclesial, se parezca a reglas y normas.
Muchos clérigos han olvidado un principio fundamental: ELLOS NO SON DUEÑOS DE LA LITURGIA, ... SON SOLO ADMINISTRADORES.
25/05/25 12:50 AM
  
Jordán
Estimada Maricruz,

Muy bien traídas esas citas de la Constitución sobre la Sagrada Liturgia, citas que se complementan a la perfección con la última frase de este texto litúrgico que rezamos en el III Domingo de pascual en el Oficio de Lecturas:

Dice así la última frase:

"Le crucificaron, en efecto, la víspera del día de Saturno, y al día siguiente del de Saturno, o sea el día del sol, se dejó ver de sus apóstoles y discípulos y les enseñó todo lo que hemos expuesto a vuestra consideración"


FUENTE:

https://www.corazones.org/biblia_y_liturgia/oficio_lectura/pascua/3_domingo_pascua.htm


Y atención porque es una frase con una gran alcance !!:


¿ Por qué ?

Porque S Justino en ese texto apologético, (que es más amplio), afirma sin ambages que fue Cristo mismo quien enseñó a celebrar la Misa Dominical, llegando a elementos concretos de la Misa como la plegaria universal de los fieles, el rito de la paz y que los sacerdotes celebraran juntos, es decir, lo que ahora conocemos como concelebración.


Cuando estoy en Misa reconforta saber que la estructura y elementos que estoy viviendo y celebrando de forma participativamente activa fueron establecidos por Cristo, por lo que son de origen Divino e inmodificables.

Quien esté en contra de esto llama mentiroso a S Justino y rechaza la máxima LEX ORANDI LEX CREDENDI.
25/05/25 3:53 AM
  
Jordán
Se comprende por eso que en el Concilio de Trento fuera tan fuerte la reacción de la Iglesia frente a las terribles impugnaciones de Lutero contra de la Misa católica: «si alguno dijere que el Canon de la Misa contiene errores y que por esta causa se debe abrogar, sea anatema»
(1562, Dz 1756, canon 6).

_________________________________
Este canon del Concilio de Trento —como tantos otros que conviene releer con humildad y no con altivez selectiva— deja al descubierto a no pocos comentaristas filo-lefebvristas que, durante años, se han dedicado con entusiasmo casi apostólico… pero al revés, a esparcir veneno envuelto en incienso.

Estos heraldos del catolicismo “auténtico” —autoproclamados guardianes de la Tradición, con mayúscula, aunque suelen pisotear la obediencia y la caridad— han escandalizado a muchas almas sencillas, afirmando que el Novus Ordo Missae es “protestante”, “herético”, “una ruptura” o —últimamente, con tono de thriller teológico— “un atentado litúrgico contra la fe”.

Con aires de cruzados digitales, muchos de estos comentaristas no han hecho sino levantar muros de sospecha, desobediencia y arrogancia contra el corazón mismo de la Iglesia: su liturgia aprobada por el Papa y celebrada por los santos. Se les llena la boca de “lex orandi, lex credendi”, pero luego niegan la validez, licitud y dignidad de un rito aprobado por el mismo Vicario de Cristo, como si el Espíritu Santo necesitara pasar por su filtro antes de descender sobre el altar.

Pero lo más trágico no es que digan barbaridades; lo trágico es que muchos católicos sinceros y de buena fe han quedado turbados, heridos, confundidos, viendo cómo la Misa de su parroquia era calumniada por quienes, en nombre de la tradición, han roto la comunión real y viva con la Iglesia.

Y no, no se trata de cerrar los ojos ante abusos litúrgicos concretos —que los hay y deben corregirse—, sino de denunciar el fariseísmo orgulloso de quienes convierten la Tradición en una trinchera y la fe en un campo de batalla contra Roma. Porque cuando uno se cree más católico que el Papa, ya no defiende la Tradición: la traiciona.

