La GRAN APOSTASÍA (por lo civil y lo eclesiástico)

Evidente en los dos ámbitos del mundo mundial (me refiero al mundo civil, antes católico: hoy, arrasado). Reconvertido -a peor- en la GRAN BLASFEMIA dentro de la Iglesia Católica.

Desde la Ilustración, y con la masonería al mando, Dios tuvo que empezar a buscarse otro sitio para vivir; pues este mundo, hechura de sus manos, se le empezó a rebelársele, como sistema de vida aceptado por prácticamente todos. El,  ut si Deus non daretur! fue el pistoletazo de salida, o el comienzo, de la consolidación del Sistema. Y ha triunfado. En el mundo, y, por ende, en la Iglesia.

Hoy, como lo de “ilustracion” es demasiado hasta para los muñidores del cotarro, que quizá ni sepan ya a qué viene eso de “ilustracion", se llaman y se inventan el trampantojo de NOM: Nuevo Orden Mundial. Pero siguen siendo los masones de toda la vida los que cortan el bacalao. Estos, ni faltan, ni fallan: MANDAN.

De hecho, son -porque se han impuesto al resto- “los amos del mundo”: ni es metáfora, ni es hipérbole, ni es ciencia-ficción: es la REALIDAD de la VIDA.

Y ahí están: quitan y ponen gobiernos; marcan las pautas a todos los partidos; matan a quien quieren; inoculan lo que quieren, a quien quieren, como quieren, cuando quieren, por donde quieren; deciden sobre la vida -es un decir-, y sobre la muerte: sobre esto, lo deciden todos los días y a todas horas: 24/24.

“Educan” -es otro decir-, como les viene en gana; no solo para aborregar al personal, sino para corromperlo desde su más tierna infancia.

Hacen y deshacen las leyes a su personal antojo, y siempre en su honor y mayor honra: “se lo merecen".

Estigmatizan a todo el que pretende ponérseles por delante: lo último ha sido lo de Trump. Pero se les ha cumplido aquello tan castellano de que “otro vendrá que bueno te hará”: Biden es un payaso que si no hubiese sido por el pucherazo que montaron, hoy estaría en una residencia de mayores jugando a las cartas.

Forran -monetariamente- a todos los políticos del mundo, a su conveniencia y mayor servicio.

A la vez, se ceban con Europa -debe ser en agradecimiento, pues en Europa fraguó y de Ella salió -, que concentra el mayor numero de muertos desde hace dos años, y acumula el mayor quebranto económico de todo el mundo, por lo mismo.

Por contra, China y Rusia, no solo “se van de rositas”, sino que han salido más fuertes que nunca: política, económica y militarmente… Que cada uno saque sus consecuencias… si quiere, claro; que a veces, esto de pensar se hace muy cuesta arriba, especialmente cuando ya se ha perdido el hábito no ya de pensar, sino hasta de leer, que ayuda a pensar… Y se acaba enchufado a la TV, o a sus versiones más modernas.

Por lo eclesiástico, la descristianizacion de Europa y de su mundo de influencia es el COVID por lo religioso. “Enfermedad", que empezó muchísimo antes que la de las seis olas; y, por eso, ha arrasado más profundamente que el dichoso bicho… Pero tiene su fundamento también en el “Ut si Deus non daretur”, que se ha ido imponiendo desde alguno de los niveles más altos de la Jerarquía Católica, hasta casi el último rincón de la Iglesia.

En este ámbito, todo fue más alambicado, lógicamente. De un modo más ladino. Poniendo siempre el acento en que todo seguía igual, o que era el Espíritu soplando, o los signos de los tiempos… han ido haciendo todo lo contrario: extirpando, sajando, cauterizando, esterilizando, inutilizando, amputando, corrompiendo, pudriendo, blasfemando, haciéndolo “doctrina” y “palabrita del niño dios", hasta acabar echando a Cristo, a su Iglesia Verdadera, a sus hijos más fieles, perseguidos todos con maldad y saña. 

Y algunos han llevado a las almas al matadero eterno -de donde no se sale jamás-, de la mano de la “nueva iglesita de viejo cuño", que adulcora… hasta los sacrilegios más crueles y sangrantes.

Hasta aquí lo tenía escrito desde primeros de año, aunque no lo había publicado. Creo que es este bastante mejor momento, con lo que añado a continuación.

