28.09.19

Un buen camino hacia el Paraíso: el Oratorio de San Felipe Neri en Madrid

Entrevistamos a Francisco Bendala, Hno. Secretario del Oratorio de San Felipe Neri de Madrid. La institución, como veremos en la entrevista, constituye un camino seguro para la santificación de seglares que, al igual que San Felipe Neri (grande y genial santo), aspiren a llegar… al Paraíso.

Para el que no lo conozca, háblenos del Oratorio de San Felipe Neri en Madrid.

Es la pieza fundamental y clave de nuestra institución, la Congregación de Seglares de San Felipe Neri, fundada en 1694, por lo que ya tiene a sus espaldas 325 años de funcionamiento ininterrumpido, habiendo figurado en ella, a lo largo del tiempo, grandes personajes como, entre otros y por nombrar sólo alguno, el famoso cardenal Portocarrero o el beato Bernardino de Obregón.

¿Qué espíritu anima realmente a la Congregación?

Las enseñanzas, vida y obra de San Felipe Neri, cuya santidad fue ya patente en vida –sus muchos milagros así lo acreditaron, así como los que desde entonces se realizan por su mediación–, dotado de una profundísima espiritualidad, hombre humildísimo, incansable practicante de todas las obra de caridad posibles, gran devoto de Nuestra Madre Santísima, fundador de los famosos “Oratorios”, que tantos y tan buenos santos han dado –en breve será canonizado, por ejemplo, el cardenal Newman, eminente y ferviente filipense-, Es además, uno de los santos más originales, alegres, divertidos y cercanos que tiene la Iglesia, dotado de un humor desbordante y de buen carácter, magnífico pastor de sus ovejas, a las cuales llevaba por el buen camino con dulzura, paciencia, amabilidad y enorme constancia.

¿Cuál es la función principal de la Congregación?

Originalmente la asistencia a los enfermos, para lo cual desde el siglo XVIII se instaló en el Hospital General de Madrid, hoy museo Reina Sofía. Cuando aquél cerró, la Congregación se trasladó a su actual sede en la calle Antonio Arias 17, desde la que seguimos visitando enfermos, y también mayores, a petición de ellos o de sus familiares, en hospitales, residencias o domicilios, con los que rezamos y a los que acompañamos exhortándoles y ayudándoles en tales trances.

¿Y qué más nos puede decir del espíritu filipense?

Pues mucho más, porque estamos ampliando nuestras actividades de apostolado y caridad, adaptándonos y evolucionando con los tiempos, siempre haciendo gala del espíritu filipense que nos anima, de forma que ahora también organizamos reuniones y charlas formativas, excursiones, apoyamos a instituciones y grupos católicos en sus actividades, donamos libros de espiritualidad a cárceles y otros colectivos necesitados de tan importante sustento y practicamos otras obras de caridad, siempre que tenemos oportunidad y posibilidades; igual que hizo San Felipe. Y no quiero dejar de decir que además somos el 4º Turno de Adoración Nocturna de Madrid, importantísima práctica religiosa que realizamos según los más estrictos cánones.

¿Qué actividad propiamente del carisma destacaría?

Hemos puesto en marcha dos: los “Diálogos filipenses” y el “Oratorio en oración”. La primera es calco de cómo empezó San Felipe. Reuniones de una media hora en la que los que quieran, miembros o no de la Congregación, intercambian conocimientos u opiniones sobre algún pasaje del Evangelio o tema de actualidad que afecte a la Iglesia y a la sociedad en general. La segunda es esencial, consistiendo en quince minutos de oración por alguna intención particular que nos encargan o bien que consideramos de importancia en cada momento para la Iglesia, España o el mundo.

¿Quiénes pueden forman parte de la Congregación?

Ser miembro de ella es muy fácil: católico, hombre o mujer, no importa la edad, seglar –es decir, que no tenemos votos ni promesas especiales ni estrictas, y sí nuestras propias vidas, trabajos, familias, etc.–, comprometiéndonos únicamente en profundizar en el conocimiento de nuestra Santa Fe, en la práctica habitual de los sacramentos y dedicando a las obras de apostolado y caridad que tiene en marcha la Congregación según el tiempo y el esfuerzo que cada cual puede, según sus circunstancias personales. A nadie se nos exige más de lo que queremos y/o podemos. Siempre animados del espíritu jovial, alegre y confiado de San Felipe.

¿Qué afán les mueve realmente?

Uno sólo, pero ardiente: siguiendo las enseñanzas de San Felipe Neri, trabajar por el bien de las almas y la gloria de Dios, para llevar al Cielo a las almas. Las mentes y corazones del hombre de hoy son heridos por la confusión y la paganización que caracteriza nuestro tiempo. También nos mueve la alegría que supone seguir el camino empinado que lleva a la puerta estrecha del Paraíso. Es un destino muy ansiado por San Felipe y por nosotros, único lugar en el que por fin nuestro corazón reposará con Dios en absoluta paz y felicidad por toda la eternidad.

Por último, de un mensaje final para el que quiera conocerles…

Quiero animar a que nos conozcan sin compromiso alguno, para lo cual pueden contactar a través del correo [email protected] o llamar al teléfono 638.077.396 ¡No se arrepentirán!

Javier Navascués

1 comentario

  
enrique Cheli Pedraza
/ Rogamos,para pedir la intercesión de san Felipe Neri(Florencia 1515- 1595+ )y,al igual que el, nos encomendemos con total confianza a la Providencia,dediquemos tiempo a la oración para ser fortalecidos espiritualmente y estar desde ya preparados a lo que viene.
/Oramos,para que inspirados en la ejemplaridad ,virtuosismo y heroicidad de su vida,también nosotros comprendamos,que,la fuente de toda realización,sabiduría y plenitud se halla en el encuentro con Jesús a través de su Mensaje,junto a la consagración a María como mediadora de gracias,favores y bendiciones y seamos "beneficiados" ( espiritual,mental y físicamente)a través de su don de curación,quien, ayudó a sanar muchos enfermos.
/ Imploramos,para que al tanto de lo que le tocó enfrentar,semejante a nuestro tiempo de ateísmo,hedonismo y apostasía,desbocados,tras las novelerías,vanidades y ostentaciones de la mundanidad,tan alejados del mundo del Espíritu,de lo sobrenatural e invisible a nuestros ojos, instalados en estilos de vida,que,contradicen la Voluntad de Dios a través de los 10 Mandamientos,4 Evangelios de Jesús y advertencias de la Virgen,nos esforcemos en no desistir en contribuir a la evangelización de la cultura,Pascualización de la Historia y ser sembradores de eternidad,participando en las obras de Misericordia,q,se nos proponen en Mt 25 .
Instituto
Nuestra Señora de las Américas
[email protected]
Argentina
30/09/19 3:05 AM

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23.09.19

Curso de oración según el método de San Ignacio de Loyola por Agnus Dei Prod

Sin oración no hay salvación. “El que ora ciertamente se salva, el que no ora ciertamente se condena” (San Alfonso María de Ligorio). 

Siendo, por tanto, de vital importancia la oración para nuestro destino eterno les invitamos a ver el documental, cuyo enlace aparece al final del texto: CURSO DE ORACIÓN: SEGÚN EL MÉTODO DE SAN IGNACIO DE LOYOLA, un trabajo de Agnus Dei Prod de la mano del P. Juan Manuel Rodríguez de la Rosa.

¿Por qué este curso de oración?

La Iglesia, Madre y Maestra, nos ha enseñado a lo largo de su dilatada tradición la forma de orar, proveyendo a los fieles de formas y métodos de oración distintos, todos avalados por la sabia experiencia y juicio de su autoridad. Los grandes maestros de la vida interior, San Juan de la Cruz, Santa Teresa de Jesús, San Ignacio de Loyola, etc., nos san dejado su ejemplo de vida y su guía para vivir la oración y el trato íntimo con el Divino Maestro.

