InfoCatólica / Las Ramblas / Archivos para: Marzo 2009

23.03.09

Caramba, caramba con Sor Lucia Caram

Para no ser malo, diré que con esta Sor, de momento y por lo menos en la forma ni en unión ni en comunión.

La expresión que consta en el título de este mismo escrito la oí no hace mucho rato tomándome un café descafeinado con leche descremada en las Ramblas y la verdad es que viendo esta mañana la entrevista de Josep Cuní en TV3 a la monjita de marras, pensé lo mismo, porque eso sí, jamás se debe perder el humor y eso que la reverenda lo ha intentado con insistencia.

Yo me preguntaba cuándo ella empezó a hablar diciendo con fuerza y energía como para no poder ser contradecida que se considera tanto y cuanto enraizada en Cataluña, repitiendo este tema varias veces durante la entrevista ¿Por qué ha necesitado, pues, que fuera el Sr. Carod, Vicepresidente del Gobierno Autonómico quien le hiciera entender que es el pueblo catalán? Al afirmar esto y cosas sucesivas en ningún momento me ha parecido que hacia “la pelota”. No. No me lo ha parecido. Estoy súper seguro. ¿Porque será? ¿Qué pretenderá nuestra contemplativa? ¿No fue ella capaz de descubrir los valores y puntos de identidad del pueblo catalán entre sus hermanas de comunidad y entre la gente que acude al convento a pedir oraciones y a liberar sus angustias a las esposas del Señor?

A su afirmación a la pregunta que le ha hecho el periodista de que si el Sr. Carod en gran parte la convirtió al catalanismo, yo le hubiera preguntado y se lo preguntó el presentador si su reverencia por lo menos lo ha intentado acercar un poco a Jesucristo; rauda y veloz ha contestado que no hace falta porque dicho Vicepresidente es más creyente de lo que él mismo supone. La verdad es que esa aceptación de la libertad y autodefinición de alguien que según Usted se considera agnóstico, me ha dejado un poquito perplejo.

Si Sorella, ya sabemos bien que Manresa es feudo de férreos apóstoles de la anti jerarquía católica, que Usted está bien apoyada en algún miembro de la Compañía de Jesús, que bueno, pobre Cueva de San Ignacio, para que decir más.

Pero más pobres son los más de 100 jóvenes que entre una dominica y un jesuita intentan pastorear y no precisamente en verdes praderas de buena doctrina sino en laxos y cómodos establos donde se come de cara a la pared para no ver más que aquello que se desea ver.

Ha sido maravilloso ver como se ha identificado como buena hija de Santo Domingo al definirse como católica y universal y eso sí, ha repetido a saciedad, como con miedo de que pueda ocurrir, que “nadie se lo puede contradecir ni quitar”, y es cierto, caras vemos, tonterías y exabruptos oímos, pero corazones no. Pero así como no se le puede negar su catolicidad, nadie nos puede impedir a muchas personas pensar lo contrario, cosa que yo, por ejemplo, hago.

Que pasó en cierta ceremonia del Sacramento de la Confirmación, donde evidentemente no fue invitado a presidir su Obispo ordinario, sino otro, a quien no hace falta citar, y ¿cómo es que desearon ampliar y agrandar tanto la venida del Espíritu que en el momento de la imposición de manos lo hicieron casi todos los presentes, católicos, budistas o musulmanes y porque no algún que otro agnóstico o ateo?

Dialogar sobre el Don de Dios que cambia, llama transforma y consagra nuestra vida al Amor no es nada fácil, especialmente con aquellos con quien convivimos o deberíamos compartir la vida. Dialogar con “los otros” no compromete y eso quizás la ha llevado a buscarse un ambiente coloquial donde pueda como “cristiana sui géneris” además revestida de un habito que parece no corresponderle, aunque nadie de no ser el Padre General se lo puede negar ni contradecir y que indudablemente le da cierta categoría y “ese poder” que tanto a criticado a la Iglesia y al Papa.

Para mucha gente “de los de cerca” es, mi amada hermana en Cristo una especie de antitestimonio. Ya he citado que ni siquiera al Sr. Carod le respeta el hecho de ser un “agnóstico muy singular” como Usted misma ha dicho que él se define, sino que lo ha convertido de golpe y porrazo en alguien mucho más creyente de lo que él mismo supone. Pues ¡vaya libertad! que Usted defiende y respeta.

No sé si con Su Obispo, el de Vic, es tan agradable y comprensiva ni si ya le ha dado las explicaciones y disculpas que como Pastor Ordinario de esta Iglesia Particular les ha pedido a los responsables por ejemplo de la mencionada celebración de la Confirmación.