A los que creen que exagero, les remito a la prensa de estos tres primeros meses de año, 2022, que recoge lo sucedido dentro de la Iglesia -a cargo de una parte de sus jerarcas más echados pa’lante-; y lo sucedido fuera de Ella con lo de Rusia en Ucrania, y cómo se le han echado encima a Biden porque ha dicho en Polonia “lo que le pedía el cuerpo": y ha tenido que agachar la cabeza y rectificado públicamente: la Presidencia de USA bien vale una “misita” de las suyas. El NOM, que lo ha puesto ahí, puede quitarlo: se lo habrán hecho llegar. Y ha tragado.

Porque los garantes -por parte del NOM- de que nadie se entusiasme y salga con lo que ellos no tienen previsto, han soltado a sus mamporreros -para eso les pagan-, diciendo que Biden se ha pasado, y que no suscriben sus palabras. A buen entendedor, con pocas palabras basta.

Lo que sí suscriben es el comprarles a los USA el gas que tan ¿ingenuamente? -fue una decisión del grupo Bilderberg; ¿les suena?-, venían enchufando de Rusia. De momento: en cuanto Rusia haga el más mínimo movimiento que salve la cara a los masones que gobiernan Europa y el mundo, volverán a decirles a los USA que le sale más barato lo de Rusia. ¿Y a ellos?: go home!

¡Nuevamente EEUU al rescate de Europa! Siempre Serán la caballería: puntuales, a toque de corneta, no fallan. Y ganan.

A los USA les deben gustar hasta los desprecios que reciben siempre de los europeos, empezando por sus líderes -masones en su mayoría-, que, una vez liberados de los huertos en los que ellos nos meten -cobrándonos además buenas perricas: todos los esfuerzos de todo tipo los ponemos nosotros, los paganos de turno; ellos NUNCA colaboran, bajándose al menos un poco el sueldo, por ejemplo-, se revuelven contra sus siempre fieles salvadores.

Porque, desde hace dos años, el COVID ha destapado lo que estaba tapado: que somos manejados, manipulados, usados, tirados, asesinados, robados, triturados, despojados de nuestras coordenadas antropológicas y convertidos en peleles… Útiles solo para trabajar y pagar…, y pagarles; y no poder exigirles absolutamente nada: pues hasta eso nos han robado, hasta los fundamentos para pedirles algo, una vez que nos hemos entregado a ellos con alma y cuerpo.

Si somos nosotros los que mantenemos el sistema -la CORRUPCIÓN es el SISTEMA-, ¿de qué vamos a poder quejarnos después?

Si hemos dejado que nos extirpen la conciencia, ¿qué resorte, intelectual y/o moral, nos queda para ver que todo esto es PODREDUMBRE, y que hay que luchar contra ella, como luchan ahora los ucranianos contra Rusia…?

Eso sí: siempre contemplaremos el paripé de los morretes ofendiditos y los “pellizquitos de novicia” de Europa, con la “grandeur” de Francia -por ejemplo- flotando al viento que sopla el NOM.

Ridículo y ofensivo, vomitivo y repulsivo, para cualquiera que aún conserve algo de lo que es ser persona, y quiera seguir siéndolo.

Pues sigamos cavándonos la fosa, profundizando en ella, hasta que nos sea ya imposible salir de ella. Caso de que no hayamos alcanzado ya ese punto de imposible por irrecuperable retorno.

¡Ya no se puede salir, pues esto es una ratonera! Y no conozco ningún ratón que haya escapado alguna vez de una.

Porque la Gran Apostasía es LA NUESTRA PERSONAL, la de CADA UNO. No hay que echar culpas contra nadie, si antes, y de un modo claro y determinante, no nos las echamos a cada uno personalmente. Porque “nos hemos dejado comer la tostada", y/o “nos hemos dejado que nos roben la cartera".

Hemos ido cediendo en TODO, amparados por las leyes más inicuas, hasta llegar a  matar a los propios hijos, a los propios padres, porque nos es más cómodo ceder que resistir a la iniquidad absoluta. La que está presente en nuestra Sociedad y en nuestra Iglesia.

En una película bélica escuché esta frase que me impactó: ” En una guerra, perder la vida es algo terrible; pero hay algo más terrible: perder el honor".