Realmente es intentar vivir de ilusión asegurar que son más los católicos que se hacen anglicanos que los anglicanos que se hacen católicos. Quizás en algún lugar del mundo mundial eso sea un sueño rayando a una hipotética realidad pero no en su diócesis que es ni más ni menos que toda la piel de toro y mucho menos durante su “gobierno pastoral”; pero de ilusión también se vive Monseñor.

¡Quien ha visto la IERE y quien la ve!

De Usted Monseñor Carlos López Lozano no se puede decir que haga lo que haga lo hará mejor que sus antecesores. No. Ni por casualidad. Ha tenido antes que Usted muy buenos hombres sentados en la cátedra de Beneficencia 18 y le tocará esforzarse mucho. La cosa no le ha sido ni le será fácil.

Quien puede olvidar el empaque litúrgico del Dr. Ramón Taibo, su benevolencia fraterna con todas las Iglesias serias. Hombre de sonrisa misericorde y piadosa y talente de abuelo y pastor y como su esposa quien no lo dejaba ni a sol ni a sombra era toda una institución en la IERE donde más de uno con cariño, amigablemente y sota voce la llamaba la obispa. Don Ramón siempre estuvo a la altura de las circunstancias,

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Todos sabemos bien que la frase que encabeza nuestra reflexión de hoy es de San Agustín, y también lo es la que trascribimos a continuación porque consideramos que para estos tiempos que está corriendo necesitamos hacer un alto en el camino y no tirar piedras ni recogerlas sin ton ni son. Nos dice el Santo de Hipona “No vuelvas fuera, vuélvete a ti mismo. En el hombre interior habita la verdad. El pasado ya no es. Y el futuro no es todavía. La sabiduría no es otra cosa que la medida del Espíritu; es decir, la que nivela el espíritu para que no se extralimite ni se estreche”
Conocerse bien, es decir, de forma realista, haciendo una auténtica aproximación objetiva a uno mismo y a los otros, representa un primer e importante paso para lograr orientar y dirigir de la propia vida, y es una cuestión tan importante que siempre se ha presentado a lo largo de los siglos como un gran reto para el hombre es ciertamente una ardua ntarea no es tan facil como parece de realización y que al ser de vital importancia para el hombre lo es asimismo para la sociedad y en el hecho social entra la religión, la cultura en todas sus facetas y evidentemente la política. Por ello es un gravísimo error no reconocer los propios defectos ni los defectos que comunitariamente nos tienen dominados y no es menos error no reconocer ni aceptar las propias cualidades “dones de Dios” y los dones que Dios nos quiere transmitir a traves de las cualidades de los demás.

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