"¿Quién puede perdonar pecados...?"

… sino sólo Dios?

Así se interrogan los escribas dentro de sí pero bien escandalizados, cuando escuchan a Jesús decirle al paralítico que le han plantado delante sus amigos, con camilla y todo, rompiendo el techo de la casa: Perdonados te son tus pecados. 

Tal cual, y sin anestesia. Y, como es natural, flipan en colores; y sin meterse nada. Pero flipan.

Porque, en verdad, estas palabras jamás habían sido pronunciadas por un hombre en este mundo. Jamás. Ni, por supuesto, hombre alguno las había oído en su favor: nunca.

Y no se rasgan las vestiduras, escandalizados una vez más, porque ya no daban a basto con la ropa: se habían quedado sin repuesto hacía mucho; y tampoco era cosa de seguir en esa línea que les salía ya cara…

Pero se dicen muy bien, aunque sin calar en lo que han bordado: ¿Quién es éste que hasta perdona los pecados?

Porque, acobardados ante lo que acaban de escuchar con absoluto aplomo y autoridad, no se atreven a seguir el más que lógico razonamiento recién comenzado, con total acierto. Quizá les dió vértigo, o les pareció demasiado, o cualquier otra opinión vergonzante… Vete tú a saber.

Porque hay gentes tan “delicadas", que las Palabras de Cristo les destrozan los oídos materialmente. Y claro: no se cortan un pelo en recortarlas, obviarlas, tergiversarlas, borrarlas e, incluso, despreciarlas:  Duras son estas Palabras. ¿Quién puede oírlas? Y se alejaron de Él. No son de este pasaje, cierto, pero vienen al caso.

Jesús, lanzado con la Gracia en la mano para que aprovechen no una sino “la” oportunidad de oro de sus vidas, conociendo sus pensamientos, les dijo: ¿qué es más fácil decir: “tus pecados quedan perdonados, o decir: “levántate y anda"? Pues para que veáis que el Hijo del Hombre tiene potestad para perdonar los pecados, le dice al paralítico: “A tí te digo: toma tu camilla y vete a casa". Y claro que se fue. Feliz y contento.

Lógicamente, al Señor se le va a plantear un “problema": Él no va estar siempre de este modo entre nosotros: tiene que subir al Padre: cierto. Pero, por lo que sabemos, se va a quedar con nosotros: cierto también.

Cómo? Muy fácil para Él.

Se queda en la Eucaristía, en la que está “real,  verdadera, y substancialmente Presente": el Sacramento del Cuerpo y de la Sangre de Cristo, en cumplimiento de su Promesa más firme: Yo estaré con vosotros todos los días hasta el fin del mundo. Y cumple. Él siempre cumple.

Eucaristia que “se confecciona” en la Santa Misa. Y para esto necesariamente instituye el Sacerdocio Sacramental: un Sacramento -la Eucaristía-, se realiza desde otro: el Sacramento del Orden Sacerdotal.

Y “se queda” entre nosotros también de este segundo modo: en/con/desde “sus” Sacerdotes.

Aquí entramos nosotros. Modestamente. Pero con la grandeza de lo que Dios hace en favor de todos en su Iglesia. Ésta es nuestra verdadera y real Identidad: somos Cristo, absolutamente y de modo inmediato, por la Ordenación Sagrada.

Tal como nos lo enseña San Pablo con total serenidad, añadiendo y explicitando: Adiutores Dei sumus. Dispensatores donum Dei.

¿Y en qué le hemos de “ayudar"?

Es neto y claro: Haced ésto en conmemoración mía. Ésta es la Identidad y la Grandeza del Sacerdocio y del Sacerdote Ordenado. 

¿Cuáles son los dones a dispensar?  ¿Qué hemos de hacer en conmemoración suya? En primer lugar, y por derecho propio, la Misa: nos Ordenamos para la Santa Misa, por encima de cualquier otra misión o encomienda. Ésto va así.

Por cierto, y por si a algún hermano mío, le sirve: me estoy encontrando con Sacerdotes que, entre semana, algún día NO dicen la Santa Misa. Por sistema. Y no están enfermos o imposibilitados para hacerlo. Sigo.

En segundo lugar, y para poder acercarnos a comulgar con las debidas disposiciones: nos Ordenamos para el Sacramento del Perdón, para facilitar la Confesión de los fieles, para servir en el Confesonario.

Porque, sólo desde aquí, desde el Confesonario, podemos servir verdadera y eficazmente en el Altar.

