(InfoCatólica) Hay elogios que matan. Quizá podría ser el caso de algunas de las alabanzas dedicadas a los católicos por el Ministro de Asuntos de las Minorías, Kiren Rijiju, en un acto en el que la diócesis de Farirabad fue elevada al rango de archidiócesis. La ceremonia se celebro en el estadio de Thalkator, en Delhi. De forma paralela al cambio del rango de diócesis al de archidiócesis, el titular, Mar Kuriakose Bharanikulangara, fue elevado al rango de arzobispo. También estuvieron presentes el Ministro de Estado, un enviado del Vaticano y el Representante Especial del gobierno de Kerala en Delhi.
Durante el acto, Rijuju afirmó que «desde la llegada del cristianismo a la India, la comunidad católica ha prestado servicios notables en varios campos y la gente la ha aceptado sin reservas». En efecto, el cristianismo está presente en la India desde tiempo inmemorial. Dice la tradición que fue el apóstol Santo Tomás el que evangelizó esa zona del mundo ya en el siglo I y, de hecho, a finales del siglo XV y principios del XVI, los misioneros portugueses y españoles descubrieron con sorpresa la existencia de cristianos en la India, conocidos como los «cristianos de Santo Tomás».
Como Ministro de Asuntos de las Minorías, Rijuju tiene que lidiar con la discriminación que sufren los cristianos en la India, así que subrayó que se trata de un país laico y condenó las campañas de odio contra los cristianos en los medios de comunicación social. «Los cristianos han realizado significativas aportaciones a los progresos del país en campos como la salud y la educación», explicó el Ministro. «La disciplina y el funcionamiento metódico de la Iglesia Católica a menudo me impresionan. Personalmente creo que podemos aprender mucho de su forma de trabajar». Asimismo, Rijuju afirmó que los católicos no se dedican a las conversiones religiosas, sino que se centran en divulgar conocimientos e información.
Esta última afirmación debe entenderse en su contexto. Frecuentemente, la violencia de los nacionalistas indios contra los cristianos tiene como excusa unas imaginarias conversiones «forzadas» o «fraudulentas» de hindúes al cristianismo. Además, las palabras del Ministro probablemente estén relacionadas con la necesidad política de congraciarse con los católicos en un momento en que está próxima la celebración de importantes elecciones en Kerala. Especialmente después de que el arresto reciente de dos monjas católicas en el estado indio haya dificultado las relaciones del partido gobernante, el nacionalista BJP, con los católicos.
En cualquier caso, si bien la intención del Ministro es claramente elogiosa, desde el punto de vista católico el supuesto hecho de no dedicarse a la conversión de los paganos, sino a otras cosas, sería algo más digno de reproche que de elogio. A fin de cuentas, la gran misión que Jesucristo dio a su Iglesia fue «Id y haced discípulos a todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo».
El arzobispo y la archidiócesis de Farirabad son de rito siromalabar. Además del rito romano, se utilizan en la India dos ritos orientales propios del país, el siromalabar y el siromalankar. Tras la llegada de los portugueses a la India, muchos cristianos adoptaron el rito latino, mientras que los que conservaron sus tradiciones locales en comunión con la Iglesia Católica formaron en el siglo XVII el rito siromalabar y un tercer grupo abrazó el nestorianismo. Una parte de estos últimos se reconcilió con el Papa y abrazó la fe católica a principios del siglo XX, dando lugar al rito católico oriental siromalankar.
Ambos ritos, siromalabar y siromalankar, son de tradición litúrgica antioquena y utilizan el siríaco occidental como lengua litúrgica, aunque también celebran en el idioma malabar local. En la actualidad hay unos 17 millones de católicos en la India.







