272 - JUAN PABLO II: INTEGRAR A LOS DISCAPACITADOS: AMOR, DERECHOS HUMANOS

JUAN PABLO II: INTEGRAR A LOS DISCAPACITADOS: AMOR, DERECHOS HUMANOS

Fuente: VIS, 4-12-99

El Santo Padre se dirigió esta mañana a los participantes en el congreso "La familia y la integración de los discapacitados en la infancia y en la adolescencia". El núcleo de su discurso fue la necesidad por parte de las familias y de la sociedad de dar prueba de amor y de solidaridad hacia los discapacitados y no privarles de sus "derechos humanos inalienables e inviolables".

"Cuando las dificultades, los problemas o las enfermedades se ceban en la infancia, es cuando los valores de la fe pueden venir en ayuda de los valores humanos para hacer que se reconozca y se respete la originaria dignidad personal también de los discapacitados. (…) La llegada de un hijo que sufre es sin duda un acontecimiento desconcertante para la familia que se siente profundamente afectada". Los padres deben proporcionar a este hijo cuidados especiales y manifestar "una profunda estima por su dignidad personal. (…) Todo esto es válido para cualquier niño, pero adquiere una urgencia singular cuanto más pequeño es el niño y más necesitado de todo, enfermo, que sufre o discapacitado".

El Santo Padre subrayó que "la familia es el lugar por excelencia donde el don de la vida es recibido como tal, y la dignidad del niño es reconocida con expresiones de particular cuidado y ternura. Sobre todo cuando los niños están mas necesitados y más expuestos al riesgo de que los otros les rechacen, la familia es quien puede tutelar con mayor eficacia su dignidad igual a la de los niños sanos".

Juan Pablo II expresó "la gratitud de la Iglesia" por todos aquellos que cuidan, aman y ayudan a los niños y adolescentes discapacitados, y recordó los "ejemplos de dedicación extraordinaria por parte de innumerables padres hacia sus hijos" y las "múltiples iniciativas de familias dispuestas a aceptar con generoso celo a los niños discapacitados, haciendo de padres adoptivos".

Después, el Papa puntualizó que "toda persona es sujeto de derechos básicos que son inalienables, inviolables e inseparables. Todas las personas, por lo tanto, también los discapacitados, que de hecho, a causa de su discapacidad pueden encontrar mayores dificultades en el ejercicio de tales derechos".

Juan Pablo II agregó que mientras la Iglesia y la sociedad desempeñan "papeles específicos" en el desarrollo de la solidaridad para los discapacitados, es "sobre todo tarea de las familias (…) comprender que el valor de la existencia transciende el de la eficiencia".

El congreso de tres días, finalizado hoy, ha sido organizado por el Pontificio Consejo para la Familia y su presidente, el cardenal Alfonso López Trujillo, junto con el Centro de Educación Familiar Especial (CEFAES) de Madrid y el Programa Leopoldo de Venezuela. FIN.