(InfoCatólica) Mons. Martínez responde a la siguiente pregunta sobre el aborto y su reciente debate público
Un tema reciente que ha generado debate a nivel nacional, y que también nos afecta a todos, es el del aborto, que ha entrado con fuerza en la conversación pública. No quiero preguntarle su opinión personal, porque el magisterio de la Iglesia es muy claro al respecto. Pero sí me gustaría saber qué se debe tener en cuenta al introducir temas tan sensibles en el discurso público.
Su respuesta:
Sí, es cierto, el magisterio de la Iglesia es claro: defiende la vida desde el momento de la concepción hasta su final natural, con el convencimiento de que la vida es un derecho básico sobre el que se sostienen todos los demás. Si no hay vida, el resto de los derechos se derrumban. Por tanto, sin derecho a la vida, hablar de otros derechos carece de sentido. La Iglesia hace una defensa firme de la vida desde el primer instante, considerando que se trata de una persona vulnerable, en situación de debilidad, y que debe ser respetada y protegida.
Esto que afirma el magisterio —y que creo que es una contribución importante de la Iglesia—, con el tiempo será reconocido. Pero también es necesario señalar que, en el debate público, deberíamos apartar las ideologías —aunque no sea fácil— y discutir con mayor serenidad, desde la ética, la sociología, la medicina, y otros ámbitos del saber. Asimismo, considero que deberían impulsarse políticas —y la Iglesia intenta contribuir en ello— que protejan tanto a la madre embarazada como al hijo que lleva dentro. Políticas que favorezcan que esas mujeres puedan seguir adelante con su embarazo y no se vean abocadas a interrumpirlo.
En esa línea, abogo por un debate sereno, libre de posturas ideológicas, y por un apoyo constante a las mujeres, en todas las circunstancias. También a aquellas que han pasado por el dolor de un aborto, pues conocemos casos de madres que han sufrido profundamente por ello, y queremos acompañarlas y sostenerlas en su sufrimiento.