Los métodos de oración que San Ignacio legó a la Iglesia en su Ejercicios Espirituales son una inagotable fuente de santidad, constatados por siglos de experiencia y frutos se santidad. El método ignaciano es hoy, como ayer, insuperable medio para iniciarse en la vida de oración, aprender a orar para iniciar el tan deseado y necesario camino interior.

No podremos amar al Señor ni sentir su Amor sino tratamos con Él en la intimidad de la oración, en el silencio del alma. En ese intimo lugar, verdadero Sagrario espiritual, donde alma y Amado se encuentran en gozosa unión espiritual.

Este curso tiene la humilde pretensión de presentar, de forma didáctica y audio visual, el método de oración ignaciano con el que cualquier alma que sinceramente desee adentrarse en la vida del espíritu, hallará las herramientas necesarias para conseguirlo.

Contacto: Asociación Lumen Cordium:  [email protected]

A la memoria de Carmen Márquez Cid (1928-2004) fundadora de la Asociación privada de fieles de oración contemplativa Lumen Cordium, maestra de la vida de oración y ejemplo de vida sencilla entregada por entero a amar al Señor en la intimidad de la oración personal. Fue vivo ejemplo de vivir en el mundo y no ser del mundo.

Supo compaginar de forma ejemplar su vida de trabajo con su vida de oración. Siempre prioritaria su oración personal, a la cual todo lo supeditaba, pues no asumía ocupaciones o responsabilidades que pudieran alterar su vida interior.

Tal como ella vivió, así trató de ofrecer el ejemplo de su vida a aquellas almas que desearan compartir con ella la misma vida. Bien puede calificarse la vida de Carmen como una vida consagrada en medio de mundo. Esa es la vida a la que se sintió llamada por el Señor cuando era religiosa; y siguiendo esa llamada dejó su Congregación para seguir otra vida “religiosa”, esta ya de trabajo y de oración en medio mundo.

Este curso de oración que presentamos sigue la línea de oración que ella vivó y quiso transmitir a quienes acudían a ella deseando aprender a orar.

No consiguió llegar a formar la comunidad de oración de almas consagradas que hubiera deseado, y por la que trabajó y se esforzó por entero. No era momento. Pero tuvo la satisfacción al menos de poder ver hecha realidad la Asociación privada de fieles de oración contemplativa Lumen Cordium, con las preceptivas aprobaciones diocesanas.

La Asociación Lumen Cordium conserva su legado y quiere seguir su apostolado de vida de oración y consagración en medio del mundo.

NO SE PIERDAN EL VÍDEO. Aprovéchenlo ustedes para su provecho espiritual y difúndalo, pues hace mucho bien a las almas.

Para ver el vídeo pinche AQUÍ

3 comentarios

  
Oscar Alejandro CAMPILLAY PAZ
Muchas gracias Don Javier por recomendarnos este material. Es excelente y hará mucho bien! Dios le bendiga
24/09/19 11:03 AM
  
pacomio
¡¡FELICITACIONES!!!por este aportr a la auténtica espiritualidad católica, en estos tiempos de confusión, incluso entre muchos « tradicionales y ortodoxos», que se desarman criticando a san Ignacio y los Ejercicios.
¡¡Gracias!!
Dios los bendiga y recompensr.
24/09/19 12:03 PM
  
Irma Rosado Sonera
Gratificante y educativo. Felicidades
27/09/19 3:42 PM

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16.09.19

Leonardo Castellani, un referente del pensamiento, que Juan Manuel de Prada puso de moda

La figura gigantesca de Castellani no era muy conocida en España hasta que Juan Manuel de Prada la puso de moda. Semblante grave y enjuto, cejas plateadas, pipa en ristre, la bufanda enmarañada al cuello, ataviado de sotana negra y boina vasca, leyendo con mirada escrutadora que penetra las entrañas de cada libro. Mente lucidísima y preclara, fiel hijo de San Ignacio de Loyola. Santo sacerdote amante de la Tradición y la sana doctrina, excelente predicador, periodista incisivo, literato brillante y genio creativo, personaje polémico por su valentía en denunciar el fariseísmo, profeta del caos actual…Es sin duda una figura riquísima, poliédrica y transcultural.

D. Daniel Francisco Giaquinta, periodista y profesor de Oratoria, tuvo la dicha de ser su discípulo y estudiar con pasión su riquísima obra. En esta sencilla entrevista nos regala unos trazos muy elementales de quien fue Castellani, a modo de canapé, para abrirnos boca y degustar su riquísima producción literaria.

¿Nos podría bosquejar una brevísima semblanza de Castellani?

Fue un buen Hijo de su padre San Ignacio de Loyola defendiendo la Tradición y la Cristiandad. Lleno de hazañas como el vasco, aunque con el tinte del criollo argentino. Fue muy varón y muy limpio, por eso ofendía a los afeminados y sucios. Fue un gran lector que analizaba con poderosa inteligencia todo lo recibido. Prendía los saberes de su causa primera y la aplicaba con dulzura a los hombres de buena voluntad. Pero a los de mala voluntad, a los fariseos, los latigaba duramente hasta echarlos del templo. Por eso lo odiaba tanto la jerarquía eclesiástica que había caído en el mal de Anás y Caifás. Fue un gran predicador tanto en la cátedra universitaria como en el Templo. Tanto es así que lo propusieron como diputado por el movimiento nacionalista tradicional, pero no llegó a ejercer. Fue un grandísimo escritor, de difusión periodística y de investigación. Abarcó todos los géneros de la literatura con más de cincuenta libros, siendo exquisito en cada uno de ellos. El fariseísmo no le perdonaría ni la Fe llena de obras ni la estética en publicitarlas.

¿Qué aportó al pensamiento católico?

Castellani fue el hombre mandado por la Divina Providencia a mi Patria y a todo el que pueda acceder a su legado para iluminar la finalidad de la vida cristiana, la Parusía. Dejó en claro que Jesús avisó que volvía pronto y que no puede mentirse ni mentirnos. Dijo Castellani a los nacionalistas argentinos que toda actividad política se supeditaba a esta realidad divina, y por ello no deja de aconsejar la resistencia en lugar del ataque. Castellani le aclara a los Tradicionalistas que la gran herejía del Fin de los tiempos en la negación del único dogma del Credo aún no cumplido, el Venturus est, el regreso de Cristo a poner la paz y el orden, los cielos nuevos y la tierra nueva, la justicia y el bien. La herejía final es bipolar y cicloide por ser tan inmanestista y antropocéntrica. Habla de destrucción total si está angustiada o de paraíso terrenal mediante la democracia y el consumo.

Lo primero en la intención es lo último en la consecución. Puesta la Parusía y la evidencia de sus signos profetizados por Nuestro Señor para los cristianos del Fin de los tiempos, entonces todo cambia, la Esperanza se vuelve feliz. Castellani irradia alegría por doquier.

Castellani enseñó que el marxismo caería fusionándose con el gran dinero de la doctrina liberal, gran pecado y herejía moderna, que dominaría todo hacia el gobierno único de la bestia del mar. Esto fue dicho en pleno éxito marxista de los años 50.

Háblenos de la rectitud y solidez de su pensamiento…

Sigue a Santo Tomás de Aquino, lo traduce y lo comenta, lo aplica a la Sagrada Escritura, lo aplica a la Política, lo lee y lo relee. Arruga la nariz cuando aparecen los vocabularios nuevos en Teología. Como herramienta para penetrar en el Angélico, tiene una formación filosófica aristotélica exquisita y conoce a los clásicos latinos y griegos como perito.

Y por su talento para los idiomas, de los que domina nueve lenguas, lee la Patrística en sus originales, lee los doctores de la Iglesia, lee los poetas fuertes de todas las épocas traspasándonos el gusto por Dante, por Manzoni, por Claudel, por Chesterton, por Cicerón, por Martín Fierro al que repara contando su propia autobiografía en La Muerte del Martín Fierro, por Cervantes, por Shakespeare, por Menéndez y Pelayo, Pemán, Pereda…

Y lee también la heterodoxia para combatirla avisándonos de los peligros en Theilard de Chardin y en los contemporáneos que nadie podía ni oler en aquellos tiempos. Vio caer en el liberalismo a su querido amigo Maritain y nos dijo que el antropocentrismo era el grito de la Bestia de la tierra y el croar de las Tres Ranas apocalípticas.