Primero, por nosotros mismos: tenemos que confesarnos con mucha frecuencia: ¡lo necesitamos como el respirar! Pero, con toda lógica y por compromiso ineludible, de cara a las almas que nos toca salvar.

¿De qué nos serviría decir Misas sin parar, sin detenernos, con tiempo bien defendido, a confesar a las almas? Sin confesiones, las dejamos a los pies de los caballos. Que es donde están en tantísimos sitios: Como ovejas que no tienen pastor. Y lo digo con gran dolor: por la Iglesia, por los Sacerdotes y por los hijos de Dios en su Iglesia en medio del mundo.

Por cierto: ésto de “como ovejas sin perdón", estoy empezando a oirselo a los mismos fieles; que lo están pillando. Y cargan contra sus Sacerdotes.

Bien podríamos recordar a este propósito, y de modo más que pertinente, aquel: Dejad que (los niños) se acerquen a Mí, y no se lo impidáis. 

Que, si bien lo dice el Señor de cara a los críos, a partir de ahí bien se puede hacer perfectamente extensible a toda persona que, conociéndose muy bien, se reconoce pecadora, y necesitada de la Gracia.

Un inciso: no entrar en nuestra conciencia, y no vernos y reconocernos “pecadores", es desconocemos casi de modo absoluto, o sin casi. Y hacernos, además, “extraños” para Dios: No tendréis parte Conmigo.

San Pablo, nos animará a todos a buscarla con hambre y con sed: Adeamus cum fiducia ad thronum Gratiae, ut misericordiam consequamur!: Acerquémonos con confianza al Trono de la Gracia para alcanzar misericordia.

El Sacramento de la Confesión es el trono por excelencia de la Gracia que nos alcanza la genuina Misericordia divina; es decir: el perdón de los pecados.

Para ésto nos quiere Sacerdotes el Señor: para ser Cristo que perdona. Para atender, sin falsas excusas, su Mandato Imperativo: Id por todo el mundo…, perdonad los pecados.

Sin sentarnos en el Confesonario -que, si está arrumbado o se ha echado a la hoguera por san Juan, habrá que rescatar o restituir-, los fieles NO pueden acercarse a comulgar con las condiciones debidas; y les “obligamos” -¡los mismos Sacerdotes!-, a hacerlo sacrílegamente. No creo que ésto sea “ser Cristo". A mi modesto entender.

Porque los llevamos directamente al “matadero", o sea: al Infierno. Y sin pasar por el polideportivo de Jumilla, de moda interesada hace semanas.

En este lío, los primeros interesados, deberíamos ser los Sacerdotes, porque somos los que estamos en la cercanía de las almas, en la primera línea de fuego, en la primera trinchera.

Tenemos esta OBLIGACIÓN imperiosa: en este mundo somos los únicos que podemos decir: Perdonados te son tus pecados. 

Únicamente por nosotros, los Sacerdotes, siguen presentes estás Divinas Palabras que limpian las almas de todos pecado.

Somos el Cristo más cercano que tiene todo el mundo; también los mismos Sacerdotes, que debemos ser ejemplos reales, vivos y vivientes, tanto como Penitentes como Confesores.

Por tanto, el Sacerdote que no se pone en el Confesonario, que no le dedica el tiempo necesario a éste su “segundo” ministerio, inseparable del primero y para acceder a él, ha perdido el oremus: NO sabe ni lo que es, ni para qué está; perderá su identidad; y se hará un pobre desgraciado; además de hacer desgraciada a otra mucha gente.

No podemos olvidar las advertencias de la Santísima Virgen: “Muchos van camino del Infierno, y llevan con ellos a muchas almas". ¡Y nos está hablando a/de los Sacerdotes, en primer lugar! De ahí para arriba, por supuesto: lo nuestro es solo el primer escalón.

Nos han robado, y a la vez nos hemos dejado robar, nuestra Identidad. Ha sido el primer paso, necesario total, para robarnos, y también dejarnos robar nuestro Oficio.

Sólo nos han dejado, para que nos rebozásemos a placer, el Mundo, el Demonio y la Carne.

Para desmantelar la Iglesia, esta estrategia ha sido todo un éxito de sus Enemigos. Porque, con muy honrosas excepciones, lo han conseguido.

