Parecía que todo iba a ser tan distinto, muchos como que estaban ya andando sobre nubes, y parecía ser así tanto para algunos de los que somos de a pie, como para políticos, medios de comunicación y como no evidentemente los lerdos y manipuladores economistas públicos y privados.
Mr. Obama era la esperanza de los EEUU y por eso tenía que ser la de Europa, porque si no, vaya ridículo que habríamos hecho; pero no se pensaba demasiado que al proclamarlo como la gran esperanza podíamos caer en la ilusión superflua propia de quien sigue a Vicente que no va más allá de donde va la gente.
No quisimos pensar, costaba demasiado hacerlo y era mucho más facilitador de medallas mediáticas decir lo que decían otros y por eso poco se habló de que toda esperanza implica un riesgo y que un riesgo puede llevar a una frustración hija de un mal planteamiento.

Visitó a la abuelita y ya vimos a los ancianos súper protegidos, aunque amenazó con la expulsión de una tía –familiar- por falta de documentos, entendimos que eso era palabrería y que los marginados, emigrantes y gente de color serian los primeros en el reino de sus cielos. Los planteamientos sin base ni fundamento para superar una crisis económica mundial ya fue lo que autorizo a quemarle incienso. Vaya, que Mr. Obama parecía el Dios desconocido pero adorado y anhelado del Areópago pero en su caso era aún mejor ahora no era el de Atenas sino el del universo mundo.

¿Cuántas veces ha dicho ya que la crisis económica mundial tiene atisbos de posible solución? ¡¿Y cuantas veces lo han repetido las autoridades políticas empezando por Don Zapatero? Creando así falsas expectativas y de nuevo falsas esperanzas que pueden llevarnos una vez más a sentirnos defraudados por incautos

Cuantos sofismas de distracción…Bendito Dios. Ni en lo más intimo de una persona que es la experiencia religiosa es coherente y de alguien no coherente ¿que se puedes esperar?
Ha declarado que sin religión no puede vivir y que buscará junto a su esposa una iglesia (sea la que sea) pero que quede cerca de su casa y que le guste. En un primer momento parecía tan bueno eso… Pero a ver, una iglesia sin especificar porque en definitiva todas llevan a Dios ¿no? Consecuente con la experiencia de falsa diplomacia que tuvo antes y después de la toma de posesión, acudiendo y haciendo celebrar cultos desde un obispo gay hasta los católico-romanos pasando por cuantos grupos cristianos elegantes y aparentemente serios estaban al alcance.
Sincretismo propio de un africano educado en la ley coránica pero necesitado de los cristianos para vivir y sobrevivir.

Afirmar ser un ex musulmán o sea un apostata del Islam sería condenarse a muerte. Ello no es posible por ser quien es; pero bueno esta suposición no es nada más que fruto de algunos católicos no practicantes, que no quieren verse tampoco cuestionados ni por Dios ni por nadie. Definirse como cristiano de una iglesia concreta tampoco sería serio porque y los demás ¿dónde quedan? Mr. Obama es la esperanza universal.
Pero como ciudadano universal y recordando aquel fatídico 11S que además no sucedió en España sino en los EEUU, la bajada de cabeza, con inclinación casi “de profundis” que hizo Mr. Obama ante el Rey Saudí, me ofendió tremendamente y ya no digo como cristiano.

Tanto sincretismo empacha Mr. Obama, y lo mismo conversamos sentados en las Ramblas esperando la fiesta de Sant Jordi sobre el que parece ser su incondicional admirador Don Zapatero, quien cuando quiere se inclina ante cardenales, nuncios, etc. y por detrás como Bruto, puñaleo trapero. Claro que el Señor de la Moncloa de momento no lo hace tan profundamente, será porque son católicos y esos no son vehementes de verdad y como además ya lo conocemos más y mejor lo sabemos sin credibilidad; pero todo ello no deja de llevarle a conseguir (lean discursos del Cardenal Cañizares) palabritas de consuelo de los prelados tanto para él como para miembros de su gobierno cosa que siempre sirve. Pero, oído al parche, poco nos falta para ver algo así de pleitesía según la propuesta ley de libertad religiosa y también lo veremos precisamente ante el Islam. Suerte que en la foto oficial del impactante saludo, Don Zapatero como siempre mira a otro lado y así casi nunca se entera de que van las cosas; pero a pesar de ello, ojito, ojito…