¿Cómo fue su devoción, su santidad de vida?

Fue suspendido a divinis por los jesuitas y el Papa ratificó la condena mientras que a Theilard de Chardin lo absolvían, siendo Castellani ortodoxo y Chardin heterodoxo. En ese momento no dejó de escuchar Misa como un fiel más, arrodillarse para recibir la Comunión, vivir de limosnas, viajar precariamente, mendigar habitación, y producir, producir, producir…

Atesoraba una devoción a María Santísima que emociona en sus sonetos y prédicas. Rezaba el Santo Rosario completo, los tres misterios, cada día caminando y muy concentrado.

Él mismo definió a un santo como “aquél que en todo momento y en cualquier circunstancia sigue la voz del Espíritu Santo”. Castellani esto lo hizo vida.

¿Es suficientemente valorado hoy en día?

Tendré que distinguir. Si la pregunta se dirige al pueblo fiel, que conserva la Fe o desea fomentarla, la respuesta es sí, Castellani allí es valorado, buscado, reeditado, difundido en páginas web, consultado, regalado a los amigos…

Pero si la pregunta se refiriere a si ha tenido alguna especie de alabanza de su persona y de su obra por parte de la Jerarquía, la respuesta es muy negativa. Hasta algún jerarca bien formado escapa a Castellani o lo rotula como genio algo peligroso y lo evita, lo mata con la indiferencia, desaconseja sus libros. Te diría, que así debe ser, que “está en el contrato evangélico”, como describía el P. Ezcurra a las cruces donde los falsos hombres de iglesia crucifican a los santos.

Además de su profunda obra religiosa, ¿Podría hablar de sus escritos culturales y profanos?

Los libros de Castellani tienen buen humor y esto los hace muy humanos sin teologúmenos etéreos. Sabe reírse de lo ridículo sin ofender a las personas. Apoda al padre del evolucionismo filosófico como Telar del Cardón, o es la demo-caca-racia el mal liberal, y los conserva-duros son la mejor expresión del puritanismo autóctono, y el marxismo es ese bichito coloradoque pica tan fuerte y nació del liberalismo.

Al humor se le suma esa penetración del Arte, tanto de la imagen estética y de la cinética como de la música, dejando opúsculos luminosos de Crítica Literaria. La incapacidad del hombre masa de disfrutar de lo bello le hará escribir sobre el semianalfabetismo, el mal gusto, la decadencia actual del hombre ético hacia el estético, sin detenerse hasta el hombre que consume el locro mirandolesco de la diletancia periodística. Define al fanatismo como esa incapacidad de ver la virtud o la veracidad en la postura contraria. Entonces Castellani mira la vida real y nos lega semblanzas de policías heroicos, de maestras rurales abnegadas, de curas sabios de pueblo, de santas como Thais de Alejandría sumamente anti-marketing…

¿Qué libros de Castellani recomendaría a aquellos que quieren empezar a conocer su obra?

Castellani no tiene escalonamiento en su obra, se le puede entrar por cualquier lado, como al asado pampeano. Es un publicista por naturaleza: toma un tema con motivo social, lo mira desde la teología, baja por la política, lo connota en su razón moral y lo potencia para la utilidad mística del lector. Pongo por ejemplo el fariseísmo en la Iglesia –Cristo y los Fariseos- como cáncer y causa fundamental del enfriamiento de la Caridad. Es decir, sabe hacer sencillo lo intrincado en cualquier género literario que encare. Sí tiene una saga temática, a mi parecer, sobre el Fin de los tiempos que valdría la pena seguir con cierto orden, aunque no es necesario. Me refiero a los cuatro o cinco libros sobre los temas apocalípticos que habrían de comenzarse por Cristo ¿vuelve o no vuelve?, seguir con los Papeles de don Benjamín Benavides, luego el Apocalipsis de San Juan para terminar esta saga con su Majestad Dulcinea.

En Psicología, capta la profundidad ignaciana en La Catarsis Católica en los Ejercicios Espirituales de San Ignacio, su tesis doctoral, que acallaría a tanto detractor. Otros libros recomendables son Psicología Humana y también Freud en cifras nos muestran un perito muy acicalado en trabajo de campo.

 

Javier Navascués

25 comentarios

  
nadie
Podría darnos un listado de libros imprescindibles de leer y donde los podemos encontrar?. Gracias
16/09/19 8:13 AM
  
Palas Atenea
La idea de fariseo que tenía Castellani no es precisamente la idea de fariseo que tienen los modernistas, mas bien es la contraria.
Hay que tener en cuenta que el fariseo es siempre lo que uno no es y la acusación al otro. La única manera de demostrar que uno no es fariseo está en el padecimiento que sea capaz de soportar siendo abajado, Castellani en ese sentido tenía muchas razones para hablar de fariseísmo, pero el que va con los tiempos y las modas y dice lo que le da la gana dentro de la Iglesia Católica sin arriesgar nada no puede acusar a otro de ser un rígido fariseo, Castellani se ganó con creces el poder hacerlo.
Es un maestro de la lengua española que adopta, con gracia particular, todo tipo de criollismos y un poco difícil de leer para los españoles que no conozcan bien la historia y literatura argentina por las continuas alusiones que hace a políticos y literatos poco conocidos aquí. Si a eso le sumamos sus amplísimos conocimientos en otras lenguas nos encontramos conque es un autor que parece escribir a la pata la llana pero que es engañosamente fácil o engañosamente difícil, según se le mire. En este aspecto tiene cierto parecido con Chesterton, que también requiere un mínimo de conocimiento de la literatura y la política inglesas.
Tuvo necesariamente que ser un hombre muy interesante y particular porque se permite unas licencias muy graciosas como escribir Kirkegord o Simona Weil con un punto de ironía que no trata de desprestigiar ni al uno ni a la otra porque no era, precisamente, Kierkegaard alguien al que se pudiera acusar de fariseo y por eso le tenía afecto de aquella manera que él lo expresa.
Leer a Castellani es refrescante por un lado, pero como tiene una melancolía oculta que lo hace admonitorio, hay mucho de profético en él.
Es capaz de ver en los Evangelios cosas que otros no ven, que curiosamente no son heterodoxas, como el hecho de que en ciertos pasajes del Evangelio Jesucristo pudiera haber utilizado la ironía. Utilizar la ironía no es despreciar al otro, cuando se desprecia al otro simplemente no se le contesta y Jesucristo (lo he verificado con los Evangelios) contestó a todo el mundo excepto a Herodes, la Raposa.
No se parece a nadie, es original, y eso en estos tiempos es una cualidad tan rara que no me extraña que impactara a Juan Manuel de Prada.
16/09/19 9:16 AM
  
javierrr
Yo ciertamente he leído artículos de D. Juan Manuel de Prada hablando de Castellani pero todavía no he leido nada. Tras leer este artículo me hago proposito de hacerlo.
Al respecto, ¿dónde se pueden conseguir sus obras o partes de las mismas?
16/09/19 9:37 AM
  
Santiago Pizano
Javier, el padre Javier Olivera te puede dar una mano. Un abrazo en Cristo Nuestro Salud-Dador como diría el padre Leonardo Castellani.
16/09/19 12:35 PM
  
David
¿Cómo sobrevivir intelectualmente al siglo XXI? editado por Libros Libres, tiene una recopilación de algunos de sus mejores artículos, precisamente por De Prada. Hay una segunda obra, cuyo título no recuerdo ahora.

