Fitness espiritual | Vida sobrenatural al modo divino

¿Qué quiere decir palabra fitness? La primera definición que podemos dar de fitness, es aquella que hace referencia al estado generalizado de bienestar y salud física logrado no solo a partir del desarrollo de una vida sana, sino también y principalmente, del ejercicio continuado y sostenido en el tiempo. Wikipedia, la enciclopedia libre

Los dones que nos da Dios nos hacen únicos y son para ponerlos al servicio de los demás.

Lo mismo sucede con las destrezas, talentos, aptitudes; por ejemplo, la aptitud para el deporte, el tejido, la preparación de alimentos, la ciencia, la pesca o cualquier artesanía.

De la aptitud para la natación, por ejemplo, puedo decir que no solo es necesario poseerla sino, principalmente, ejercitarse de forma continua.

Así como los individuos, congregaciones completas tienen como principio su propio plan de fitness o “acondicionamiento” espiritual que la mayoría desconocemos y, como pocos maestros podría uno llegar a conocer de quienes recibir instrucción; entonces, los cristianos de a pie, nos valemos del Espíritu de Dios para que nos guíe.

Fue de gran cosa enterarme por el padre Iraburu, en su librito “Por obra del Espíritu Santo”, que “la vida espiritual cristiana alcanza su perfección solamente al ser mística, es decir, cuando en ella predomina el ejercicio habitual de los dones del Espíritu Santo”; o sea, que así como no basta la aptitud para la natación, es necesario nadar continuamente y de forma sostenida a lo largo del tiempo.

Dice además que “si todos los cristianos estamos llamados a la santidad, todos -sacerdotes, religiosos o laicos- estamos llamados a la vida mística. Y que la vida mística, por tanto, entra en el desarrollo normal de la vida cristiana de la gracia” O sea, como quien dice: lógico para conservar la dentadura sería lavarse diariamente los dientes sino necesaria la vida mística para ser santo. Supongo que dicho así, se entiende mucho mejor. 

Muy sorprendido y admirado me contaba el otro día uno de los jóvenes propietarios de la ferretería del pueblo que, el día que llevó unos materiales a una congregación recién llegada a la comunidad, los halló almorzando en silencio y con fondo de canto gregoriano. A eso, le dije, se le puede llamarfitness espiritual”.

Dicho así yo sabía que lograría entender ya que el muchacho, buen amigo mío, le gusta el deporte y lo practica de forma continua a lo largo del tiempo.

Quien se adiestra o practica alguna disciplina académica o física, puede comprender que, así como la mente o el cuerpo logran perfección con la práctica, las “virtudes cristianas solo pueden hallar su perfección cuando la persona, por los dones del Espíritu Santo, llega a participar de la vida sobrenatural al modo divino”

Para empezar, preguntarnos qué significa “vida sobrenatural al modo divino, sería conveniente; ya que no parece razonable que ser cristiano, con todo lo que Dios se ha esforzado, se trate de algunos actos externos que se cumplen con devoción o, hasta sin ella. Imposible.

Dios tiene aspectos de si mismo con los que se relaciona diariamente con nosotros de los que quedaríamos maravillados si fuera que atendiéramos su llamado a la santidad cuya primera etapa consiste en conocer que tenemos una vida mística que estamos llamados a vivir.

Tal cosa es por lo que se me ha renovado interés desde que he vuelto a nadar.

Saben? Quien entrena en nado libre, por ejemplo, conoce la basta soledad y el silencio bajo el agua; de lo que consigue vislumbrar cómo viene a ser su espíritu inmerso en la vida de Dios de quien, como el cuerpo del agua, el propio espíritu recibe de la vida divina, el sustento.

De la soledad y el silencio de la natación se sirve Dios para dejar en alma la impresión de cuánto ejercicio pero también cuánta belleza me espera al verme prolongada en su vida en el tiempo y hasta la eternidad.

Dios, Padre bueno, deseo vida mística para quienes te aman, especialmente, para quienes pudiéramos necesitarlo más.

Amen

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