Quizá el juicio más duro no recaiga sobre quienes asisten con sencillez y devoción a una Misa que ciertos iluminados desprecian, sino sobre quienes han convertido la crítica al Novus Ordo en su religión práctica y el rencor en su espiritualidad diaria
El canon tridentino no solo protege la verdad de la Eucaristía, también deja sin excusa a quienes siembran la desconfianza y el desprecio hacia la Misa misma.
25/05/25 4:04 AM
  
Lector
A mí ya me pueden venir beatitos invocando día y noche entre aspavientos no sé qué escrito perdido de San Divino o San Belarmino. Pero fue el Señor mismo el que nos dio en los evangelios la piedra de toque para discernir a los falsos profetas: "por sus frutos los conoceréis". Y tenemos ya suficientes años y sobrado criterio para discernir que los frutos de la misa nueva han sido y son... indescriptibles.
25/05/25 9:47 AM
  
Jordán
Lector, aparte de parecer filolefebrista padece usted lo que el 2111 de la parte de moral del Catecismo -- concretamente la que regula el 1er Mandamiento --- denuncia y condena, a saber;

2111 La superstición es la desviación del sentimiento religioso y de las prácticas que impone. Puede afectar también al culto que damos al verdadero Dios, por ejemplo, cuando se atribuye una importancia, de algún modo, mágica a ciertas prácticas, por otra parte, legítimas o necesarias.


Los malos frutos no pueden venir de la materialidad del culto, sino de las disposiciones de las personas que dan culto. Si tuvieramos que achacar a la forma que damos culto los malos frutos, el Vetus Ordo sería culpable de el origen de la masoneria y el racionalismo ilustrado, así como del comunismo y las 2 guerras mundiales.

Tome magnesio, le hace falta.
25/05/25 10:01 AM
  
HARTICO
El personaje del comentarista llamado "lector", en su cruzada contra la Misa actual, ha logrado un curioso mérito: exhibir con tal claridad su desprecio por San Justino, por el Oficio de Lecturas de una solemnidad pascual, y por el principio litúrgico fundamental lex orandi, lex credendi, que uno casi agradece el desatino. Su intervención sirve mejor que cualquier esquema doctrinal, porque retrata —sin necesidad de subrayador— la sinrazón delirante del filolefebvrismo más cismático y extravagante. De hecho, se podría considerar material pedagógico: ideal para que muchos que han sido confundidos por estos años de propaganda antilitúrgica comiencen, por fin, a pestañear con asombro y a abrir los ojos... aunque sea entre un Kyrie y un Gloria.
25/05/25 10:11 AM
  
Lector
Pues nada, hombre, me alegro de haber sido útil a su épica e inflamada causa. Aproveche y apóyese un rato en mí y a ver si por fin descansa...
25/05/25 10:19 AM
  
Maricruz
Agradezco sus comentarios, sobre todo aquellos que buscaron hacer aporte.
Pasen un domingo maravilloso.


25/05/25 1:21 PM
  
Jordán
LECTOR

no sé qué escrito perdido

...........................................................

¿Con qué cara piensa ese comentarista presentarse un día ante el tribunal de Dios, cuando se encuentre, no con un “escrito perdido”, sino con el propio San Justino en persona, revestido de gloria y con la palma del martirio en la mano? ¿Tendrá el descaro de repetirle a la cara su sarcasmo barato? ¿Le dirá también en el cielo que su testimonio litúrgico era poco menos que irrelevante, pese a estar en el Catecismo y proclamado por la Iglesia universal en Pascua?

Porque, claro, si vamos por la eternidad con semejante desparpajo, no descartemos que alguien acabe en la antesala celestial explicando a los ángeles por qué le parecía más fiable su teclado y su bilis que la Tradición apostólica. Y ahí no valdrán emoticonos ni pseudónimos. Uno se imagina al buen Justino, mártir y filósofo, mirándole con esa paciencia milenaria de los santos, como quien escucha a un escolar corregir a Aristóteles. Pero no olvidemos: en el cielo hay misericordia, sí, pero también memoria. Y quizás, solo quizás, las chanzas baratas sobre los santos pasen factura… con intereses.