Por cierto, en una primera lectura de esta entrevista, me parece que no queda claro que -si no recuerdo mal- su suspensión fue levantada y murió como sacerdote de Cristo
16/09/19 2:52 PM
  
Juan Donnet
Excelente la revindicación de Castellani Javier. Uno de sus mejores libros es el Evangelio de Jesucristo. Bendiciones.
16/09/19 3:02 PM
  
Anastasia
javierrr.....en el blog del p. Olivera: Que no te la cuenten, que publica Infocatólica, tiene una sección libros que recoge en pdf gran cantidad de libros de Castellani. Puede bajarlos de ahí. Nunca será como el libro en mano por supuesto. Yo le recomiendo: El Evangelio de Jesucristo, de p. Castellani, con un estudio preliminar sobre las sagradas escrituras y luego unos sermones dominicales sin desperdicio.
16/09/19 3:21 PM
  
Palas Atenea
Fue levantada por San Juan XXIII.
16/09/19 3:27 PM
  
Palas Atenea
Yo de Castellani he leído "El Evangelio de Jesucristo" de Ediciones Cristiandad, el "Apocalipsis de San Juan" y ahora estoy leyendo "Los papeles de Benjamín Benavides", ambas publicadas por Homolegens. Las dos últimas se encuentra también en PDF.
El primer libro son comentarios a las lecturas del Evangelio dominical, que siguen el orden anterior al VII. Los dos últimos son obras escatológicas. Probablemente su visión de la escatología pudo tener que ver con su expulsión de la Compañía de Jesús y su secularización porque ese siempre ha sido terreno resbaladizo.
En la figura de Don Benja, es decir del personaje de su extraña novela Benjamín Benavides, el judío converso, Castellani ironiza sobre el asunto del milenarismo que asusta al clérigo católico, supongo que también un personaje de ficción. Castellani no es milenarista pero no los estigmatiza porque hay que tener en cuenta que ni siquiera el más famoso de todos ellos, Joaquín di Fiore, fue condenado por la Iglesia, anduvo en la cuerda floja, pero nada más. Y Castellani no se pronuncia sobre esa cuestión.
16/09/19 3:47 PM
  
Sebastián Isael Pla Martorell
Aquí artículo de Monseñor Barriola desenmascarando el milenarismo de Castellani.
Imprescindible:
https://mercaba.org/Enciclopedia/R/reino_de_mil_anios.htm
16/09/19 4:43 PM
  
Pedro
San Pio de Pietrelcina dijo de él, es un profeta. Ayudenlo!!!! También padeció cáncer de garganta , llevado como santo.
16/09/19 8:33 PM
  
Palas Atenea
No hace falta leer a nadie para saber si era milenarista o no, lo mejor es leer a Castellani y sacar tus propias conclusiones.
16/09/19 9:03 PM
  
Anastasia
Martorell.... no sé quién es el tal mons.Barriola. Pero si lees los textos del p. Castellani veras que no hay nada condenable. Y no hay que olvidar que como enseñó san Agustín: el primer sentido de la Escritura es el literal. Aún así Castellani está lejos de enseñar un reinado de Cristo al estilo judaico como pretende Barriola .
16/09/19 9:57 PM
  
Carlos Bockor
Perdón Martorell no se a que va su comentario. El mismo Monseñor recibió la estatuilla Don Leonardo Castellani el el 2014.
16/09/19 10:03 PM
  
Anastasia
El problema de monse. Barriola es que desconoce el tipo y el anti tipo de una profecía.
16/09/19 10:13 PM
  
Chico
En Qué no Te La Cuenten tenéis casi todos los libros de Castellani. Id al blog del P. Javier Ravasi y ahí los tenéis. Y otra cosa muy importante: Castellani amo intensamente a EspañA ya la cultura española y al Quijote y defendió la Cruzada española del 36. Es un autor que debe ser muy conocido hoy en España. Lástima que casi nadie lee cosas serias
16/09/19 10:52 PM
  
Manu
Me parecen muy interesantes las aportaciones de Palas Atenea, me ha permitido conocer un poco más a Castellani. Mi conocimiento de este personaje tan singular y valioso es más bien bajo, tan solo a través de los artículos de Juan Manuel de Prada.
Por mi parte decir que comparto sobre todo con Castellani el afecto por kierkegaard.
16/09/19 10:58 PM
  
Rexjhs
Aconsejo vivamente leer a Castellani. Yo le he leído muchísimo y fue pieza clave en mi conversión y en el reconocimiento del fin de los últimos tiempos en los que vivimos. Pronto vendrá Cristo, no sin antes pasar por la gran apostasía (que ya está en acto), el falso profeta o bestia de la tierra y el anticristo político o bestia del mar. Urgente leerle para quien no lo haya hecho. Empiecen por los cuatro esjatológicos que menciona el texto. Por cierto: en su Majestad Dulcinea habla castellani de dos papas a la vez: uno auténtico y otro falso.
17/09/19 9:32 AM
  
Chico
Argentina nos ha dado al mundo hispánico en el siglo XX pensadores católicos de una muy alta talla espiritual e intelectual. Superiores a Ortega.Lastima que apenas se los conozca
17/09/19 2:40 PM
  
Nacho
El ya fallecido Mons. Antonio Quarracino, que fuera arzobispo de Buenos Aires a principios de los '90 del siglo pasado, afirmaba entonces que consideraba al P. Castellani como el mayor escritor religioso de la Argentina.
18/09/19 1:33 AM
  
Javier
Un curioso personaje Castellani, pero sin la trascendencia de Joaquín di Fiore; lo digo ya que el nombre de éste último ha sido mencionado. Hoy, es casi seguro, que Castellani y su reducida fama son mejor conocidos que Joaquín di Fiore, pero Joaquín fue una figura estelar del siglo XII, y del XIII. Su suerte es parecida a la de Cornelius Jansen, lo digo en el sentido de que su condena y las disputas que su legado ofreció fueron póstumas, ni Jansen ni Joaquín pudieron prever las turbulencias que algunas de sus palabras, bien o mal interpretadas, habrían de originar.
18/09/19 8:34 PM
  
Daniel
Para quienes no saben quien es monseñor Barriola, les comento que es un asiduo comentarista de infocatólica, entre otras cosas es doctor en biblia.
19/09/19 9:02 PM
  
Luis Piqué Muñoz
Juan Manuel de Prada es un Gran Escritor y Católico, y los también Católicos que Recomienda fervorosamente, como Castellani sirven con su Lectura y Conocimiento para Evangelizar y aprender ¡Amor y Sabiduría! ¡Viva Castellani! ¡Viva Juan Manuel de Prada! ¡Viva el Papa! ¡Viva la Iglesia! ¡Viva Dios!
20/09/19 6:36 PM
  
Mercedes
Antonio, no sé qué entiende ud por obediencia... Repase Santo Tomás.
24/09/19 7:57 PM
  
Emilio Jesús
"Castellani enseñó que el marxismo caería fusionándose con el gran dinero de la doctrina liberal, gran pecado y herejía moderna, que dominaría todo hacia el gobierno único de la bestia del mar. Esto fue dicho en pleno éxito marxista de los años 50."
Sería Ud. tan amable de enviar al Email: [email protected], en donde puedo encontrar esta afirmación del padre D. Leonardo Castellani.

Agradecido de antemano, le saluda
Emilio Jesús
21/08/21 1:33 AM

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9.09.19

Según Pío XII, la Señora de Fátima de Rafael Gil hizo más por la fe que muchas predicaciones

José Antonio Bielsa Arbiol, historiador del arte y graduado en Filosofía, es un apasionado del cine clásico, especialmente de aquel cine que es portador de las esencias católicas de España. En esta entrevista habla de Rafael Gil, uno de los directores fiel a esos grandes ideales patrios y que hizo mucho por la fe en España con obras como La Señora de Fátima, según reconoció S.S. Pío XII.

¿Quién fue Rafael Gil y su importancia en la historia del cine español?

Fue uno de los mayores creadores de la cinematografía española. Por derecho propio, lo situaremos entre los diez grandes realizadores de nuestro cine, del arco que va de un genio inevitable como Luis Buñuel a un artesano de la categoría de Florián Rey. Sin los 67 largos del madrileño Rafael Gil Álvarez (1913-1986), dirigidos durante cuatro décadas, una parte esencial de la historia del cine español quedaría sin explicar, resultando mutilada, incluso ilógica en su discurrir. Por todo ello, y tanto por su faceta de director como de escritor, Gil es realmente un puntal del cinema español, a cuyo lado ciertos falsos prestigios de nuestro tiempo se derrumban cual colosos de arena.