Inmediatamente después del Concilio, se quitaron confesonarios; se “instituyó” aquel aquelarre de las “confesiones comunitarias", consentidas por las autoridades diocesanas, “confesiones” que nada confiesan y nada perdonan, y que siguen vigentes en algunos sitios; se acumularon, desde arriba, “tareas", inútiles en su mayor parte, para desbordar a los Sacerdotes; se hizo incapié en “Misas, Misas, Misas", a costa de NO atender las Confesiones: todo un despropósito sacrílego; se calló sobre el pecado voluntariamente y, por tanto, sobre la necesidad de confesar antes de comulgar; se cauterizaron conciencias: las primeras, las de los curas, consintiendo, en la práctica, en que se diga Misa y se atiendan confesiones en Pecado Mortal; se ha llevado a los niños a hacer la Primera Comunión sin pasar por la Confesión previa; y, para “rematarlos” se consiente que hagan la Primera Comunión sabiendo que, al domingo siguiente, su sitio va a estar clamorosa y acusadoramente vacío…

Con este montaje bien administrado y mejor exigido, la Descristianización está servida. Y muy bien presente. España ya NO es Católica.

¿Acaso se pretendía otra cosa? Si se hubiese pretendido algo muy distinto, hace años que se habría rectificado el rumbo; por contra, se ha seguido, erre que erre, en la desnortada y letal trayectoria para el presente y el futuro de la Iglesia, y de la Salvación de las almas.

Siento haberme alargado.

Pero éste es uno de esos temas a los que, si queremos salvar a la Iglesia, si queremos salvarnos a nosotros mismos, y si queremos salvar a los hijos de Dios, que tienen todo el derecho a ser salvados, estamos obligados a decidirnos por ser lo que somos; y a no dejarnos manipular para convertirnos en perdedores. Y condenarnos. Eso sí: por si a alguno le consuela, bien acompañados.

Lo ha dicho la Virgen, no yo. Yo lo he repetido, como es mi obligación.

22 comentarios

  
J.L.A.D.
Verdad. Así lo he entendido yo siempre. Por eso el demonio quiere cargarse, inutilizar, eliminar a los sacerdotes. Si no hay curas, no hay misas ni confesiones,... y lo va consiguiendo. Rezar el Rosario.
08/09/25 12:06 AM
  
Jorge
Gracias padre, y por medio de sacerdotes como usted recibimos aquel precioso sacramento que es el de ser perdonados en la confesión de nuestros pecados
08/09/25 4:59 AM
  
Raffis
TODA VERDAD! Muchas gracias padre José Luis y qué Dios lo ilumine y lo bendiga siempre.
08/09/25 5:41 AM
  
Trieste
Oro líquido , Padre!!
Voy a ir a confesarme esta mañana y a Misa y comulgaré.
Rezaré por Vd. , para que tengamos buenos sacerdotes y para que la gente se confiese.
08/09/25 5:54 AM
  
Urbel
En muchas iglesias se han arrumbado los confesionarios y remplazado por una sala acristalada para el encuentro psicológico.

En iglesias de pueblo se ven convertidos en armarios para escobas y fregonas.

Los altares mayored se remplazaron por mesas de cocina. Y en las iglesias nuevas ya no hay altares laterales ¿para qué? Es tan cómoda la concelebración ...

También desaparecieron comulgatorios y púlpitos, imágenes, misales de altar y ornamentos y vasos sagrados.

El martirio de las cosas en la hecatombe posconciliar. Actos de barbarie e impiedad comparables a los estragos de las desamortizaciones y exclaustraciones del siglo XIX y los incendios de iglesias y conventos a manos de las revoluciones liberales y rojas.
08/09/25 8:48 AM
  
JSP
1. Padre José Luis, dos son las causas: una engañosa vocación y/o un defecto de formación.
2. ¿Qué puede decirse si en una Iglesia no hay Confesionario o el Sacerdote dice que no existe el Infierno -niega existencia del Demonio- o el Infierno está vacío.
3. Cuando en la Facultad de Matemáticas sale egresado un alumno, se entiende que tiene la maestría en las Matemáticas, porque tuvo una verdadera vocación, capacidad y formación. Y todo lo que enseña y aplica en su oficio es de matemático. Porque un matemático no enseña ni aplica que la raíz cuadrada de 4 es 3 ni que 2 + 2 = 5. Más que nada porque se engaña a sí mismo y estafa a los demás, y va a ser despedido por quien le contrató, porque no cumple su contrato, o bien si así se lo enseñaron en la Facultad, el egresado le va a pedir responsabilidades a sus "maestros universitarios" porque lo formaron malamente.
4. ¿Existe un mentirosa vocación? En el infiltrado si, en otros depende. ¿Existe un defecto de formación en la Facultad de Teología? Si, porque ante los hechos no valen argumentaciones.
5. Luego, en unos casos el falso Sacerdote depende su traición de él mismo y si oficia y ejerce mal depende en última instancia de la autoridad eclesiástica. Y si está mal formado en el Seminario es fallo de la autoridad eclesiástica.
6. Entonces, el problema es de la autoridad eclesiástica en cualquier caso: no erradicar al falso Sacerdote, al mal maestro del Evangelio y/o al mal obispo que permite este mal evangelio en los futuros Sacerdotes.
7. Así, pues, si te encuentras una Iglesia descristianizada es porque no hay fidelidad sacerdotal a Cristo en grado de diácono, presbítero y epíscopo. Y como dice el dicho: como es el pastor así es la Hacienda (Ez 33).
08/09/25 9:37 AM
  