Si alguien desea poder escuchar los desaguisados de Sor Lucia Caram les transcribo esta dirección: http://www.tv3.cat/videos/1109519/Sor-Lucia-Caram

Porque ya que está - cuando está - tan cerca de la Cueva de San Ignacio no hace, eso sí en otro lugar y otros predicadores el mes de Ejercicios Ignacianos, quizás podrían ayudarle a poner orden en la loca de la casa y porque dejar de intentar comer tan bien para poder hacer un poco más de digestión de la cultura, formación y fe la que tanto hace muestra.

El Memorial Juan XXIII para la Paz la califica de in quieta e inquietante y podríamos también añadir de inquietadora, es decir aquella que a muchas personas puede quitar la paz, porqué nadie da lo que no parece tener, pero claro me atrevo a repetir caras vemos, tonterías y exabruptos oímos, pero corazones no.

En fin qué caramba, la Caram es como lo que me acabo de tomar, café descafeinado con leche descremada, algo que llena, calienta pero no alimenta.

21.03.09

O apagavelas o desposorio místico

Desde mañana habrá un nuevo Obispo de hecho y derecho y por lo tanto de obligaciones en España, Mons. Sebastià (Tià) Taltavull Anglada, Auxiliar de Barcelona. Por ello demos gracias a Dios

Que mal me sonó cuando oí y leí hace días, tan pronto se anunció a finales de enero su nombramiento que él sería el sustituto de Mons. Joan Carrera. Espero y deseo, aun a pesar de haberme unido una buena amistad con Mons. Carrera, y quizás precisamente por esto, que el nuevo Obispo Auxiliar sea por sí mismo muy válido sin tener que sustituir a nadie, sin tener que hacer referencia a obispos anteriores, ni por ocupar un cargo vacante, que en este caso – y no soy pesimista por naturaleza- será más bien una buena carga.

De entrada creo que deberíamos darle gracias por aceptar el nombramiento. Cuando tantos iban detrás de la mitra, él -como David, el hijo que ni siquiera enseñaron al profeta- fue el designado. Hacen falta bríos Monseñor y ojalá los que ha demostrado tener hasta ahora no se esfumen. También desde las Ramblas oraremos por su nuevo ministerio episcopal.

Hablando de la mitra, en lenguaje bastante común “el apagavelas”, esperamos que en su caso no surta ese efecto devastador que ha propiciado grandes males a la Iglesia por apagar las luces en muchas cabezas ilustres por sus actividades docentes, literarias o doctrinales.

Como muchos tuve la suerte de llegar a tener algunos profesores llamados al episcopado precisamente en gran parte para eso, para ponerles un “apagavelas” y prácticamente de la mayoría hasta el día de hoy, o para algunos, hasta el día de su traspaso al Padre como, también se decía en mi juventud en un programa radial “del pobre Fernández, nunca más se supo”. Alguno todavía bien vivo tuvo que esperar no pocos años antes de volver a ser él mismo en esplendor de esposo místico de la Iglesia a imagen de Jesús Buen Pastor.

Aunque vemos que en la vida de los grandes hombres y mujeres espirituales el desposorio místico es una de las fases postreras del proceso de unión con Dios, aprendí en unas conversaciones con el cardenal Bernardin Gantin, cuando era prefecto de la Congregación de Obispos, que los obispos padres y pastores y de entre ellos en especial los que tienen ministerio en una Iglesia Particular, y no creo que en eso el auxiliar sea “avis rara” debe considerarse desposado con la misma y por el bien de esta porción de la Iglesia si es preciso hay que dar la vida por amor. Por eso cada vez que se consagra un nuevo obispo, no dejo de tener un cierto sustito, bueno, a veces sustazo, mientras no se puede comprobar si la mitra hace el efecto de apagar la vela o de lanzar en fe a un cierto desposorio místico, que aunque parezca incruentico no deja de ser, si se vive de verdad, un testimonio martirial.

17.03.09

¡GOOOLLLL…!!!. pero, ¿dónde estaban?

Pasando cerca de la fuente de Canaletas, sentados al sol en estos días que parecen ya de plena primavera, a voz en grito unos súper adultos, que no viejos, refiriéndose a algunos partidos de “football”, donde las goleadas, parece que han sido soberbias, se preguntaban que donde estaban aquellos a los que les habían goleado por lado y lado de una y otra manera. ¿Pero…donde estaban? Eso, eso, decían: ¿Dónde estaban? ¡Vaya despiste llevaban ¡ ¿Hacia dónde miraban?

Yo que de fútbol sé más bien menos que poco, pensé que tenían razón al hacerse tales preguntas, porque los nombres que oía proclamar, me sonaban gracias a las noticias, como de jugadores más bien buenos e importantes. De verdad, también me lo pregunto yo: ¿pero dónde estaban?

