Necesitamos obispos con la mitra "mu bien atornillá"
Estoy completamente de acuerdo con eso de la sencillez, la bonhomía, la discreción y lo de no imponer nuestras creencias a nadie. Pero señores, que una cosa es no imponer y otra muy diferente que aquí todo el mundo tenga derechos menos la Iglesia.
No sé qué tendrá que ver una procesión con la Virgen María con estar en campaña electoral. En plena campaña para las europeas estamos y el jueves salieron procesiones en honor de San Isidro labrador por toda España y a nadie le pareció que vulneraran derecho alguno. Pues ya ven, llega la señora alcaldesa de Hospitalet de Llobregat y por sus santas razones ha decidido que este año no puede salir la tradicional procesión de la Virgen de Gracia de Carmona porque estamos en campaña electoral. Así nos lo hace saber Hazteoir.

Andamos mal. Pero que muy mal. Es que rematadamente mal. Cualquier persona con dos dedos de frente, incluso uno y medio, comprende que lo menos que se le puede exigir a un profesor de un centro de la Iglesia católica es que respete la doctrina católica. No solo en sus clases, sino en toda comparecencia pública. Normalísimo de toda normalidad aunque supongo que habrá gente a la que le resulte escandaloso y una prueba más de la nunca definitivamente erradicada inquisición.
Las madres siempre han tenido una preocupación especial por el hijo sacerdote. No por nada especial, a ver si me comprenden, sino que los otros pues bueno, forman sus familias, se casan, o si no se casan parece que ya se las apañarán de alguna manera.
Si hay una palabra que define la relación de Dios con su pueblo para mí no cabe duda que es la palabra “misericordia”. He querido acudir al diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, que define misericordia como “virtud que inclina el ánimo a compadecerse de los trabajos y miserias ajenos” y también como “atributo de Dios, en cuya virtud perdona los pecados y miserias de sus criaturas”.