25/05/25 8:13 PM
  
Lector
Oiga, al menos no multiplique sus "nicks", caramba...
25/05/25 9:51 PM
  
Gerardo S. I.
Tengo entendido que, previamente a la Consagracion en la Santa Misa , el Sacerdote hace una Oracion secreta o en silencio, y que es indispensable, pero, si no la hace (por falta de Fe, negligencia u olvido), se hace invalida la Misa y por lo tanto, no hay Consagracion.
Como Liturgista: ¿Dice algo al respecto el Padre Javier Sanchez Martinez?
Dios la bendiga.
25/05/25 10:00 PM
  
Jordán
Al comentarista “Lector”, tan preocupado por si escribo con uno, dos o veinte nicks distintos, cabría recordarle —con todo respeto y algo de humor celestial— que lo verdaderamente alarmante no es cuántos nombres uso yo en un foro, sino lo que se le viene encima si sigue sembrando sospechas, desprecios y burlas contra santos, liturgia y Magisterio como quien reparte folletos de feria.

Pero ya que le inquieta tanto el asunto técnico… ¿cómo sabe él si escribo desde la misma IP? ¿Tiene poderes místicos? ¿Lee los servidores como quien lee la palma de la mano? Y en el supuesto de que fuese la misma IP… ¿no podría ser yo el hijo mayor de una familia numerosa de ocho miembros católicos y bien formados, que todos participamos desde la misma casa? ¿O parte de una comunidad conventual que comenta entre rezos y lecturas? ¿O acaso un equipo de trabajo en un dicasterio vaticano que, en sus ratos libres, defiende la ortodoxia online?

Estimado Lector: la caridad no necesita rastrear IPs. Y preocuparse por ellas, cuando hay tanto que enmendar en el corazón, es como mirar con lupa el césped del vecino mientras el propio tejado arde.
26/05/25 1:54 AM
  
Lector
En liturgia y religión como en todo, caballero, para merecer crédito hay que ir, lo primero, con la verdad por delante. Y para mí, por lo que a usted toca, ya está todo dicho.
26/05/25 6:38 AM
  
Jordán
Cada vez resulta más evidente que llegará el día —quizá más pronto que tarde— en que el Dicasterio para el Culto Divino, movido por la necesidad pastoral de claridad y unidad, emitirá un documento que recoja con precisión las líneas estructurales esenciales de la Santa Misa, tal como fueron testimoniadas por San Justino en el siglo II y como aparecen consignadas en el número 1.3.4.5 del Catecismo de la Iglesia Católica bajo un título elocuente: “La Misa de todos los siglos”.

Y es que en esa página luminosa de la Tradición, se encuentra el eco mismo de la enseñanza de Cristo glorioso a sus discípulos tras la Resurrección. Porque —como afirma el santo mártir— fue en los días posteriores a su victoria sobre la muerte cuando el Señor instruyó sobre lo que hoy llamamos la liturgia eucarística: la asamblea dominical, la proclamación de las lecturas, la oración de los fieles, el rito de la paz la comunión, la colecta y —por si quedaban dudas— incluso la concelebración sacerdotal con ese "todos se reúnen en un mismo sitio", es decir Cristo no dejó celebrar por separado a la primitiva comunidad Cristiana.

Ante esta claridad, no será extraño que muchos fieles que hoy viven atrapados entre mitos y nostalgias mal digeridas encuentren consuelo y certidumbre. Porque si Cristo mismo, resucitado, enseñó esa estructura, lo que hoy se celebra es herencia viva del Señor glorioso. Y eso, para el corazón católico, tiene un peso del todo definitivo.

Por ello, cuando el citado documento vea la luz —y es muy probable que lo haga— se acabará el espacio para las herejías litúrgicas solapadas, y para esa narrativa del “novus ordo como ruptura” que tantos males ha sembrado. De hecho, lo que de verdad quedará en evidencia es que no fue la reforma quien introdujo novedades.

