María, de Rescatadores Juan Pablo II, habla con gozo del bautizo de los bebés salvados del aborto
Entrevistamos a María, una voluntaria de Rescatadores Juan Pablo II, que quiere dar testimonio de lo que ha supuesto para ella ser un instrumento en manos de Dios para que Él rescate vidas de las garras del aborto. La alegría es mucho mayor cuando estas criaturas, tras el milagro de nacer, son bautizadas y pasan a formar parte de la Iglesia.
¿Cómo conoció el mundo de los rescates a través de la Asociación Más Futuro y Rescatadores Juan Pablo II?
Conocí la Asociación gracias a un amigo que me presentó a Marta Velarde, Presidenta de la misma. Durante varios días fui con ella a los alrededores de una clínica abortista para aprender a su lado cómo hacer los rescates: tender la mano a cualquier chica que acuda a que le practiquen un aborto, acabando así con la vida de su bebé. Les animamos a que acudan a la Asociación ya que vamos a ayudarlas en TODO lo que puedan necesitar para que puedan tener a su bebé: ayuda material, laboral, psicológica….
¿Qué le hizo perseverar en ese apostolado?
¡El primer día ya me enamoré de este voluntariado! Marta me dijo que acompañase a la parada a Elena, una chica de Guinea Ecuatorial con la que mantuve una conversación de más de media hora, en la que me explicaba su delicada situación…Las dos estábamos con mascarilla (era en la pandemia) y empezamos a hablar de Dios. Ella sabía que Dios es el único dueño de la vida y no podemos condenar a muerte a nuestro hijo que ya vive dentro de nosotras…Le dije: “Elena, no es que no quieras ser madre es que YA eres madre. Tu hijo está ya viviendo dentro de ti desde el momento de su concepción”. Rompió a llorar y yo también….Nos mirábamos sin pestañear durante mucho rato…Quedamos en que por la tarde vendría a la asociación. Antes de irse, con su mirada fija en la mía me dijo: “Señora, muchísimas gracias”. Le digo: ¿Por qué? Y me contesta: ¡Porque a mí nadie me había mirado nunca con amor…!
