El párroco omnisciente
Son muchas las cualidades que nuestros fieles nos tribuyen a los sacerdotes, especialmente a los párrocos. Yo creo que como nos ven en el altar y, nos sienten así como hombres de Dios, se piensan que nuestros son todos los atributos del mismo Dios.
Santidad. Por tanto nos exigen perfección absolutísima en todo lo que hacemos, decimos o, incluso, pensamos. El cura no se enoja, no duda, reza siempre, no se permite en su vida el fallo más mínimo. Es perfecto, aunque lo de la perfección no todo el mundo lo entiende igual.
Eternidad. El cura, y eso es así, no puede cansarse ni jubilarse. Punto. Y pobre de ti si te quejas de estar cansado.
Omnipotencia. Todo lo puedes. Incluyendo la recomendación para el trabajo del nieto, la plaza para la residencia de ancianos Tal, conseguir fondos para arreglar la iglesia, llamar a un conocido para lo del médico de Fulano. Todo lo puede el cura.

Los textos tanto de la Escritura como de la liturgia en estos días de Navidad tienen su profundidad. Quizá los teólogos y los sacerdotes pesquemos la mayoría, pero para la gente del pueblo hay cosas que no son fáciles de entender. Es verdad que uno pone todo su empeño en explicar las lecturas, aunque ese lector que decidió cambiar lo de “
Acabamos de conocer que este año el número se seminaristas en España ha vuelto a superar la mítica barrera de los mil. Así podemos leerlo en la web de la Conferencia Episcopal Española: “