538 - JUAN PABLO II:OBISPOS DEBEN PROCLAMAR LA VERDAD SOBRE EL MATRIMONIO

JUAN PABLO II: LOS OBISPOS DEBEN PROCLAMAR LA VERDAD SOBRE EL MATRIMONIO Y LA FAMILIA.

Fuentes: Zenit, 18-11-02 y Noticias Eclesiales 19-11-02

Una clara y enérgica defensa a la institución familiar expresó el Papa Juan Pablo II al recibir a los Prelados (Región Este II) de la Conferencia Nacional de Obispos del Brasil con ocasión de realizar su visita "ad limina". El Papa no sólo delineó la auténtica doctrina de la Iglesia en torno a la familia, sino que exigió "claridad doctrinal, efectivamente enseñada en el campo de la Teología Moral, sobre la sexualidad y el valor de la vida".

En ese contexto, denunció que "las opiniones contrastantes de teólogos, sacerdotes y religiosos, divulgadas inclusive por la prensa escrita y hablada, sobre las relaciones prematrimoniales, el control de la natalidad, la admisión de los divorciados a los sacramentos, la homosexualidad y el lesbianismo, la fecundación artificial, el uso de prácticas abortivas o la eutanasia, muestran el grado de incertidumbre y la confusión que perturban y llegan a adormecer la conciencia de muchos fieles".

Más adelante, recordó a los obispos que la familia "tiene necesidad de un apoyo particular para resistir a las amenazas disgregadoras de la cultura individualista", ya que ella "siempre fue el primer ámbito natural de maduración humana y cristiana de las nuevas generaciones, formándolas para los valores cristianos". En otro momento, el Papa salió al paso de los intentos "de la opinión pública y en la legislación civil, de equiparar a la familia con meras uniones de hecho o para reconocer como tal la unión de personas del mismo sexo". "Estas y otras anomalías nos llevan a proclamar, con firmeza pastoral, la verdad sobre el matrimonio y la familia", manifestó.

En primer lugar, les advirtió a los pastores, que dejar de proclamar la verdad sobre el matrimonio y la familia "sería una grave omisión pastoral, que induciría a las personas al error, especialmente aquellas que tienen la importante responsabilidad de tomar decisiones sobre el bien común de la nación".

En segundo lugar, pidió el compromiso de todos los católicos, en especial de los casados -que "deben ser los primeros en testimoniar la grandeza de la vida conyugal y familiar"- a responder con "una acción catequética y educativa más incisiva y constante, que permita incentivar el ideal cristiano de comunión conyugal fiel e indisoluble".

Por último, "a quienes tienen miedo de las exigencias que tal fidelidad comporta", Juan Pablo II les exhortó: "¡No tengáis miedo de los riesgos! No existe una situación difícil que no pueda ser enfrentada de modo adecuado cuando se cultiva un clima de vida cristiana coherente". FIN, 20-11-02