Si bien no está al nivel de los grandes genios mundiales sí que hablamos de un gran director…

Si cuando hablamos de “gran genio” del cine estamos pensando en un Buñuel, en un Fellini o en un Bergman, por citar los primeros autores que nos pueden venir a las mientes, desde luego que Gil no podría insertarse en tal nómina, pues sus películas, aunque excelsas muchas de ellas, no tienen ese sello impar que diferencia incluso en sus obras menores a los cineastas geniales de los meramente sobresalientes, de los que Rafael Gil es claro ejemplo. Omitiendo esto, Gil es un realizador magnífico, que se vale por sí mismo, sin cotejos ni comparaciones con terceros, y aunque su estilo es fluctuante década a década, el trabajo de realización presenta el máximo grado de elaboración en la cinematografía española de los años 40 y 50. Como escritor, su oficio de guionista es sobresaliente, por lo que debemos considerarlo uno de los mejores adaptadores cinematográficos de obras literarias prestigiosas que ha tenido el cine español, llevando a la pantalla textos de Cervantes, Fernández Flórez, Pedro Antonio de Alarcón, Palacio Valdés, Pérez Galdós, José Echegaray o Unamuno, entre otros muchos.

¿Cuáles son las principales características de su cine?

Ante todo, la solidez de su puesta en escena, que oscila entre el clasicismo de sus mejores tiempos con un noble academicismo de buen cuño, propio de su período de decadencia (que por cierto coincide en términos globales con la decadencia del cine en general). Tras lo absoluto de la puesta en escena, cuya caligrafía desarrolla con mano diestra durante los años 40 y 50, todos los demás elementos de su cine se van cohesionando en un todo uniforme, dando como resultado una excelente calidad integral, muy superior a la media del cine español: sobria planificación, justificados movimientos de cámara, coherente iluminación, decorados excepcionales y con pátina, actores muy bien dirigidos, plena valoración del diálogo dado su oficio como guionista, etcétera.

En resumen: hay en Gil un total control de los medios de que dispone respecto a lo que quiere contarnos; rara vez le veremos perder el control sobre la infraestructura de que dispone. Pero por encima de todo ello late una concepción cristiana del medio cinematográfico: el suyo es un cine docente, edificante y esperanzado, incluso en sus momentos más sombríos, donde el viaje de las tinieblas a la luz se plasma en no pocas ocasiones con la debida precisión estilística; basta visionar y/o analizar una obra maestra incontestable como El clavo para ratificarlo. Y esto no es fácil de conseguir, muy al contrario: requiere de un oficio fabuloso. Otra cosa es que para el embrutecido gusto actual, propio de un público que colma sus expectativas (es un decir) con cualquier cosa de Almodóvar o Amenábar, esta concepción del hecho fílmico resulte, digamos, muy arcaica y, por lo tanto, alejada de la “sensibilidad” de hoy.

Dentro de toda su carrera vivió los buenos años de la industria del cine…

Así es, al menos durante la primera mitad de su desarrollo. Su primera película, de 1942, es El hombre que se quiso matar, y es un golpe maestro; la última, Las alegres chicas de Colsada, data de 1983, y no es tan buena. El ecuador de esta filmografía lo marca sin duda El Litri y su sombra, de 1959, con guión y diálogos a cargo del propio Gil y Agustín de Foxá. A partir de aquí, la filmografía de Gil comienza a decaer en calidad, virando siempre hacia el cine más comercial del momento, pese algún logro interesante de asunto taurino. La década de 1970 marca una clara reactivación de sus ambiciones de adaptador de clásicos, pero los resultados ya no son tan brillantes como en sus inicios, puesto que el clasicismo de los viejos tiempos ha mudado, repetimos, en ese academicismo funcional que lastra casi todo el cine español de la década. Los años 80 de Gil son un soplo de aire fresco en medio del gran erial en que se ha convertido el cine español, pero indignos de sus buenos tiempos, con unas divertidas (mas en el fondo amargas) adaptaciones de Vizcaíno Casas; estas películas, como Hijos de papá, De camisa vieja a chaqueta nueva o Las autonosuyas,pueden considerarse el retrato más fiel y certero de la España de entonces, por encima de filmes políticos mucho más reputados de Imanol Uribe o Basilio Martín Patino.

Una labor muy prolífica y con un cine de calidad, ¿qué películas destacaría?

El mejor Gil está en los años 40 y 50; la década de los 60, dominada por la emulsión a color, marca como hemos dicho el comienzo de su clara decadencia. No le sorprenda pues que las películas que reivindique de él se ubiquen en esas dos décadas formidables, y sean todas ellas en blanco y negro; si tuviera que escoger una docena, podrían ser las siguientes: Viaje sin destino (1942), Eloísa está debajo de un almendro (1943), Huella de luz (1943), El clavo (1944), La pródiga (1946), La fe (1947), Don Quijote de la Mancha (1947), La calle sin sol (1948), La guerra de Dios (1953), La otra vida del Capitán Contreras (1954), Murió hace quince años (1954) y La gran mentira (1956). Sin embargo, la filmografía de Gil cuenta con otra docena de títulos excelentes que podrían sumarse a los ya referidos.

¿Qué etapa le gusta más del autor?

Concedamos que la obra de Gil consta de cinco etapas diferenciadas, a etapa por década, es decir desde la década de 1940 a la de 1980. Si la década de 1950 fue la que reportó al cineasta mayor prestigio crítico, amén de nombradía comercial, sin embargo soy un firme entusiasta y partidario de sus películas de la etapa previa: los 40 de Gil son tan estimulantes y perennes como los 30 de Florián Rey, los 50 de Mur Oti, los 60 de Berlanga o los 70 de Saura. Si queremos dilucidar en todo su alcance la superdotación de Gil como cineasta, es preciso que detengamos nuestro análisis en esos 18 largos que van desde El hombre que se quiso matar a Teatro Apolo, de 1950. ¡18 películas en menos de una década! Y todas ellas excelentes o, en su defecto, notables a lo menos. Pensemos que el maestro Berlanga, por ejemplo, rodó el mismo número de películas, pero no en 9 años, sino en casi medio siglo. Y no, no quiero hacer comparaciones, pero es un hecho que la poca estima crítica que suscita Gil entre el grueso de la crítica imperante no se corresponde con sus grandes y muy reales méritos. Debemos dar la razón a Juan Manuel de Prada, cinéfilo curtido, cuyo dictamen sobre Gil suscribimos: “no creo que exista un filmografía tan abundante en títulos memorables [en el contexto del cine español] como la de este fecundo galeote de la cámara” (Los tesoros de la cripta, 2018, p. 144).

Un cine serio y comprometido con los grandes ideales católicos, tan presentes en la España de esa época…

Ya lo creo. Era una época extraordinaria, en la que la gente del cine y las letras hablaba entre sí, anteponiendo la dignidad global del producto a la instrumentalización de éste a manos de los productores y los intereses del mercado, que también existían, pero de una manera antitética a la actual. Y es que además había una clara responsabilidad social por parte de sus artífices, un esfuerzo por reforzar a través del cinema los valores de la Patria y los derechos de Dios. Cualquier moderno descreído y tolerante, lector de las actuales revistas de cine, se sonrojará al oír esto. ¡Allá él o ella!