No sé porque, esta Semana Santa, al meditar en la pasión, muerte y resurrección del Señor y contemplar al mismo tiempo una vez más tanta y tanta gente - más de la que se puede suponer – pasando por las Ramblas procedentes de las Iglesias de San Agustín, San Pau del Camp, Santa Mónica, Nuestra Señora de Belén, Montealegre, Xuclá 19 ( del censurado Lumen Dei), San Pedro Nolasco, Catedral, San Jaime y San Felipe Neri, etc… que vea usted por donde, por Iglesias y cultos no nos quedamos, he pensado que si de vez en cuando nos pusiéramos a ver que es lo que de verdad hizo Jesús, otro gallo nos cantara y quizás construiríamos un poco la unidad, porque mucha paz en las celebraciones, oraciones y horas santas pero después…¡ay que ver! y es que desde los mismos pulpitos de tanto barrer cada uno p’a su casa, no queda nada para la evangelización y lo que es peor ni para ser evangelizados.
Caras lúgubres, tristes y apesadumbradas y como que incluso dando la impresión de cansadas y decepcionadas porque eso del amor y aún peor lo de la resurrección está muy bien para ahí, los templos; pero en la calle como que no va la cosa tan fina.

Llamados como Jesucristo a dar la vida por amor deberíamos pedí insistentemente a Dios que nos funcionaran a las mil maravillas las neuronas espejo que dícese “son aquellas que se activan cuando un animal o persona desarrolla la misma actividad que está observando ejecutar por otro individuo, especialmente un congénere” ayudándole a realizar dicha actividad”.
Y Jesús nos dice que a quien nos ve a nosotros, si, a nosotros, a Él debe poder ver, y que quien nos oye a nosotros a Él debe poder oír. Por eso hemos de acercarnos más al Señor y contemplarlo más detenidamente sin miedo al compromiso ni asco a la sangre para poder reproducir el camino que lleva al Padre y para que nos crean por las obras como a Él así lo creyeron.
Estas neuronas, si de verdad existe en los humanos, y parece que si, imitan como “reflejando” la acción de otro: así, el observador está él mismo realizando la acción del observado, de allí su nombre de “espejo". Y si eso es hecho desde la conciencia y la libertad, usando la voluntad consiente no creo que fuera nada tan malo o por lo menos peor de lo que estamos haciendo hoy.
Por ahí leí que “en las neurociencias se supone que estas neuronas desempeñan un importante rol dentro de las capacidades cognitivas ligadas a la vida social”, eso es, en la vida eclesial, en la experiencia de fraternidad y en dar testimonio del único que amó hasta el final sin pedir nada a cambio.
Acerquémonos más y más a este Jesús Resucitado, admirémoslo y contemplémoslo tanto y tanto que sea posible poder anunciar hasta todos los rincones de la tierra y a todos los hombres con testimonio de vida la Pascua que es la Buena Noticia.

Estamos en la puerta grande de la Semana Santa, o mejor dicho, ya estamos casi dentro de la misma. En estos dias vamos a meditar y a revisar desde la conciencia una vez más nuestra fe celebrando el Misterio más grande de Amor: la Pasión, Muerte y Resurrección de Nuestro Señor.
Hace bastante fresco y llovizna, y así, sin ganas de salir a la calle, desde una mesa de un típico y tradicional café frente a la opera de Barcelona, las conversaciones se entrelazan y sin poder llegar a conclusiones serias, cosa que estresa a algunas personas por no poder decir la última palabra, vamos tejiendo un tapiz variopinto que une y reúne muchos temas distintos pero convergentes.

A nadie extraña que salga a relucir el tema del perdón. Lógico. Incluso algunos cantaremos: ¡Perdona a tu pueblo Señor! Aunque no lo parezca estamos de acuerdo en que falta mucho perdón en los corazones de nuestros contemporáneos, y ojo, de los que charlamos nadie tira la primera piedra ¡eh! Alrededor del aroma de un buen café caliente todos coincidimos en que para poder perdonar hay que luchar contra mil sentimientos propios e incluso a veces ajenos que nos invitan de incalculables formas incluso camufladas a odiar porque los recuerdos del pasado lejano o inmediato no estan sanadas.

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