Trasladar a un obispo de diócesis no debería ser noticia. Como el cambio de parroquia para cualquier sacerdote, pero hay cosas que ciertamente sorprenden.
D. José Antonio Satué era hasta ahora obispo de Teruel - Albarracín. Una diócesis, en números, de las más pequeñas de España. 90.000 habitantes, 259 parroquias y 98 sacerdotes. Menudo ascenso pasar a Málaga: de 90.000 a 1.300.000 católicos, 251 parroquias y aproximadamente 300 sacerdotes.
Dicen que José Antonio Satué fue el niño bonito de Omella, que lo rescató de Huesca para trabajar en el Vaticano, consiguió su nombramiento episcopal para Teruel y además lo colocó en el dicasterio para los obispos. No está nada mal. Omella era buen valedor, tengamos en cuenta que pertenecía al selecto grupo del G 9, esos cardenales que constituían el consejo de colaboradores más cercanos del papa Francisco. Satué, además, andaba por esa famosa comisión de ayuda al nuncio Bernardito para el nombramiento de obispos.
Leer más... »