La historia de la salvación es el matrimonio de Dios con la Iglesia
Desde hace unos años, cada nuevo libro de Brant Pitre nos descubre algo relativo a nuestra fe que estaba ante nuestros ojos pero que quizás no veíamos, al menos con la suficiente claridad. Es lo que ocurre con Jesús y las raíces judías de la Eucaristía, Jesús y las raíces judías de María o con el excelente libro de apologética En defensa de Jesús. Ahora nos ofrece una nueva perspectiva desde la que contemplar la historia de la salvación en Jesús, el novio.
Esta vez es el momento culmen del paso del Verbo encarnado por este mundo el que Pitre nos invita a mirar con otros ojos, en concreto a partir de lo que escribe san Pablo refiriéndose a la Pasión y muerte de Jesús como el desposorio entre el novio y su prometida. Cristo es el novio, la Iglesia la novia y la crucifixión es esa boda que podemos comprender en mayor profundidad si conocemos cómo eran las bodas tradicionales judías de tiempos de Jesús. Pitre nos propone contemplar, no sólo la crucifixión, sino la entera Pasión, incluyendo la Última Cena, bajo la mirada de la tradición y las escrituras judías.