Así pues, estimado Lector (y demás catequistas de la sospecha): cuando el Magisterio hable con la voz tranquila de la verdad, convendría haber tenido el oído afinado. Porque no hay nada más incómodo que tener que revisar opiniones pasadas… cuando el mismísimo San Justino te mira desde el cielo, con la calma solemne de quien sabe que fue citado no por capricho, sino por fidelidad.
26/05/25 6:44 AM
  
javidaba
Muchas gracias, Mari Cruz.
Y haya paz, o mejor Paz en la comunión de los hermanos.
Paz Litúrgica que, si atacada en los últimos años, la confrontación hace resaltar los aspectos fundantes de la liturgia.
Ninguno de los 22 ó 24 ritos litúrgicos (no recuerdo cuántos) legítimamente reconocidos por la autoridad de la Iglesia, agota el Misterio.
Cada uno de ellos expresa verdaderamente todo el Misterio, pero ni la suma de todos ellos, lo agota. El Ser Trinitario de Dios y su acción no pueden ser expresados hasta el agotamiento en cada rito.
Personalmente me gustaría ir a la misa diaria, cada día a cada uno de los ritos, y así al cabo del año, habría asistido unas quince veces a cada uno de los ritos.
...
Desde luego, la "guerra litúrgica" interna que padecemos en la Iglesia, es una guerra gratuíta que beneficia a Satanás, (si yo fuera el Malo, intentaría pervertirla todo lo posible) que "se obsequia" también con misas negras, y que se regodea con las "misas creativas" de liturgos de pacotilla.
Pero eso ya lo sabía el Señor cuando hace 1992 años, instituyó la Santa Misa y su Sacerdocio.
Dios Es Su mejor Liturgo.
26/05/25 11:14 AM
  
baneado en multiples veces
Estimado Lector,
solo le voy a dejar dos apuntes que quizá le resulten tan curiosos como reveladores.

¿Sabe usted por qué hay personas que, al citar el Catecismo de la Iglesia Católica, escriben el numeral 1.3.4.5 en lugar del sencillo 1345? Pues no es por coquetería tipográfica ni por jugar a la numerología: es porque —créalo o no— alguien ha capado o baneado la posibilidad de escribir directamente 1345. Así como lo oye: censurado el numeral de un catecismo aprobado por el magisterio ordinario, y más aún, aquel que lleva como título nada menos que “La Misa de todos los siglos”.

Es sorprendente —aunque no tanto, para quienes ya hemos pasado unas cuantas estaciones en esta vía crucis de debates digitales— que el texto que da luz sobre el origen apostólico de nuestra liturgia, con palabras de un mártir de la Iglesia primitiva, se vea vetado por su inoportuno brillo. Pero así es. Podría contarle otras historias sobre baneos de nicks, comentarios evaporados y filtros más severos con el Catecismo que con la crítica eclesial más corrosiva... pero, por ahora, me limito a estos dos detalles.

Porque cuando hasta el Catecismo estorba, algo va mal en la mesa de los censores. Y quizá eso sea más preocupante que las sospechas sobre cuántos nicks escribe un solo católico.
26/05/25 3:32 PM
  
Jordán
Estimado javidaba,

Es verdad —y eso ningún corazón católico lo discute— que ningún rito, palabra ni fórmula puede agotar el Misterio insondable de Dios. Sin embargo, también es verdad que Dios, en su condescendencia amorosa, ha querido vincular ese Misterio a signos concretos, materia precisa y palabras determinadas. Las especies del pan y del vino, el trigo y la vid, y sobre todo las palabras de la consagración, no son opcionales, intercambiables ni culturalmente adaptables: son sagradas y no negociables. Son sagradas porque vienen de Cristo. No todo en la liturgia es variable, y algunas columnas son tan esenciales que no tocarlas no es una opción, sino una obediencia.

Pues bien, según un padre de la Iglesia cercanísimo a Cristo,el Catecismo en su punto y el oficio de lecturas de una solemnidad Pascual, el rito de la paz, la plegaria universal de los fieles, y la concelebración de sacerdotes fueron instituidas por Cristo en sus apariciones. Con lo cual sen de origen divino e insustituibles.

De lo 22 ritos que usted habla, todos menos uno —digamos que es como un sensus fidelium litúrgico— mantienen esos 3 elementos esenciales. El que se fué de redil debe volver a él.
26/05/25 4:34 PM
  
n 1345 del Catecism :La Misa de Todos los Siglos léanlo
Por fin se desbloqueó la posibilidad de enviar un comentario con los caracteres 1345 !

27/05/25 4:38 AM

Los comentarios están cerrados para esta publicación.