Rafaela dice que todo viene explicado en el reverso
Me preguntan por Rafaela. Que si estará enferma. La verdad es que lo que está es harta de coronavirus, de historias, de componendas y tomaduras de pelo. El problema es que cuando se harta, se calla, así que la hartura debe ser mucha.
Me cuenta que han tenido unas semanas a un sacerdote suplente. De mi edad, más o menos me ha dicho. Y parece que no es malo, solo que demasiado moderno en algunas cosas como dice Rafaela, pero ya sabemos cómo es esa buena mujer.
Lo de siempre que ella me dice. Un buen hombre, amable, agradable con todos, que siempre es de agradecer. Con sus libertades, que ya a Rafaela le gustan algo menos.

Distingamos, que diría un escolástico, entre pobreza personal voluntaria y pobreza institucional. La pobreza voluntaria, especialmente cuando es por el Reino de los cielos, es don de Dios y signo del Reino que vendrá. La austeridad personal por bien de los pobres es caridad cristiana. Aclarado esto, la pobreza de las instituciones, de la Iglesia en concreto, a modo de ver de un servidor, es una tristeza y una desgracia.
O al menos algunos, con la presidenta, Meritxell Batet, a la cabeza.
En Braojos estamos haciendo este año la novena a la Inmaculada que culminará el próximo lunes, día 7, con el rezo del día noveno y una solemne eucaristía de vigilia. Ayer viernes, cuando llegué a Braojos después de haber celebrado misa en Piñuécar, nevaba con ganas y la temperatura era la que se pueden imaginar. A las siete de la tarde, que es cuando comenzamos el rosario y la novena, que acabamos cada día con la santa misa, no apetecía para nada salir de casa, y menos pensando que nuestra iglesia estaría fresquita.
Lío porque aquí no hay quien se aclare.