(ACIPrensa/InfoCatólica) Como reseñamos en InfoCatólica, el Vaticano emitió recientemente una nueva orientación doctrinal en la que invita a moderar el uso de determinados títulos marianos, ante la preocupación de que algunos puedan exagerar el papel de la Santísima Virgen en la redención. La nota, firmada por el cardenal Víctor Manuel Fernández, prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe (DDF), y aprobada formalmente por el Papa León XIV, reafirma la «colaboración única» de María en el plan de salvación, pero advierte sobre los términos «Corredentora» y «Mediadora».
Según el documento, emplear el título «Corredentora» para describir la participación de la Virgen en la redención «es siempre inoportuno». En cuanto al título «Mediadora», el texto muestra un tono más prudente, aunque indica que, «inadecuadamente comprendida, podría fácilmente oscurecer e incluso contradecir el papel de María en la mediación».
«Cuando una expresión requiere muchas y constantes explicaciones, para evitar que se desvíe de un significado correcto, no presta un servicio a la fe del Pueblo de Dios y se vuelve inconveniente», señala la nota.
El documento aborda también el título «Mediadora», recordando que «se requiere una especial prudencia en la aplicación de esta expresión». Añade que «no podemos hablar de otra mediación en la gracia que no sea la del Hijo de Dios encarnado» y advierte sobre «la tendencia a ampliar los alcances de la cooperación de María a partir de este término».
Tom Nash, apologista de Catholic Answers, declaró a la agencia CNA que el texto «ayuda a explicar con claridad el papel subordinado y singular de María, evitando títulos que, en algunos casos, difuminan las distinciones doctrinales adecuadas entre la Santísima Virgen y su Divino Hijo».
«La nota doctrinal del DDF ayuda a proclamar con claridad a Nuestro Señor Jesucristo y su Evangelio a una nueva generación, reafirmando al mismo tiempo a su Santísima Madre como Madre de Dios, nuestra madre espiritual y gran intercesora», añadió. Nash expresó su deseo de que el documento impulse «un alejamiento del uso de estos títulos marianos» y que, en caso de emplearlos, se acompañen de las debidas aclaraciones teológicas para evitar confusiones.
Opiniones diversas entre teólogos
Algunos estudiosos católicos han manifestado reservas ante la nota doctrinal, recordando que ambos títulos han tenido un uso histórico dentro de la piedad popular y de la teología. También mencionan los esfuerzos de ciertos fieles por promover la proclamación de un quinto dogma mariano sobre el papel de María en la redención y la mediación.
El teólogo Mark Miravalle, de la Universidad Franciscana de Steubenville, señaló que el documento «ha detenido ese esfuerzo» y cuestionó la decisión de evitar un título solo porque «tiene que ser explicado». Recordó que muchas verdades de la fe, como la Trinidad, la infalibilidad papal o la transubstanciación, también requieren explicaciones profundas.
«Creo que eso de algún modo lleva a cuestionar la Inmaculada Concepción y el [título] de “Madre de Dios”, que también hay que explicar una y otra vez», afirmó. Miravalle subrayó además que la nota «ha causado confusión» en algunos sectores, puesto que «tantos Papas, santos y místicos han utilizado estos títulos». El documento reconoce que san Juan Pablo II empleó el término «Corredentora», mientras que el Papa Benedicto XVI, cuando era cardenal, y el Papa Francisco han preferido evitarlo.
Laurie Olsen, autora del libro Mary and the Church at Vatican II (María y la Iglesia en el Vaticano II), recordó que el título «Mediadora» fue incluido en la Lumen gentium tras un intenso debate teológico. Según explicó, «una clara mayoría de los padres conciliares apoyó su inclusión» y varios solicitaron reforzar el lenguaje sobre la mediación de María.
Olsen precisó que, aunque «Corredentora» no aparece en el texto conciliar, la mediación «es el concepto general que abarca el papel de María en la redención objetiva». En su opinión, ambos títulos «siempre se entendieron en un sentido subordinado a Cristo», ya que «es únicamente porque Cristo es nuestro Redentor que María participa en su obra».
La teóloga añadió que la nota doctrinal «no pondrá fin a los debates sobre el tema», sino que «abre la posibilidad de seguir profundizando en el significado teológico del papel de María en la redención».
Por su parte, Miravalle consideró que el documento «podría incluso reavivar el movimiento» a favor del quinto dogma mariano, señalando que la doctrina en sí es más relevante que los títulos empleados para expresarla.
«Esperaría que [esto] no se considerara una palabra definitiva», declaró. «Las palabras definitivas suelen reservarse para las declaraciones dogmáticas, lo cual, creo, sería maravilloso».







