Recuperar la Fe (por el Cercas)
Ahí está Cercas insistiendo en cómo le gustaría recuperar la Fe; pero NO sabe cómo. Está perdidico, el buen hombre: “La Fe es un superpoder -dice- que he perdido y no sé cómo recuperarlo". Normal: ya en esta frase se ve lo distante que está hasta de intentarlo. Ya lo explicaré más adelante, si se tercia.
Tras su encuentro personal con Francisco, y su viaje con él a Mongolia, declara que “su visión” del tema ha cambiado. Él vivía sin Dios -ateo practicante y militante: es su declaración de parte-, y tan pancho, al parecer. Sin el menor problema con su situación vital en relación con Él: si no existe, ¿donde está el problema? Es que NO hay ningún problema. Pero parece que sí hay algún problemilla…
Porque “algo” le ha hecho tílin en sus adentros. Y se le ha acabado esa “tranquilidad", tan pasmosa intelectual y moralmente hablando, en la que estaba instalado. Al menos en esa pachorra que, tantas veces, se le llama “tranquilidad", tan a la ligera. Que, como mínimo es impostada; cuando nobfalsa, lisa y llanamente.
Es hora de decir con rotundidad que “el ateísmo” es una Falsía, o una Falsedad -una “automentira": la más gorda que puede uno dedicarse a sí mismo, y dedicar también a los demás-, que va contra lo que ES el hombre, en su más profunda esencia.
Y, en consecuencia, desmantela o descuartiza sus más elementales componentes: desde los más altos hasta los más materiales, aunque todos genuinamente humanos. Hasta el punto de que el hombre sin Dios se desconoce a sí mismo: no sabe quién es, ni para qué está. Porque:“Sólo Dios revela al hombre lo que es el hombre".
De ahí que: todos los intentos de esclarecer lo que es el hombre, desde una cultura sin Dios, muy en especial las nacidas “después” de Cristo, NO aciertan ni queriendo. Que igual tampoco quieren, sinceramente.
La única excepción, o casi, la tenemos “antes” de Cristo. En Aristóteles, concretamente, con su “Animal racional". Que, aunque lo clava, no lo dice todo; pero dice lo sustancial. A partir de ahí, se saca todo lo demás.
De tal modo, que la persona que se deja comer el alma -"No existe Dios"- de esa manera tan profundamente lamentable, podrá tener de todo…, menos Paz, Sosiego y/o Tranquilidad.
Ni consigo mismo ni con nadie. Porque le falta lo más importante, lo más íntimo a sí mismo, y lo más determinante de su vida: Dios. Es decir: la Fe, con la que se inicia la Vida en/con Dios: la Vida Sobrenatural: lo que el mismo Cercas ha definido como “superpoder" -algo le suena muy por encima de “lo normal"-, y que no sólo constata que le falta, sino “que lo echa tan en falta, que le gustaría tener". Pero, cierta y lógicamente, NO sabe “cómo". La respuesta del millón para la pregunta del millón.
Eso sí: no tiene el menor prurito en decirlo públicamente, y es un tanto a su favor: nada de respetos humanos; algo que le honra. Por eso lo dice. Quizá también como pidiendo alguna “ayudita", o así. Vete tú a saber.
Yo, que soy bien pensante por naturaleza, me malicio que es por ésto, precisamente. Y ahí voy, sin dudarlo: soy Sacerdote católico. A mucha honra. Y le contesto que “lo tiene chupao". Así de fácil, y así de la mano. Sin el menor problema. Y vamos al asunto, por la directa.
Sí le advierto que todo lo que le voy a decir tiene que “admitirlo” o “creerlo"; si no, le será imposible recuperarla. Se quedará, como tanto intelectual antes que él, a las puertas; pero NO la abrirán, ni entrarán.
Lo “denuncia” el mismo Jesucristo: He aquí que estoy a la puerta y llamo: si alguno me abre, entraré y vendremos a él, y haremos mansión dentro de él. El si alguno me abre es obligado por parte de uno: como interesado necesario.
Para “recuperar” la Fe, lo primero que tiene que hacer el Cercas es creer y saber, saber y creer; y recordar los tiempos en que la tuvo, por lejanos que estén; porque está Bautizado, y porque hasta que renunció a Ella, vivió en/con Ella. Seguramente, en familia, incluso. La mejor manera. Incluso la más cómoda y eficaz
Al estar Bautizado, TIENE Fe. La ha repudiado, como confiesa él mismo; pero por mucho que la rechace, “la tiene". Como un Católico, casado, por mucho papelico que le den en el juzgado de guardia, sigue tan casado como el primer día. Así va ésto, también en el sector “Fe". Estamos en presencia de “lo Católico", que funciona así.
