(Alfa y Omega) Como las matrículas ya se han cerrado y los centros ya tienen conformados los horarios, la Junta se ve obligada ahora a abrir un plazo extraordinario de matriculación para que los alumnos que lo deseen puedan matricularse en esta asignatura.
A pesar de los perjuicios que la instrucción de la Junta ha ocasionado ya a las familias y a los centros, que se verán obligados a modificar sus planes con el curso empezado, los obispos andaluces consideran que con el auto del TSJA queda protegido el derecho de las familias a que «sus hijos sean educados en la opción religiosa y moral acorde con sus propias convicciones».
La sentencia del TSJA viene a sumarse a otros pronunciamientos judiciales a favor de la presencia de la Religión en las aulas, como los dictados en Baleares y en Asturias, donde los respectivos gobiernos autonómicos se han visto obligados a ofertar la asignatura en Bachillerato –en el caso de Baleares–, y en Primaria, ESO y Bachiller en el caso del Principado.