M. Angels
Absolutamente verdad. Complicadísimo confesarse en algunos lugares. Y en cambio, el pecado es tan fácil...
Y comulgar...todos, todos, todos.
Terrible.


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Los poderes del infierno y de la tierra, en comandita, van a por la Iglesia. O sea: a por Dios en este mundo.
08/09/25 10:28 AM
  
Maximiliam Steel
Urbel
En muchas iglesias se han arrumbado los confesionarios y remplazado por una sala acristalada para el encuentro psicológico.

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Dígame bastantes ejemplos u no excepciones; yo no conozco ninguna




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Qué suerte tienes. Da gracias. Lo de la sala y en encuentro NO lo he escrito yo.
08/09/25 10:38 AM
  
maru
Clarificador artículo; muy bien dicho P. Aberasturi, desde el principio al fin. Desde luego, creo firmemente, que hay muchos que no creen que Cristo esté presente en la Eucaristía, incluidos los propios sacerdotes y demás....Hay eucaristías en las que nadie hace la preceptiva inclinación cuando se acercan a comulgar; su creyeran que Cristo está presente, se inclinarían ante El. Y qué me dice de la noticia de estos días de infocatolica que, la diócesis de Cuzco (creo que era este el nombre,) en Argentina, quiere anular el derecho de que los niños de primera comunión reciban al Señor en la boca? Pues para mí es porque el obispo en cuestión no cree que Cristo esté presente. Desde luego, para mí, el sacerdote tiene una categoría/dignidad muy especial, ya que son otros Cristos y no comprendo cómo puede haber algunos que no tengan ésto presente en sus vidas. Mejor sería que dejarán el sacerdocio.
Gracias Padre, por decirlo así de claro. Dios lo bendiga.
08/09/25 11:02 AM
  
Kevin
Entrar en una iglesia agobiado y ver la lucecita encendida dentro del confesonario es un privilegio inmenso.
Que Dios bendiga a nuestros sacerdotes.
08/09/25 3:31 PM
  
Mariana

Gracias Padre José Luis:
Excelente artículo! Gracias Padre por preocuparse por los pobres pecadores y el estado de su alma. Dios estará contento con su gran iniciativa!!!!
Aumentaron las ONG´s, se dió más importancia a los pecados sociales y no tanta a los personales, se acabó la imitación de Cristo, la santidad personal, la ascética y la mística....... Desacralización pura.
Por lo que yo he vivido, se olvidó como consejo en la confesión, la restitución del bien debido a aquel al que se le sustrajo algo, y se sustituyó por "dar una limosna a los pobres", se habla solo de los pobres y no de los pobres pecadores...
09/09/25 12:49 AM
  
Miguel
¿ Tienen los padres bautizados derecho a que su hijo haga la primera comunión, aunque esos padres no pisan la iglesia, salvo bodas y funerales ?
Tiene el párroco obligación de darle la primera comunión al niño , sabiendo que sus padres no pisan la iglesia, y que muy seguramente sea su primera y última comunión ?
Por ejemplo : Asistí a una primera comunión en un pueblo , y cuando terminó la Misa , escuchamos al niño decirle a otro que a Misa no volvía.



