Irse de la mui
Lo que está pasando estos días en la archidiócesis de Madrid es de pura traca. Parece que ha llegado la hora del cambio de arzobispo. El santo padre habría aceptado la renuncia del cardenal Osoro y nombrado a D. José Cobo como nuevo arzobispo. Ya ven que lo pongo en condicional porque, que uno sepa, el Bollettino de la Santa Sede no ha publicado nada.
Es igual. En toda la diócesis, desde la catedral hasta el último pueblo de la Sierra, sabemos que tanto la renuncia de uno como el nombramiento del otro se harán públicos el próximo lunes día 12, que la despedida del cardenal Osoro está prevista para el próximo 24 y la toma de posesión de D. José Cobo para el 8 de julio, y lo sabemos porque esto se ha publicado en toda la prensa religiosa y general.

Se nos van los días y los años en reuniones tan tediosas como inútiles pero que seguimos manteniendo porque no se nos ocurren otras cosas. La mayor parte de estas reuniones son un poner en común lo que hacemos, básicamente echarnos flores y contar nuestras respectivas ocurencias tan ocurrentes, y tal vez apuntar alguna sugerente posibilidad por supuesto desde el absolutísimo respeto a cada cual, sabiendo que, mientras no te signifiques por la liturgia tradicional, ancha es Castilla.