Profundamente creyente, esto se palpa en su cine…

Desde luego. Tal y como divulgó el mejor estudioso del cineasta, Fernando Alonso Barahona, autor de dos excelentes monografías sobre Gil, éste fue un católico practicante poseedor de una sólida formación, que hacía profesión explícita de su fe, trasvasándola al medio, en cuyas manos éste adquiría un potente y muy significado alcance evangelizador. A lo largo de la historia del cine han descollado grandes cineastas católicos, como John Ford, Alfred Hitchcock, Henry Hathaway, Frank Capra o nuestro José Luis Sáenz de Heredia, pero pocos han hecho tanto por la doctrina católica como Rafael Gil. El ciclo de cine religioso de Gil, integrado por seis títulos esenciales para aprehender la doctrina católica, es uno de esos hitos medulares de la industria española de los años 50 por hacer un cine docente y evangelizador: La señora de Fátima (1951), Sor Intrépida (1952), La guerra de Dios (1953), El beso de Judas (1954), El canto del gallo (1955) y Un traje blanco (1956), a las que cabría sumar por su entidad político-religiosa la extraordinaria Murió hace quince años (1954), son brillantes ejercicios de estilo al tiempo que magistrales lecciones de doctrina social de la Iglesia e Historia sagrada. Los asuntos de los capiteles románicos o las vidrieras góticas tienen en el siglo XX su más certera plasmación audiovisual en estas películas de Gil con guiones de Vicente Escrivá. Es un caso único, realmente único, en la cinematografía mundial.

La Señora de Fátima, quizá una de sus películas religiosas más representativas…

Fue tal su repercusión, que hasta el mismísimo Papa Pío XII concedió una audiencia privada a Gil, comunicándole que con aquel filme había hecho más por la fe que muchos presbíteros desde los púlpitos. Y es que el cine, en las mejores manos, no sólo es un certero instrumento de poesía, sino la más poderosa forja de almas imaginable. Desde luego que La señora de Fátima fue el gran timbre de gloria de la carrera de Gil, la más exitosa no ya de sus películas religiosas, sino de su filmografía, y por ende es un título harto representativo.

¿Por qué recomendaría ver el cine de Rafael Gil?

Simplemente para estar al tanto de lo que fue el cine español; lo que fue y ya no es, ni será. Basta asomarse a la cartelera española de hoy y comparar lo que se hace con lo que se hacía: la actualidad cinematográfica es desalentadora… Frente a este cine impotente, mezquino y bastardo de hoy, sin entidad fílmica salvo honrosas excepciones, la filmografía de Gil es una sonora refutación de que el denostado cine del franquismo fuera aquel cementerio de fósiles cacareado por Juan Antonio Bardem en aquellas estériles Conversaciones de Salamanca. La comprada crítica actual, pese a excepciones como Fernando Alonso Barahona, ha tratado a Gil con manifiesto desdén, chulería e incluso desprecio autosuficiente. Tomemos la célebre Guía del Cine en su última edición (6.ª), el diccionario de películas más consultado por los cinéfilos españoles, y leamos alguno de los comentarios, casi siempre desdeñosos, sobre las películas de Gil; a propósito de la excelente Tierra sedienta, podemos leer: “Uno de los pocos títulos medianamente presentables de su prolífico autor”. Ya va siendo hora de demoler este muro de prejuicios… Por eso es preciso ponerse manos a la obra: estas películas deberían ser conocidas y difundidas.

¿Qué aporta realmente este autor?

Dignidad y mucho oficio, dos términos que en la vida, como en el arte siempre deberían ir de la mano, además de sana doctrina cristiana, por supuesto. ¿Se puede pedir más?

Javier Navascués Pérez

4 comentarios

  
Joaquín
Respeto a Pío XII y respeto lo que Rafael Gil quiso hacer. El problema es que lo que Gil quiso hacer no era lo que hacía falta en una España de los años 50 que estaba cambiando a marchas forzadas casi delante de las narices de la Iglesia y el régimen franquista sin que estos se dieran cuenta (recordemos: popularización masiva del fútbol, llegada de la televisión, emigración en masa a las ciudades, aumento gigantesco del número de universitarios, emigración a Europa, turismo y muchas cosas más). ¿Qué respuestas desarrolló la Iglesia de aquellos años a todos estos fenómenos? Por desgracia, nada que fuera mínimamente útil. ¡Ni siquiera fue capaz de dar su opinión cuando el ministro Arrese se la pidió en relación con su abortado proyecto de constitución franquista?
09/09/19 1:43 PM
  
Carlos Andrés
Enhorabuena, por esta entrevista sobre cine de España tan diferente a otras muchas
09/09/19 2:11 PM
  
Chico
?Cine hoy en EspañA? . Pero si nadie ve películas españolas.
09/09/19 7:54 PM
  
Luis Piqué Muñoz
El Cine Español Clásico, los 40, 50, 60, en General es mediocre ¡lo siento! ¡pero tuvo un puñado de Buenos Directores como Rafael Gil y Grandes, Enormes y cuantiosos Actores y Actrices! Por ello es la Epoca Dorada ¡no sólo de Hollywood, sobretodo los 50! sino también del Cine Español ¡Frente a la abominación del pseudo Cine Español moderno ¡que sólo Pervierte y Aburre, con Profesionales mediocres y engreídos! ¡como todo el Cine en el Mundo moderno, que desde la última Obra Maestra del 73 Jesucristo Superstar desapareció rápidamente! siendo concienzudamente destruído por el Poder Infernal ¡Satán! como también todo el Mundo del Arte ¡Ay! ¡Gloria a Rafael Gil y el Buen y ¡Ay! hoy despreciado y vilipendiado Cine Católico, y a todos esos Hombres y Mujeres que nos hicieron disfrutar con el Gozo del Espíritu Santo ¡emocionarnos y Reír! de su Eterno e Infinito Talento! ¡Viva el Cine Clásico! ¡Viva el Talento! ¡Viva la Santidad! ¡Viva Dios!
20/09/19 6:32 PM

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2.09.19

La inmadurez del hombre moderno y la infantilización de la sociedad. Entrevista a César Félix Sánchez

César Félix Sánchez Martínez es profesor de filosofía del Seminario Arquidiocesano de San Jerónimo (Arequipa, Perú). Es miembro de la Sociedad Internacional Santo Tomás de Aquino. Ha escrito diversos artículos en revistas de investigación sobre materias filosóficas e históricas. En esta entrevista nos habla de la inmadurez del hombre actual y de la infantilización de la sociedad.

¿Cómo se puede definir la madurez de una persona?

La tradición clásica, especialmente Platón en República –que, contra lo que dicen algunos como Karl Popper, no es un plan para un estado totalitario, sino una conversación, en ocasiones humorística, sobre cómo ser virtuoso en una sociedad hecha de hombres fallidos – nos presenta al hombre justo como el hombre verdaderamente libre, pues en él lo superior gobierna a lo inferior; a diferencia del hombre tiránico, que es el peor de los esclavos, pues es esclavo de lo peor de sí y por ende es el más miserable e infeliz de los hombres, aunque no lo parezca (583b).

Estamos ante la eudemonía aristotélica, que es la perfección del hombre: conocer la Verdad y querer el Bien. En ese sentido, toda persona que tienda hacia estos fines será perfecta y, por tanto, madura. Maturus etimológicamente nos remite a “estar a la sazón”, “estar a punto”, “alcanzar la perfección”.

Pero a la madurez humana ha de acompañarle también cierta internalización de los principios morales y un especial desarrollo de la virtud de la fortaleza, en cuanto a su doble faz de perseverancia y paciencia. No es ya la mera bondad sencilla de la infancia, sino implica la capacidad de poder resistir los embates externos e internos y mantenernos en nuestro curso de acción. Usualmente, estos elementos han acabado, por su condición fundamental, en convertirse casi en sinónimos de madurez. Además, es muy necesaria para la vida espiritual, en especial en una época como la nuestra.

¿Por qué hoy en día tenemos individuos cada vez más inmaduros en la sociedad? ¿A qué podemos atribuir los llamados adultescentes o el síndrome de Peter Pan, que parecen estar muy de moda en el Mundo Occidental actual?

En efecto, como usted dice, hay una epidemia de inmadurez en la sociedad: los adultescentes o el famoso síndrome Peter Pan, que presenta como ideal de vida para personas de toda edad el mantenerse en un estado de perpetua adolescencia.

