Impasible el ademán y dos buenas noticias finales
Me maravillan esas personas que hacen gala de un equilibrio y una estabilidad a prueba de bombas, dicasterios, información politica y cansancio personal. Las hay que, efectivamente, mantienen impasible el ademán pase lo que pase. Quizá es que han sido educadas en el más puro estoicismo, en la impasibilidad absoluta. Luego están los que se sienten afectados por las cosas pero se lo tragan y disimulan, tal vez por aparentar una fortaleza de la que realmente carecen y vivir de una imagen que tape o al menos disimule la fragilidad de cada cual.

Hace unos días saltó a todos los medios que el cura de Basardillo y Torrecaballeros, siguiendo las normas de la Iglesia, había negado la comunión a una pareja gay conviviente.





