3.01.13

El eslabón fundamental

Es casi inevitable que suene pretencioso lo que voy a decir pero hay que decirlo. Estoy convencido de algo: el eslabón fundamental de la nueva evangelización y el motivo básico por el que nuestro Papa Benedicto XVI ha promulgado el Año de la Fe van a lo mismo: necesitamos sacerdotes renovados en su fe.

Seamos más precisos: las buenas iniciativas de evangelización mueren en cajones oscuros de despachos parroquiales y en lóbregos depósitos de venerables claustros conventuales. La ecuación es sencilla y va así: la inmensa mayoría de los católicos saben de los planes y proyectos de su Iglesia lo que puede saberse cuando van a su parroquia. En efecto, para conocer lo oscuro de la Iglesia o para desconocer lo luminoso de la Iglesia, se bastan y sobran los medios de comunicación, que saben que tendrán audiencia asegurada revolcando con morbo y difamación todo lo sucio de la Casa de Dios. Para eso no se necesita ir al templo.

sacerdote, eslabón fundamentalPero, en cambio: ¿En dónde puede un laico de a pie enterarse de que existe algo bello que se llama conversión, o que existe algo luminoso e inspirador que se llama santidad? Unos cuantos, que quizás debamos ver como afortunados, asisten regularmente a pequeñas comunidades surgidas de Movimientos Eclesiales. Ya se trate de carismáticos, neocatecumenales, focolares, o semejantes, estos bendecidos tendrán una imagen más amplia, justa y fresca de qué significa ser Iglesia. Sin embargo, si hablamos de porcentajes, es mucho mayor el número de los que, considerándose todavía conectados con su fe católica, no harán mucho más que ir como por inercia invencible a su parroquia, sin mucha claridad de qué se puede esperar o qué se puede aportar, además de la consabida limosna en la misa.

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31.12.12

¡Bienvenido seas, 2013!

2013

Te bendigo sin saber qué traen tus manos,
y sin saber si completo yo he de verte;
te bendigo, año del Señor dos mil trece,
y pronuncio sobre ti su Nombre Santo.

Hoy bendigo cada noche y cada día
de los trescientos sesenta y cinco tuyos,
y al bendecirte con amor yo escucho
que es el Señor quien sana y da la vida.

Me mueve la fe al empezar el año nuevo
y la esperanza me da fuerza y alegría;
la caridad sea la luz de cada día
mientras avanzo, paso a paso, hacia el Eterno.

- Fr. Nelson Medina, O.P.

29.12.12

Aprender de la Navidad a adorar

La adoración está unida al silencio de un modo natural: cuando algo nos colma de admiración nos quedamos sin palabras.

Adorar implica algo así como reunir todo lo que somos y arrojarlo con humilde y gozoso amor al Único que bien lo merece.

NavidadEn el mucho razonar la inteligencia conserva el control; adorar en cambio es perder el control pero sin perder la gracia.

El verbo más apropiado para el Cielo no es pensar, ni analizar, ni deducir, ni aplicar, ni explicar. Es sólo Adorar.

El que da limosnas da algo de sí; el que adora se da a sí mismo, y se vuelve ofrenda viva.

Enseñar los caminos de la contemplación y la adoración es enseñar algo útil para esta vida y para toda la eternidad.

El ejemplo de los pastores en Navidad nos hace ver que la adoración es un acto personal e íntimo–pero nunca solitario.

La adoración hace desaparecer el tiempo; debe entenderse entonces que es un asomo de eternidad.

Los Magos de Oriente recorrieron miles de kilómetros por un solo acto de adoración. ¿A qué distancia tienes tú un sagrario?

María, que adora a Cristo, porta a Cristo. Así sucede siempre: adorar y evangelizar se hermanan en un mismo amor.

24.12.12

Feliz Navidad 2012!

Cuando le llegó el tiempo a María le llegaba el tiempo de gracia al universo entero. Ella dijo sí, y Dios dijo amén.

La obediencia de José conmueve. Y su liderazgo inspira. En la Biblia no hay una protesta suya y ni una sola retractación.

No quejarse y no criticar. Estar siempre en camino con amor, sabiduría, obediencia. Acabo de describir a San José.

Navidad 2012María: un vientre que es un sagrario. ¿No lo son todos? Dios mío, detén el aborto. ¡Detenlo ya por misericordia!

En los evangelios, Cristo es descendiente de David a través de José. Luego José era rey, y nadie sino sólo Dios lo sabía.

Jesé ni siquiera contaba a David entre sus hijos. Belén casi no cuenta a Jesús entre sus pobladores. Es duro ser Dios.

Esto es la DULZURA: Sucedió cuando labios humanos, los de María, pronunciaron por primera vez aquel Nombre: “JESÚS!”

ADORACIÓN: es la actitud propia ante el pesebre en Navidad, ante la Cruz en el Calvario, ante el Sagrario en la iglesia.

Dices que quieres vivir bien la Navidad. Pues alista ternura, silencio, plegaria, alma humilde, adoración y tu sonrisa.

Aprende de los ángeles la alabanza, de los pastores la adoración, de los reyes la largueza. Ten una SANTA y FELIZ NAVIDAD!

23.12.12

Sobre el acto de recibir la Sagrada Comunión

Yo no prefiero que se reciba la comunión en la mano pero tampoco puedo decir lo que no es cierto, es decir, que está prohibido porque no lo está. Ni tampoco puedo enseñar lo que tampoco es cierto: que implica profanación. comuniónLo que yo prefiero es que se comulgue en la boca, y de rodillas, pero no soy autoridad para imponerlo, ni tampoco estoy seguro de que esas cosas funcionen mejor impuestas.

Si se piensa bien, la razón para comulgar de rodillas y en la boca es por la manifestación exterior de una actitud interior, que finalmente es la más importante. Porque en lo que atañe a nuestro cuerpo, no sólo nuestras manos sino también nuestra boca, nuestra lengua, y todo nuestro ser son indignos de Cristo, el Santo de Dios. ¿O es que son indignas las manos y son en cambio dignos los dientes o la lengua?

Nadie recibe la comunión por ser digno con dignidad de igualdad. La dignidad que nos permite comulgar es el acto consecuente de rechazar el pecado y el acto resuelto de arrojarnos en la infinita misericordia de Jesús. El rechazo consecuente del pecado implica lo que nos enseña la Iglesia sobre estar en estado de gracia, lo cual implica una buena confesión si la conciencia nos indica que estamos en pecado mortal. La confianza en la misericordia implica apoyarnos en la grandeza de su amor que suple una multitud de nuestras deficiencias e ignorancias.

Debe aclararse que el Papa Benedicto XVI no ha dicho que hay que recibir la Comunión en la boca y de rodillas; ni tampoco el muy querido Cardenal Cañizares, Prefecto de la Congregación para el Culto Divino, ha dicho eso. Ellos han mostrado de obra y de palabra muy claramente su preferencia y por qué es mejor hacerlo así, dando razones que muchos, y entre ellos yo mismo, tenemos como válidas en la mente y el corazón. Una buena síntesis puede leerse (en inglés) aquí. Pero pido que no pretendamos volver todo obligación porque no es esa la ley de la Iglesia.

Más que causar confusión equiparando sacrilegios y blasfemias con el acto de recibir la sagrada comunión en la mano, lo verdaderamente útil es mostrar de palabra y de obra el infinito valor del sacramento eucarístico, de modo que sea en primer lugar nuestro corazón el que esté postrado y rendido ante la majestad de Jesús en la Divina Eucaristía.