Cabe recordar que la visión de la adolescencia que ahora se maneja es bastante reciente, como lo demuestra el documental Teenage (2014), y surgió a raíz de los graves desequilibrios y crisis posteriores a las dos guerras mundiales en el mundo occidental. Es a partir de ese momento que aparece en Occidente una “cultura juvenil” distinta a la cultura de los padres. Antes, la transición entre la infancia y la adultez era relativamente rápida y se esperaba del joven que, de acuerdo a la prudencia, diese pronto sus primeros pasos como persona madura y responsable. Los desequilibrios fisiológicos-sicológicos que acompañaban a la pubertad y al final de los estudios básicos o del periodo de aprendizaje eran sobrellevados rápidamente y casi sin que el nuevo adulto se percatase.

En el tiempo de nuestros bisabuelos nunca jamás se habría visto como un bien: 1) magnificar los casos patológicos de crisis de identidad y rebeldía adolescentes (con su correlato de inestabilidad psíquica) y convertirlos en la «adolescencia» normal y 2) divinizar y universalizar este falso concepto patológico y convertirlo ya no solo en una nueva “edad” del hombre sino en la edad axial, principal, fundamental; suerte de piedra de toque ante la que la niñez, la adultez y la vejez deben comparecer para saber si en verdad están siendo bien “vividas”.

¿Y cuáles son las causas de esto?

Podemos señalar dos causas principales de este fenómeno, estrechamente vinculadas:

En primer lugar, la apoteosis del hombre-masa. José Ortega y Gasset en La rebelión de las masas (1926) -libro profético y más que vigente – realizaba lo que denominaba el “diagrama sicológico del hombre-masa”, esa suerte de arquetipo humano moderno que amenazaría con arruinar la cultura y la sociedad. Hay dos rasgos principales en él: «la libre expansión de sus deseos vitales –por tanto, de su persona –y la radical ingratitud hacia cuanto ha hecho posible la facilidad de su existencia. Uno y otro rasgo componen la psicología del niño mimado». Es el mismo “hombre tiránico” de Platón, esclavo de sí mismo.

Hasta hace algún tiempo, las tendencias culturales del hombre-masa eran contrapesadas por la supervivencia de una cultura tradicional basada en la jerarquía y en los trascendentales: la cultura clásica cristiana, que atraía, restringía y elevaba a los sujetos modernos, evitando que se degeneren y “coagulando”, por así decirlo, las tendencias culturales degradantes en ámbitos restringidos de intelectualizados decadentes (los beatniks o los llamados “existencialistas”, en los 50, por ejemplo). Además, la cultura cristiana tradicional protegía instituciones naturales como la familia monógama, la maternidad, la paternidad e incluso la idea misma de educación.

Cuando la cultura cristiana entra en crisis, nada puede salvar ya a las sociedades occidentales del imperio espiritual del hombre-masa. Sus deseos carnales, asociales y sin límites, acaban convertidos en “derechos”, sus raptos de desorden mental y espiritual en “arte”, sea de vanguardia o de consumo pop. Marcel de Corte advertía ya respecto a una época en que los hombres clamarían por ser más libres, pero a la vez acabarían por ser más parecidos entre sí que en ningún tiempo. Y así llegamos a la realidad actual, donde la fealdad y el desorden han llegado a un nivel inédito en los ámbitos públicos.

En este punto, es curioso realizar un ejercicio muy fácil. Revise usted cualquier canción popular española de antes de 1975 en youtube y mire los comentarios de las personas: todas, jóvenes, viejos y niños, sostienen al unísono que «esa sí era música» y se manifiestan asqueados unánimemente por la hipersexualización de la música popular y su calidad infrabestial. Sin embargo, el reggeaton y la llamada “música urbana”siguen vendiendo millones de discos y enriqueciendo a sus perpetradores. La gente está asqueada de esa cultura de masas radicalmente inmadura pero no puede salir de ella.¿En qué ejemplos concretos se ve todo esto con claridad?

Hay un sinfín de ejemplos cotidianos. Todo proceso de deterioro cultural –que ocurre cuando algún error antropológico alcanza hegemonía – acaba siempre por degenerar. A la juvenolatría de la década de 1970, 1980 y 1990, le ha sucedido una curiosa y muy perversa mezcla de infantilización y sexualización en los ámbitos de la cultura de masas.

La adolescencia patológica se manifiesta por una crisis radical de identidad, una rebeldía violenta contra cualquier amenaza contra el precario y débil yo del sujeto y una tendencia hacia la turpitas, hacia la práctica de vicios concupiscibles como la pereza y la lujuria e irascibles como la ira. Ya podemos ver lo que ocurre cuando la adolescencia patológica no solo se universaliza y normaliza, sino se convierte en un paradigma cultural… En la adolescencia patológica se da una regresión a estados infantiloides acompañada de caricaturas de autonomía y agresividad “adultas”: esa es nuestra sociedad actual. Una sociedad en trance de convertirse en una guerra de todos contra todos entre egoísmos infantiles y por eso cada vez más violentos. Las redes sociales han multiplicado geométricamente esta tendencia perniciosa.

Lamentablemente y especialmente en Hispanoamérica, donde a todos estos problemas contraculturales, se le une la ignorancia generalizada y ciertos complejos culturales que nos llevan a devorar todo detritus espiritual del Gran País del Norte, que llega por los medios masivos de comunicación como si fuera una garantía de sofisticación, estas tendencias se hacen presentes entre los laicos comprometidos e incluso entre clérigos. Muchas de las batallas virtuales en las que cotidianamente pierden el tiempo centenares de católicos hispánicos en las redes sociales tienen muy poco de doctrinales y acaban siendo verdaderas escenas tragicómicas de teatro del absurdo, donde el narcisismo adolescente patológico, incluso en gentes ya mayores, es lo único que sale en limpio.

Ofendidos hipersensibles y ofensores hiperagresivos a veces conviven en los mismos sujetos. Viejas y buenas costumbres del cristiano como salvar la intención del oponente, evitar los juicios temerarios y las alusiones personales y perdonar; así como antiguos hábitos viejos de la disputatio como hablar solo de lo que se sabe, ir a lo esencial, representar con honestidad los puntos de vista que se quiere refutar, definir claramente los temas y distinguir siempre entre el juicio universal y de principios y el insulto personal se descartan totalmente, en aras del monstruoso ídolo del yo desbocado. Si a eso le sumamos, por ejemplo, espectáculos como las cataratas de retratos, selfies ambiguos o de franco mal gusto acompañadas a veces incluso de frases de santos sobre la humildad pues la cosa ya toma ribetes grotescos. Lo más triste de todo es que si a las mismas personas que acaban cometiendo estos dislates se les hubiera mostrado actitudes semejantes en otras personas hace diez o quince años, probablemente las habrían censurado con acritud. Ahora están envueltas en este proceso. Esa es la capacidad de magnificación de problemas de las redes sociales en nuestros días.

¿Qué remedios pueden existir ante esta situación?

Ante todo, habría que rescatar un viejo principio de la recta filosofía ya olvidado: la importancia de los ambientes para estimular la práctica de la virtud. Contrariamente a lo que creen los liberales, ni la virtud ni el vicio son exclusivamente asuntos personales, que deban ser abandonados a la pura subjetividad del individuo. Existen ambientes que ayudan a la virtud y ambientes que la entorpecen. Me explico: ¿es posible estudiar bien viviendo en un basural? Sí, se puede, pero cuesta muchísimo más que estudiar en una biblioteca abovedada decorada con escenas de la vida de santo Tomás, por ejemplo. Hace algún tiempo ocurrió una polémica en mi país respecto al código de vestimenta de una universidad católica local. Los “progres” clamaron al cielo, acusando a la universidad de coactar la libertad de los estudiantes y de practicar una suerte de mojigatería estúpida reñida con el “espíritu científico”. El clamor era el siguiente, más o menos: «Yo puedo ir a la universidad vestido de payaso o desnudo y ser un gran estudiante». A lo que podría responderse: «Bueno, puede ser que alguien vestido de payaso pueda ser un buen estudiante, pero lo más probable es que acabe convertido en un payaso”. Algo semejante puede decirse con respecto a ambientes deshumanizantes como las discotecas o las playas masificadas. Cuesta creer que hay católicos, que se precian de ser muy fieles e incluso militantes, y que sin embargo no ven ningún problema en ello.