Por tanto, bien puede echar mano de lo que practicó, porque se lo sabe: lo ha vivido. Por ejemplo, empezar a rezar las oraciones que aprendió, o hacerlo con un Devocionario, que las recoge. Volver a ir a Misa, aunque no pueda comulgar mientras no se confiese: pero escucha la Palabra de Dios -eso lo sabe de cierto-, y “ve” a otros que están allí manifestando públicamente su Fe. Algo necesario y eficaz
Sí se le hace muy cuesta arriba, es decir: si se le hace arduo -aunque en sí no lo es-, también tiene a mano un camino sencillo y eficaz. Porque la Fe también “se pega".
Sí quieres darse una vuelta más de tuerca, podría empezar por varias caminos: rezar el Santo Rosario; leer 2 ó 3 minutos de los Santos Evangelios; ir a Visitar a Jesucristo en el Sagrario todos los días que pueda o quiera: aunque sólo sea para decirLe: “aquí estoy", “aquí me tienes, Jesús", “me gustaría creer en Tí"… Y/o cosas por el estilo.
En estos minutillos con Él, y en línea con esas frases y otras -las que prefieras-, empieza a “querer estar más con Él". Y como más cerca y cercano. No tengo la menor duda de que “notarás” que Él te estaba esperando desde hacía mucho: siempre te ha esperado, como el padre del hijo pródigo a su hijo, que se largó, y sin siquiera despedirse. Pero volvió y fue recibido bien a lo grande.
Contigo, bien puede pasar lo mismo, como mínimo. Y, sin saber muy bien cómo, quizá barruntándolo simplemente, “notarás” que quieres Confesar, que “necesitas” Confesar. Te dará miedo, quizá dejes lo que venías haciendo…; pero un buen día, hablarás con un Sacerdote de tu confianza; y acabarás, más pronto que tarde, abriendo tu alma al Señor en una buenísima Confesión.
Y saldrás flotando de puro contento. Tampoco serías el primero que en una situación semejante se le escapa alguna lagrimilla. No es obligatorio, en absoluto; pero puede pasar. Y si no pasa, tampoco pasa nada.
A partir de aquí. Empiezas a Comulgar todos los días que vayas a Misa. Y si se cuela algún pecado mortal, o tienes dudas al respecto -de si habré pecado mortalmente o no: a confesar nuevamente; hasta conseguir, con pecados graves o sin ellos que la Confesión frecuente sea tu primera devoción, a la que te agarras con toda el alma, para no quedar sin Comunión.
Estarás metido en Dios. Vivirás la Fe tal como hemos de hacerlo en esta vida terrena. Serás una grandísima ayuda para muchas gente. Y morirás en los brazos de María, san José y, por supuesto, en las de Jesucristo, que te dirá: “¡Ven para acá, ladrón, que te tenía ganas".
Lógicamente, estas últimas palabras son solo mías: me he permitido una licencia poética. El Señor Jesús te las dirá mucho mejores. Sin la menor duda.
Me pongo a tu disposición -y a la de todo el que quiera-, para lo que puedas necesitar. En este tema, o en el tema que quieras.
“Recuperar la Fe". Grandísimo deseo. Y, con la Gracia de Dios, totalmente eficaz.
3 comentarios
Es bien triste no tener fé; como dijera Chesterton, "el que no cree en Dios, es capaz de creer en cualquier cosa", lo cual , repito, es bien triste.
Es cierto que, alguna vez, puedes dudar, pero enseguida dices "Dios mío, aumentame la fe". El citado, si quiere encontrar la fe, debe seguir sus indicaciones que, son muy claras y concisas. Vd. es un buen maestro.
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Muchísimas gracias, Maru.
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Muchísimas gracias.
Catecismo de la Iglesia Católica (CIC):
CIC 153: “La fe es un don de Dios, una virtud sobrenatural infundida por Él.”
CIC 154: “Creer es un acto humano, consciente y libre; pero la fe es un don de Dios… precedida y sostenida por su gracia.”
CIC 1996–2001: La gracia preveniente es la que hace posible todo acto de fe.
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Las teorías de despacho están muy bien, pero en su sitio. Sí una persona está bautizada, y no ha mediados apostasía o asimilado, tiene Fe. La ha tenido y la ha ejercido hasta que la ha derrochado. Por eso se sabe perfectamente el camino para volver a vivir de Fe.
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