¡Dios mío! cuantos recuerdos me trajo de inmediato esta pregunta. Enseguida me remontó a mi época universitaria al inicio del post Vaticano II.

¡Cuánto nos hacían estudiar los teólogos de la “muerte de Dios”!. Las inmersiones en la problemática socio religiosa eran casi tan importantes como el breviario.

Y concretamente esta pregunta me trajo a la memoria aquel buen profesor, de mediana edad y religioso de capucha quien nos cuestionaba sobre la inculturación del evangelio en la vida cotidiana de la sociedad, quien nos hacia investigar sobre la realidad antropológico-cultural de la experiencia religiosa y concretamente católica en el inicio de la segunda mitad del siglo XX.

Y se preguntaba en voz alta incitándonos al más fervoroso y sincero diálogo. ¿Dónde estábamos los de la Iglesia cuando nos abandonaron los obreros? ¿Que hicimos cuando nos dejaron de lado los científicos? ¿Dónde estamos ahora que va dejando el mundo universitario?

Y veo que esta pregunta no ha perdido sentido ni importancia después de más de 40 años, al contrario.
¿Dónde estábamos los de la Iglesia cuando no formábamos convenientemente a los actuales políticos que estudiaron en los mejores centros católicos? ¿Qué hicimos cuando los fieles nos pedían dar la cara y doctrina sana y clara, pura y dura sobre la política, la economía y la ética desde los púlpitos, cursos y encuentros? ¿Dónde estamos ahora ante la eutanasia…el aborto…las desgraciadas campañas de linces y bebes? Y lo que es peor aún: ¿Dónde está nuestro sentido de Iglesia y de catolicidad?

Vaya golazos que nos han metido y vaya golazos que nos estamos dejando meter… ¿Pero…dónde estamos? Eso, eso, decían: ¿Dónde estaban? ¡Vaya despiste llevaban¡ ¿Hacia dónde miraban?. Y todo por no entrenar en serio y pensar aún, a pesar de los pesares que podemos ganar fácilmente a los contrincantes

11.03.09

Hola, ¿qué tal?

Yo viendo pasar la vida y pasando con ella el día a día. ¿Y vosotros? Sí, me lo imagino, más o menos todos estamos igual, con sudores y cansancios, con tristezas y alegrías, y por qué no, seamos sinceros y digámoslo, a pesar de todo, con esperanzas. Estas esperanzas que nos animan a no perder la calma y a pesar de tanto y de tantos, a continuar creyendo en Dios y por lo tanto en Jesús, nuestro Señor tal y como Él mismo nos recomienda en el capítulo catorce del evangelio según San Juan.

No, tranquilos, que yo no se muchas citas bíblicas de memoria. Siempre he preferido hacer vida de la Escritura y memorizarla, pues, bueno, si ha lugar.

Y desde donde estamos, desde las Ramblas de Barcelona, la vida bulle, surge de cualquier rincón y por eso hay intentar contemplar lo que pasa y en especial a los que pasan desde la perspectiva de Dios. Que ¿por qué desde las Ramblas? Pues porque desde ahí se puede muy bien tomar el pulso a la ciudad, a los de casa y a los visitantes, a los que van en coche y a los que van a pie o en metro, a los artistas, a los políticos y a los religiosos.

Y mirad, eso es lo que pretendo desde las Ramblas y desde debajo de un parasol o parafríos, y acompañado de un café con hielo o de un té bien caliente, captar y comentar tantas y tantas cosas, que desde el Liceo a la Generalitat pasando por la parroquia del Pi; desde el Teatro Romea al Ayuntamiento haciendo escala en la Catedral; o desde el palacio de la Virreina hasta el museo Picasso sacando la nariz por el Palacio y Curia Arzobispal, pasan y pasan y vuelven a pasar.

Las Ramblas es una de las zonas más privilegiadas de la capital catalana en el sentido más amplio de la expresión… clérigos, militares, estudiantes y bohemios, de toda edad y condición… ¡la vida!, esta vida que si no da fruto y lo comparte queda anquilosada y sin sentido.

¿Qué no se puede contemplar desde las Ramblas? No se escapan los que vienen del novedoso mundo del “eixample”, ni los que van con cierto delirio a la Plaza Real y sus estrechas y oscuras callejuelas adyacentes en busca de mil y una sensaciones. Tampoco pasan desapercibidos los que vienen de la Iglesia de Santa María de Montalegre o de un concierto en los Teatinos y, cómo no, de esos seminaristas que saliendo de la casa grande intentan alargar un poco más su estadía en el mundanal ruido. Se puede bajar a lo más bajito y se puede subir bien alto. Todo es querer y la verdad que yo quiero y así lo hago.

¿Te animas tu también a tomarte un café conmigo y ver las cosas desde las Ramblas?