No soy teólogo moral y no me atrevería a señalar una culpa específica en estos asuntos, pero lo que sí sé es que una discoteca, por su oscuridad y ruido, está absolutamente consagrada a aturdir a las personas y siendo que el fin de la vida humana es cognitivo-volitivo, es decir, requiere del uso de las facultades superiores, someterse al aturdimiento de los sentidos y de las facultades voluntariamente y sin necesidad grave es esa especie de suicidio de la razón que los escolásticos llamaban stultitia o estupidez. Algo semejante puede decirse de las playas masificadas. El hombre-masa, lamentablemente preso de los engranajes agotadores del capitalismo tardío o de la misma vida urbana llena de estrés, busca estos aturdimientos y reaccionará con violencia, como un perro al que le arrebatan un hueso, si se le discute, aun teóricamente, la conveniencia de esos ambientes para su perfección.

Asimismo, con la moda: más allá de la necesaria defensa del pudor, el rebelarse contra el pret-a-porter cada vez más adolescente de las vestimentas actuales, ayuda a afianzar la integridad y madurez de las personas. Urge pues usar ropa madura, porque el hábito ayuda al monje. Tenemos la belleza impresionante de la cultura cristiana clásica, hecha precisamente para que los hombres, por la contemplación de los trascendentales, maduren para el cielo. Ahí está la solución. Si llenamos nuestra alma de cosas grandes y bellas, el vivir las virtudes morales y teologales se hará más fácil. No es puritanismo ni espíritu “amish”, es simple sentido común y mera exigencia de la razón. Saberse heredero de la Cristiandad, que engloba la sabiduría griega y el mensaje evangélico, sosegará el conflicto identitario del adolescente eterno y lo hará maduro.

De lo contrario, ¿qué podría pasar?

Nuestro Señor menciona un signo esjatológico en el Evangelio: «Y al crecer cada vez más la iniquidad, la caridad de muchos se enfriará» (Mt. 24:12). Este pasaje, en mejores tiempos, generaba cierta perplejidad en los exégetas. Pero yo creo que el padre Castellani, en su Evangelio de Jesucristo, acertó al señalar que este enfriamiento de la caridad sería la imposibilidad de la convivencia humana. Ahora tenemos el dudoso privilegio de ver cómo podría ocurrir: el narcisismo monstruoso del sujeto sin-límites posmoderno, capaz de fornicar, violar, matar, robar o gritar porque lo desea y ese deseo es lo más noble en él, pues es su única posibilidad de trascendencia. De no mediar una restauración, nos espera este abismo. La inmadurez de la cultura de masas actual es el crisol donde crecerá la iniquidad.

Javier Navascués Pérez

12 comentarios

  
Oscar de Caracas
Que hallazgo nos viene desde Perú; que nivel tan excelente.
Muchas gracias D. Javier.
02/09/19 9:27 AM
  
Luis López
No conocía a D. César Félix Sánchez, pero su lucidez me ha impresionado. Como Dante Urbina, es otra joya intelectual católica que nos llega de ese maravilloso país hermano.
02/09/19 9:52 AM
  
Anacoreta
Gracias, excelente reflexión filosófica para tiempos oscuros como los actuales: tiempo de desarraigo, de la razón y la virtud.
02/09/19 12:52 PM
  
Palas Atenea
Magnífico análisis.
Al leerlo me ha venido a la memoria la extraña contestación de un polaco a los psicólogos que estaban haciendo el perfil de la personalidad pro-social o altruista entre los salvadores de judíos durante la IIGM
-¿por qué se comprometió tanto en un salvamento que pudo haberle costado la vida?
-Porque estaba entrenado.
-¿Entrenado para qué?
-Entrenado para ayudar. Cuando tenía 14 años mi padre puso bajo mi protección a la viuda de otro granjero. Al ser mayor no podía cortar leña, sin leña no sobreviviría al invierno. Durante todo el verano estuve llenando la leñera y la señora sobrevivió. El judío me pidió ayuda y yo actué como tenía por costumbre.
02/09/19 4:12 PM
  
Fray Escoba BCN
Gracias por este artículo, sumamente esclarecedor.
02/09/19 7:00 PM
  
Gabriel Araceli
Con D. César Félix Sánchez Martínez, Dante Urbina, Roca Rey, sus escritores y excelentes matemáticos, PERÚ está que se sale. Que siga así para bien de ese querido país hermano y de la Hispanidad.
02/09/19 9:30 PM
  
Palas Atenea
Lo que el polaco dijo sobre el entrenamiento es, como todo el mundo se habrá dado cuenta, mera educación. La asunción de responsabilidades es una forma de madurar. Antaño la niñez era corta y la adolescencia no era óbice para que las personas se responsabilizaran de algo. La virtud es un a priori en las personas educadas en virtudes aunque también tenga que ver con el carácter. La observación de la ayuda prestada a otros por tus padres, su seriedad, su justicia, su responsabilidad, su paciencia y su constancia son modelos que se copian muchas veces sin necesidad de clases teóricas. También es importante que los padres hagan distinguir a los hijos lo importante de lo superfluo para evitar frustraciones, así como hacerse cargo de la economía familiar para que aprender a no pedir aquello que supone un costo excesivo.
02/09/19 11:03 PM
  
Carlos
Leía todo esto preguntándome si había cifras o algo que dimensionara lo expuesto, con algo de incredulidad porque no me cuento entre los apocalípticos, pero cuando el autor mencionó las redes sociales tuve que admitir que el diagnóstico no es errado.

Resumo, está cuestión de la hipersensibilidad ante las causas que no son mas que modas o la capacidad de hacer un huracán de una llovizna en cuestiones de relaciones personales, la sobre valoración de la sexualidad y la identidad y está en función de la primera, el eje en la juventud, tantas cosas que, si, muestran que los ricos del mundo la juegan de infantes.

Respecto de la caridad, ya hace rato que se perdió: o acaso no lo vernos en el reinado de la avaricia?
03/09/19 2:34 AM
  
Chico
Pérdida la Fe católica, cualquier cosa mala viene al hombre por necesidad. Y encima ni se entera de lo que y por qué le pasan sus males.. Es tonto por necesidad
04/09/19 3:33 AM
  
DJ L
El Estado paternalista quiere y precisa ciudadanos perennemente infantiles.

El post es muy bueno y, lógicamente, no puede tener la extension de un tratado, pero ojalá el autor lo continuase con otra entrega y no se detuviese sólo en los síntomas. Hay causa.

04/09/19 11:07 PM
  
Luis Piqué Muñoz
¡Grandes Verdades, enhorabuena! Efectivamente, el Hombremasa ¡el satánico Igualitarismo! y la apostasía infantilizan y someten al Hombre tal como quiere el Poder Perverso. En los 50 ya empezó a mimarse a los Niños, en los 60 explota la adoración de la Juventud que culmina con el nefasto Mayo ateo del 68 ¡y desde entonces sólo degradación y Confusión creciente! El Hombre moderno está absolutamente sometido a la abominación de la Materia ¡No reconoce el Espíritu! y los Infernales Medios. La obscena Corrección Política y Salvajes Ideologías Infantilizan y someten masivamente ¡Hoy ya no se respeta ni a los ancianos, y éstos cada vez están más cercanos al Disparate y el Caos, dándose casos de Matrimonios muy mayores que se divorcian y pocos mayores que Hoy Crean en Dios! ¡pese a que están al lado de la Muerte, el Más Allá! El Hombre Hoy vive como si No existiera la Muerte ¡él no se Muere, se mueren los demás! ¡Ay! ¡Muera el Igualitarismo! ¡Muera el Fascismo! ¡Viva la Libertad! ¡Viva Dios!
05/09/19 6:53 PM
  
Rafa
Magnífica entrevista y magnífico análisis de la situación actual. Muchas gracias
09/09/19 10:31 AM

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