No echar gota
Perdonen mis lectores el medio exabrupto, pero es que la cosa no es para menos. Leo hace un rato en prensa digital algo tan previsible como que el PSOE defiende que “es el momento” de denunciar los acuerdos con la Santa Sede. Se cuenta con ello. Y no pasa nada, no debería pasar nada, por abrir una etapa de diálogo con la Iglesia y revisar y renovar los acuerdos existentes entre la Iglesia católica y el gobierno de España. Según la prensa esto se haría en diálogo con la Iglesia católica. Primer problema. Diálogo. Qué entenderán estos por diálogo.

Desde este pasado viernes me habrán hecho esta pregunta unas decenas de veces. Y ya sabemos a qué se refiere. Evidentemente al motu proprio
Hemos tenido, del 4 al 14 de julio, un campamento católico en Braojos. Católico no por el nombre, sino por el ritmo de vida que han querido llevar.
Supongo que se habrán dado cuenta, y si no se lo hago notar, de que también en el lenguaje eclesiástico – homilético – pastoral – actual se descubre un adaptarse a las modas. Si ustedes leen hoy alguna revista religiosa de hace unos cuantos años, pongamos de los sesenta, los ochenta y ahora, lo notarán a la primera.





