8.02.25

Los neo-fariseos-hipócritas.

O sea: los “buenistas". Todos, con su bien asimilado “buenismo” a cuestas. Y, además, con ínfulas proselitistas. Ver para creer.

Y me han hartado. Así que me vais a permitir un desahogo. Por si le sirve a alguien para pensar: el mejor deporte, y del que se sacan mejores prestaciones.

Los “buenistas” tienen múltiples caras o aristas. Pero se les puede definir o explicar con unas pocas de ellas: las que me parecen más relevantes.

1. En primer lugar: recordar aquello que hace muchos años -yo era un chaval aún-, que se decía para alertarnos de los mansitos: -"te apuñalarán por la espalda", con la misma media sonrisa con que te acogen por delante; y sin armar ruido alguno: a la chita callando. De ahí, aquello: “de los mansos, liberanos Domine!".

Como es lógico: NO confundir con “los mansos de corazón", que ocupan un lugar de privilegio en el Corazón del Señor, y que están en las antípodas de todos estos “mansitos buenistas"; que son malos de fondo, aunque las formas sean impecablemente modositas: en ellas se escudan; y, de paso, justifican en ellas su conciencia. Vamos: de concurso.

2. En segundo lugar: no tienen el más mínimo inconveniente en cercenar los dichos y hechos de Cristo. No se cortan: cortan al Señor Jesús.

Para lograr sus propósitos, expurgan el Antiguo y el Nuevo Testamento, para quitar de la Sagrada Escritura todo lo que va contra sus “principios", y sus intereses. Con un par, oigan.

3. En tercer lugar: debemos preguntarnos qué pretenden. Es lícito, y es necesario hacerlo; y también darlo a conocer.

Lo que pretenden es tapar la boca a Dios, como primera provisión; y ya puestos: a todo el que pretenda hablar en su Nombre, con la legitimidad de su Ordenación Episcopal o Sacerdotal.

4. Finalmente: sólo hacen un servicio cierto y seguro al Diablo. Contra el Señor, contra su Iglesia y contra sus hijos.

Eso sí: con modales impecables, vuelvo a insistir. Porque finos, sí son. Con las excepciones de rigor, que alguna habrá; porque santos, lo que se dice santos, no son. O no todos. Con perdón.

Un ejemplo. Van con la idea preconcebida -o eso dicen, como cobertura- de que Jesús es tan dechado y tan bueno, que no admiten otra forma de verle, o de mostrarle. Aunque la Escritura Santa de pié para ello.

Por poner un poner. No deben recordar -o lo han recortado; como los protestantes y asimilados, que cortan y pegan a su antojo- lo de los mercaderes, echados a patadas y a latigazos del Templo…, sí: por Jesucristo!!!

Y para rematar bien la faena, porque Cristo todo lo hace bien, les deja con las vergüenzas al aire: Habéis convertido la Casa del Señor, que es Casa de Oración, en una cueva de ladrones.

Que, como “mansito” no está nada mal.

Hoy, lisa y llanamente, se cierran a cal y canto, y a correr, que son cuatro días. Que tampoco está nada mal, no vaya a ser que alguien quiera ir a rezar un rato, o a confesar, o a acompañar esos Sagrarios Abandonados…, por los propios Sacerdotes y Obispos.

Y qué decir de lo que nos enseñó, con toda Verdad, respecto al Juicio Final???

Apartaos de Mi, malditos, al fuego eterno…!!! 

Con lo que da toda la impresión de que NO se salvan todos, ni todas, ni todes… Se ponga la progrez como se ponga.

Es lo que tiene la Palabra de Dios: que uno podrá pretender que Dios no ha dicho lo que ha dicho, ni ha hecho lo que ha hecho… Pero, “es tontería tía María". Ahí está su Palabra, tozuda, para que nadie nos tome el pelo.

A los “buenistas con pedigrí” se les puede aplicar, y sin demasiadas salvedades, todo lo que Jesús dice de los fariseos, hipócritas. Es lo más fino que les dedica, y con lo que los clava: hipócritas.

Hasta el punto de que, al menos en castellano, decir “fariseo” es decir “hipócrita"; y viceversa.

28.01.25

20.01.25

14.01.25

El/lo "arcoiris" (por lo eclesiástico)

Como es natural, no me refiero al fenómeno meteorológico que lleva ese nombre.

Señalo directamente “al mundillo” del mariconeo -Francisco dicit- o asimilado -"mariposeo", Guerra dicit-, homosex o “de la acera de enfrente". También se le nombra “gay” o “arcoiris". Esto último, por la bandera que han adoptado con “orgullo". Con auténtico orgullo y soberbia, no exenta de vanidad: vanitas vanitatis et omnia vanitas!

Hay más nombres para pronunciarse sobre el particular, pero: pa’ qué…!!! Con lo traído hasta aquí, sobra.

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9.01.25

O sea: con "carabina"

A esa monja elevada a “Prefecto” -o sea: “Prefecta", en castellano genuino-, quien ordena y manda le ha puesto lo que venía en llamarse, en lenguaje coloquial, una “carabina".

Así se despacha la RAE: “Mujer de cierta edad [supongo yo que de confianza], que ponían a acompañar a las jóvenes, especialmente cuando eran cortejadas".

Tal como están las cosas, no creo que la monja, ni nadie a estas alturas, se asombre lo más mínimo porque le hayan puesto al lado un ya no mozo sino probado varón, más que adulto: el pro-prefecto. O sea: la carabina. O, para la progrez más idiota: el “carabino".

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