Por qué la Navidad llama a estar en familia?
Llama, porque el ser humano tiene impreso en su naturaleza el sentido de familia, en primer lugar.
Y qué significa el “sentido de familia”?
El sentido de familia significa que la criatura, desvalida, obtiene del padre y de la madre, la atención, aprobación, cariños y cuidados que necesita a la vez que, el padre y la madre obtienen uno del otro, aquello que los completa y plenifica.
La familia, sin alguna de estas figuras: padre, madre, hijo, se encuentra mutilada y de alguna forma, imperfecta al punto de que, un huérfano o un(a) viudo (a), vive un duelo ya que su naturaleza humana, sufre una carencia.
Lo mismo para cuando una pareja pierde a un hijo o para cuando no pueden engendrar
La familia es, por naturaleza, el estado natural para el ser humano por lo que ha de contener las tres figuras.
De ahí que, cuando la familia está rota por falta de comprensión, divorcio, huida o muerte de alguno de los progenitores y/o hijos, todo el grupo sufre. Y sufre cual si a cada uno lo hubiesen mutilado. El dolor es profundos y difícil de sobrellevar al punto de que, quienes sufren ruptura familiar a cualquier edad, cargan con esa herida para siempre.
Algunos logran dirigir su dolor de manera creativa pero muchos no y, cuando no, nos toca convivir con personas que pueden ser complicadas ya que, no sabiendo que llevan esa herida, no sabiendo cómo obtener o debido a que rechazan ayuda, pasan por la vida como muertos vivientes que sufren muchísimo y hacen sufrir.
Todos tenemos ejemplos de lo anterior muy cercanos, quizá en la propia familia o en nosotros mismos.
Así de necesaria es la familia conformada por hombre y mujer y así, también, es de complicada la existencia para cuando la familia está incompleta e imperfecta- No nos vamos a engañar.
La perfección de la familia, en el sentido de que debe contener las tres figuras pero, además, de que cada una conozca y ejerza su rol, es el modelo que impulsa también la perfección de la persona y no solo en el sentido material sino espiritual.
Una familia “modelo” arrojará seres humanos que no solo lo multiplicaránnsino que entregarán a la sociedad un aporte positivo.
Todos, supongo, conocemos familias de este tipo; de tal forma que, no es que me lo invento.
Ahora bien, por qué la Navidad llama a estar en familia?
Porque la Sagrada Familia: Jesús, María y José, es modelo de perfección y, nos demos cuenta o no, querámoslo no, aspiramos a dicha perfección ya que la exigencia la traemos dentro.
De ahí que veamos, incluso, a los que no creen en Dios o aborrecen el cristianismo, saliendo a buscar a sus seres queridos ya que, pocas veces, tienen familia sino que han coleccionado diversos tipos de personas con las que han establecido vínculos que llaman “familiares”. Claro ejemplo de casos extremos son las personas que celebran Navidad con sus mascotas ya que las consideran como “su familia”
Lástima que no quieran ver el modelo de familia que tienen delante y que lo puso Dios al conformar a la Sagrada Familia porque, si lo miraran o, lo que es lo mismo, reconocieran que procurándolo hallarían lo que necesita su corazón, muchas cosas serían diferentes para ellos.
Para nosotros, que lo miramos y lo procuramos y, sea que tengamos o no familias rotas, heridas sanas o en camino de serlo, la cosa es –efectivamente- muy diferente ya que de la Sagrada Familia aprendemos (y la gracia nos da) las virtudes necesarias para que nuestra familia tienda a la perfección a la que aspira y ya, con solo eso (ya que es imposible la perfección propiamente dicha), nuestro ser encuentra la atención, aprobación, cariños y cuidados que necesita, el sentido de completitud y plenitud.
Contemplar y, con ayuda de Dios, procurar para la propia el seguimiento del modelo de la Sagrada Familia es, en si mismo, el mayor desafío para nuestra familia la que, cuando da el primer paso lo hace por la ruta del perdón ya que comprende que lo necesita, es tal cual como si la propia naturaleza se lo demandara: me perdono?, me perdonas?, te perdono?.
Nos perdonamos, tal cual nos perdona Dios en la figura de aquél recién nacido quien, en su cuerpo, nos obtiene la victoria ante el desafío del perdón
“Hay en ella (La Navidad) también algo de lucha, de desafío. Algo que hace que cuando las campanas tañen a medianoche, su tañido sea tan horrísono como los cañonazos de una batalla que acaba de ganarse”
Por qué la Navidad llama a estar en familia?
Porque traemos dentro el desafío de la perfección.
Esto lo escribo luego de reflexionar acerca de mi propia familia y su fiesta de Navidad.
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Créditos: La cita de G. K. Chersterton y la imagen fueron publicadas en la página en FB titulada “Poco y católico”