Los jóvenes, la Fe y el discernimiento vocacional

Va a ser el tema del próximo Sínodo de los Obispos, para Octubre de 2018: los jóvenes, la fe de/en los jóvenes y el discernimiento de su vocación como hijos de Dios, en el mundo y en la Iglesia.

Vaya por delante que ningún tema me parece más urgente, a día de hoy, salvo el tema de la disciplina de los Sacramentos, donde hay tal “cacao” en marcha desde hace más de 50 años, que ha llevado a decir el Prefecto del Dicasterio al que le compete el tema absoluta y directamente, que la Iglesia se juega ahí su futuro: su ser o su dejar de ser la Iglesia que nació el Jueves Santo con/en la Institución de la Eucaristía y la creación del Sacerdocio, que fecundó el Costado abierto de Cristo en la Cruz, y que echó a andar el mismo día de Pentecostés de la mano del Espíritu Santo, prometido antes en la Última Cena y ya enviado y ejerciente.

Los jóvenes, sí. Su Fe. Su Vocación. El futuro de la Iglesia en todo el mundo. Un futuro muy negro en el primer mundo -el mundo occidental- donde la Iglesia está casi despoblada de jóvenes, con honrosas excepciones, que las hay. Pero el panorama, aquí, es desolador. De ahí la necesidad y la urgencia del próximo Sínodo. Por tanto y respecto a su convocación, nada más que aplausos; por mi parte y, supongo, por parte de toda persona que se siente mínimamente católica.

Dicho esto -y ya habrá tiempo para proponer ideas más concretas según se acerquen las fechas-, manifestar una inquietud no pequeña: las referidas a tratar el tema de los jóvenes en continuidad a lo surgido respecto a las familias en el anterior sínodo extraordinario y a la exhortación “Amoris laetitia”, con la polvareda que, con toda razón, han levantado dentro de la Iglesia, en el seno del mundo católico a todos los niveles.

Porque, ¿se van a repetir en el próximo sínodo los mismos errores que en el anterior? Y no errores pequeños, sino de bulto. Por ejemplo, ¿van a estar preparadas las resoluciones antes incluso que las deliberaciones de los participantes? ¿Se van a declarar como resoluciones lo que ni siquiera se había aprobado en las deliberaciones?

Tampoco tranquiliza, por cierto, lo de la continuidad con la “Amoris laetitia". A la hora de plantearles, por ejemplo. la vocación matrimonial de los jóvenes, ¿se les va a hablar de las “nulidades en conciencia", porque no se pueden probar ante un tribunal competente, o porque este ha declarado que, según las pruebas presentadas,   no se puede declarar "nulo” el matrimonio contraído? ¿Se les va a hablar de la “validez en conciencia” de las situaciones sobrevenidas por un posterior “matrimonio civil", hasta el punto de poder acercarse a comulgar “estando inmerso en una situación objetiva de pecado grave"? ¿A esto en la Iglesia se le llama ahora -y se pretende que sea- “acompañamiento espiritual"? ¿A esto se le va a llamar “proyecto de vida", “abrirse al encuentro con Dios y con los hombres” y “participar activamente en la edificación de la Iglesia y de la sociedad” como señala el anuncio oficial en la propuesta de los objetivos del Sínodo?

Y en referencia a la vocación sacerdotal o religiosa, ¿qué modelo o modelos se les van a proponer, de tal modo que les arrastren y les comprometan de por vida? ¿Las cosas que dicen y hacen tantos y tantos, de arriba y de abajo en el escalafón, que no son ni católicas? ¿A ir detrás de los postulados del mundo? ¿A no saber qué significan ya las palabras en el seno de la misma Iglesia? ¿A no saber ya ni lo que son ni lo que significan los Sacramentos?

¿Sïnodo de los Obispos sobre los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional? ¡Faltaría más! Y ¡bienvenido!

Ahora bien: ¡que no vuelva a pasar lo que, desgraciadamente, ha pasado!

6 comentarios

  
W. F.
Para Patrick Archbold el verdadero tema del sínodo 2018 será el fin del celibato sacerdotal : misma lógica que en el caso de AL, el tema del sínodo era la familia y acabó siendo la comunión de los mal llamados "divorciados vueltos a casar".

remnantnewspaper.com/web/index.php/fetzen-fliegen/item/2797-vatican-2017-synod-on-married-priests-won-t-really-be-on-married-priests-wink-wink-nudge-nudge
11/10/16 1:24 PM
  
Pablovelasco
Muchos se quejan de la falta de vocaciones para el sacerdocio, pero fíjense, para el matrimonio, cuántos realmente tienen esa vocación?? Matrimonios jóvenes abiertos a la vida, plenamente cristianos, son más raros aún, se debería hacer también mucho hincapié en estas cosas, porque entre otras cosas, de una familia cristiana es de donde nacen los futuros sacerdotes. La familia, pilar básico de la iglesia y vocación grandísima, cada vez más difícil en estos tiempos.
11/10/16 4:16 PM
  
Roberto
Es verdad, realmente la cantidad de jovenes que están integrados de forma real en la Iglesia (Católica) es minoritaria.
Entonces me pregunto ¿Y tanto colegio "católico" como existe de tropecientas ordenes religiosas como hay? ¿evangelizan de verdad? ¿Y tanto sacramento de iniciación; Bautismo-Eucaristía-Confirmación que se administra a generaciones enteras año tras año?

Es algo que nos lo tendríamos que hacer mirar; estudiar, debatir y evaluar. Puede que se precisen cambios sustanciales y no hacer lo mismo año tras año. Pero me da la impresión de que en general hay pocas ganas.
11/10/16 7:25 PM
  
josep
se va a animar a los jóvenes a que se comprometan con Cristo.
11/10/16 8:43 PM
  
Lorenzo Buendía
El sínodo será un éxito para los planes de quienes lo han convocado.
12/10/16 10:35 PM
  
JCA
W. F.:

Yo también lo creo. El cardenal Hummes de São Paulo lleva un tiempo dando la lata (y con cierta receptividad por parte de quien ya sabemos) con lo de los "viri probati" para llenar la Amazonía de curas casados. Caña y pincho de cerveza que se va a colar la cuestión del celibato sacerdotal, con conclusiones preestablecidas y todo, y "fariseo" el que rechiste.

Por otra parte, al pobre Sarah lo veo misericordeado de aquí a poco:

eponymousflower.blogspot.com.es/2016/10/renewed-papal-hostility-against.html

Y como han nombrado hace poco al cardenal Peter Turkson, de Ghana, el único negro progre-mundialista del continente, que para encontrarlos hay que escarbar un rato, al frente del nuevo “Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral” (nombre con tufillo maritainiano, por cierto), la mafia de St. Gallo ya tiene la coartada para que no los acusen de racistas. Ya sabemos que, según Kasper en el último sínodo, los negros están en otra onda y sólo les falta colgarse del arbol.
14/10/16 2:59 PM

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