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Contesto:
NO a esos padres que no pidan la iglesia, mientras no se comprometan a vivir en cristiano, y lo demuestren. No queremos hijos "paganos" de padres paganizados.
El párroco tiene la obligación de catequizar a esos padres, con motivo de la Primera Confesión y de la Primera Comunión del niño: los padres, como los "primeros educadores en la Fe de sus hijos" han de ir por delante. Y si no quieren, es "su" problema. Y si se van a otro sitio con manga hancha, a su problema suman el del párroco.
09/09/25 2:43 PM
  
Miguel
Gracias Padre por su claridad. Dios le bendiga



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A mandar. Es mi criterio. Otro te puede decir lo contrario. Pero así están las cosas a día de hoy.
Y hay que empezar a plantarse seriamente frente al desmantelamiento actual de la Iglesia.
09/09/25 9:30 PM
  
LJ
El desmantelamiento actual de la Iglesia... Porque si observamos las falsas enseñanzas de los 'buenistas' y progrez en gral. ¿Qué podemos notar?
Hay diferencias sutiles, pero muy importantes en contenido.
Los modernistas tienen los órdenes invertidos. Aunque hablen de las mismas cosas y usen los mismos símbolos que la Iglesia verdadera.
Por ejemplo, establecer que la persona primero tiene que estar limpia por dentro, para luego hacer buen uso del sacramento de la confesión, ir a Misa, hacer caridad. Porque, según ellos, el rito exterior no sirve de nada, si antes la persona no se hace buena, humilde y con buenas intenciones. Para que, con esa imitación de Dios, pueda recién acceder a los sacramentos, llamados por la modernosa definición de 'ritos externos'.
Sino es fariseo.
Si tiene la naturaleza caída por el pecado original y busca la gracia en los sacramentos, es fariseo.(Según la postura modernista).
Pelagianismo.





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Pues están perfectamente equivocados. Para ir a confesar basta estar en pecado y, arrepentido y con intención de corregirse, querer salir de él.
11/09/25 11:23 AM
  
David de Noruega
Dicen que la ciencia avanza de funeral en funeral, pues "los grandes" fosilizan las cosas según su entendimiento, y los seres humanos parecemos no ser muy capaces de cambiar de opinión.

Parece que en la Iglesia pasa algo similar.
11/09/25 12:55 PM
  
Frailevi
Ni una sola vez, he pedido a un sacerdote confesarme y me lo ha negado.

En mi parroquia en Madrid, Santa Angela de la Cruz, se cambio el confesionario por una pequeña zona acristalada donde casi siempre hay un sacerdote dispuesto a confesar.

Yo creo que quien de verdad quiere confesarse encuentra a un sacerdite dispuesto.

En los pueblos suele ser mas dificil, como también lo es acceder a la farmacia y a otros servicios, pero quuen de verdad quiere, puede.





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Eres un optimista nato...
11/09/25 3:21 PM
  
Urbel
Vaya, "una pequeña zona acristalada" ... para el consuelo psicológico.

En la iglesia madrileña de Santa Ángela de la Cruz.

Igual que en la madrileña iglesia de los jesuitas, San Francisco de Borja, donde en la última reforma se suprimieron el comulgatorio y los confesionarios y éstos fueron sustituidos por una sala acristalada ... para el consuelo psicológico.
11/09/25 6:44 PM
  
Frailevi
Urbel.
No debes tratar de confundir.

La zona acristalada dentro de la iglesia de Santa Angela de la Cruz de Madrid, donde es raro que no haya un sacerdote para administrar el sacramento de la confesión, no se instaló para dar consuelo psicológico.

Se instaló para confesar y para que con comodidad, se pueda hacer direccion espiritual, con la prudencia y a la vez discrepción, con que debe hacerlo un sacerdote con sus feligreses y feligresas.

Supongo que si acude a un sacerdote, una persona angustiada por cualquier motivo, el sacerdote tambien procurará ayudarla de la manera que le sea posible, y en su caso podrá recomendarla que se ponga en manos de un profesional de la salud.

Todo lo que aconseje la Caridad y la prudencia.
11/09/25 7:21 PM
  
José María
España ya NO es Católica...ni la Iglesia tampoco (subsistit in, cfr. CVII LG 8, CIC 3).
12/09/25 8:25 AM
  
Uno de Aragon
Yo conozco a mas de un sacerdote que no celebran entre semana y si tocan dos días de fiesta seguidos solo celebran uno. Les da pereza celebrar la Misa. No hablemos ya de confesar. En Zaragoza, para confesarnos, tenemos que acudir a la Basílica del Pilar o a una pequeña iglesia regentada por la prelatura del Opus Dei, y aun asi hay momentos que no hay sacerdotes disponibles.
12/09/25 6:11 PM
  
Luis Enrique
Si España no es católica, con la ayuda del Señor puede volver a ser católica. No pierdo la esperanza, muchos inmigrantes sudamericanos son católicos. Pueden venir sacerdotes de África, a convertirnos.
12/09/25 6:25 PM
  
Juan Carlos Villaverde
Extraordinario comentario.Totalmente de acuerdo
14/09/25 10:48 PM

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