(Aci/InfoCatólica) El cardenal ha explicó que esta disposición del Papa la ha tenido desde siempre, especialmente como Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe. El prelado australiano resaltó que en el año 2001 recibió una instrucción de este dicasterio en la que se pedía dirigirse al mismo para las indagaciones en los casos de abusos sexuales.
El arzobispo de Sidney señaló que algunos medios suelen referirse a la instrucción indicando que ésta "pedía a los obispos tratar las acusaciones con absoluto secreto y de informar a la policía bajo pena de excomunión". "La carta del Cardenal Ratzinger del año 2001 no hacía ninguna referencia a excomuniones", precisó.
Al hablar luego de los casos que le ha tocado ver, el purpurado dijo que "han sido presentadas con frecuencia acusaciones que se refieren a casos de hace decenas de años, y las víctimas fueron siempre alentadas a ir con la policía. Esto es lo que preferiríamos. Pero las víctimas con frecuencia han preferido la privacidad. El tema es muy triste y demasiado serio para que circule desinformación generando mayor dolor en las víctimas".
Las normas eclesiásticas que tienen que ver con los abusos sexuales, concluyó, "no han sido nunca interpretadas como una prohibición para denunciar los crímenes a las autoridades civiles. Las leyes locales se respetan en todos los casos y ciertamente este el caso de Australia y Nueva Gales del Sur".