El peligro de los nuevos movimientos
Sabía yo que se podía liar. Cuando tocas el tema movimientos y parroquia siempre saltan chispas. Es decir, que no es tema para nada baladí.
Comienzo con algunos matices:
Matiz uno. Nada tengo en contra de movimiento alguno. El Santo Padre los muestra como una bendición para el momento presente de la Iglesia y servidor no tiene más que añadir.
Matiz dos. La Iglesia ha vivido sin movimientos creo que diecinueve siglos, sin más espiritualidades digamos con apellido que las órdenes terceras. Y no han faltado santos, ni apostolado, ni caridad, ni anuncio del evangelio hasta los confines de la tierra.