Un obispo tirano
Hace no mucho me contaba una persona que le habían pedido integrarse en el equipo de liturgia de su parroquia: preparar las misas y eso, ya sabes, me dijo. Preparar y eso. Se me ocurrió preguntar si tendrían formación. No estaba previsto. Mi respuesta es que uno no puede pertenecer a un grupo de liturgia en su parroquia o pretender colaborar en la preparación de las celebraciones sin leerse previamente tres documentos. A saber:
- Constitución Sacrosanctum Concilium, del Vaticano II
- Instrucción general del misal romano
- Instrucción Redemptionis sacramentum
Sin leerse previamente estos documentos se puede caer en cualquier barbaridad, muy posiblemente invocando el inexistente pero siempre citado “espíritu del concilio”.

Acabo de leer el documento
Perdonen mis lectores el medio exabrupto, pero es que la cosa no es para menos. Leo hace un rato en prensa digital algo tan previsible como que el PSOE defiende que “es el momento” de denunciar los acuerdos con la Santa Sede. Se cuenta con ello. Y no pasa nada, no debería pasar nada, por abrir una etapa de diálogo con la Iglesia y revisar y renovar los acuerdos existentes entre la Iglesia católica y el gobierno de España. Según la prensa esto se haría en diálogo con la Iglesia católica. Primer problema. Diálogo. Qué entenderán estos por diálogo.
Desde este pasado viernes me habrán hecho esta pregunta unas decenas de veces. Y ya sabemos a qué se refiere. Evidentemente al motu proprio





