McCarrick: ¿Demasiado tarde?

Padre Nelson Medina: con motivo de la condena del Vaticano al excardenal Theodore McCarrick me he sentido un poco desconcertada y no termino de aclararme. Por momentos pienso: ¿qué sentido tienen condenar a un anciano de 88 años? Y casi me parece que es más una especie de “ajuste de cuentas” o de crueldad con un anciano, o como ganas de aparentar que en la Iglesia sí se está haciendo algo frente a tantos escándalos en tantos países. ¿No hay algo de fariseismo en esa especie de show que se ha montado por todas partes y en todos los medios? Yo no le quito importancia a sus crímenes sino que simplemente pregunto. Tal vez usted me pueda ayudar a entender. – C.G.

* * *

Yo encuentro explicable que muchos laicos–y entre ellos, Ud.–tengan una actitud de profunda desconfianza ante las medidas que toman las autoridades de la Iglesia, estando a la vista tantos errores y escándalos. Invito, sin embargo, a tener también una actitud crítica frente a la propia mirada, no sea que terminemos creyendo que juzgamos de lo de fuera cuando solo estamos viendo la acumulación de nuestros propios prejuicios y dolores.

Un modo interesante de discernir algunas situaciones morales difíciles es hacerse la pregunta por el caso opuesto. Este tipo de ejercicio funciona así: cuando Ud. esté frente a un caso complejo en el que es posible tomar uno de dos caminos, pregúntese: Manteniendo todas las circunstancias iguales, ¿es preferible tomar la opción primera o la segunda?

Voy a dar un ejemplo que no tiene que ver directamente con la situación que sirve de tema a su pregunta. Pensemos en una familia. Quedó una herencia considerable cuando murieron los papás y el hermano mayor fue depositario de la confianza de todos los menores para hacer todas las diligencias legales. Resulta que ese hermano mayor abusó de esa confianza y, simplificando las cosas, logró manipular las cosas para quedarse con más del doble de lo que legalmente le hubiera correspondido. Un tiempo después, estando enfermo de mucha gravedad, en su lecho de muerte confiesa su fechoría, con la gravedad de que sus irresponsabilidades financieras habían malgastado lo que tenía y lo que usurpó a sus hermanos, de modo que en la práctica no hubo restitución alguna. Pregunta: ¿sirve de algo esa confesión de su pésimo proceder?

En términos puramente económicos, no parece que una confesión así sirva de algo pero apliquemos el criterio mencionado: ¿qué es mejor, que se vaya a la tumba sin decir nada de lo que se robó, o que lo confiese a sus hermanos como de hecho lo hizo? Pocas personas dirán que da lo mismo una cosa que otra, y menos aún dirán que era mejor que no hubiera dicho nada. Su acto humilde, y presumiblemente sincero, no arregla muchas cosas pero parece que quedarse callado sería moralmente peor.

Si aplicamos ese criterio a McCarrick llegamos a una pregunta como esta: Supongamos que este corrupto ex-cardenal muere dentro de dos años. Situémonos en dos posibles escenarios. En el escenario UNO, nadie lo expulsó del sacerdocio, y murió sin ninguna pena canónica con respecto al Orden Sagrado. En el escenario DOS, que es el que se ha dado, una sentencia de la Congregación para la Doctrina de la Fe, ratificada como inapelable por el Papa Francisco, lo declara, en términos sencillos, expulsado de las obligaciones y derechos propios del sacerdocio. Pregunta: En 20, 30 o 50 años, ¿va a dar lo mismo una cosa que la otra? En 20, 30 o 100 años, ¿dará lo mismo que se diga: “Theodore McCarrick cometió tales crímenes y murió sin ser nunca castigado” o que se diga: “A pesar de numerosos errores y complicidades que Theodore McCarrick supo utilizar con astucia para su beneficio, finalmente se realizó un proceso canónico completo en contra suya, que condujo a su expulsión del orden clerical"?

Por supuesto hay muchísimas cosas que sucedieron en la historia de McCarrick y que jamás debieron suceder. De seguro, hay muchas complicidades agazapadas que deberían ser castigadas con seriedad comparable. Pero si la pregunta es: ¿se debió o no se debió pronunciar esta sentencia particular?, yo pienso que la respuesta es clara.

Uno puede dedicarse a renegar y desconfiar, y decir que es demasiado poco y demasiado tarde; o puede hacer el juego de las conjeturas sobre las intenciones, pero nada de eso cambia que un poco de bien puede ser el comienzo de más bien; mientras que otro poco de maldad, en este caso de impunidad, en nada ayuda al bien de la Iglesia.


Addendum sobre una posible excomunión

En cuanto a la excomunión, recordemos que esta tiene dos formas en la Iglesia Católica: “latae sententiae” y “ferendae sententiae” La primera, a veces llamada “automática,” no requiere intervención explícita ni pública de la autoridad eclesiástica y, para todos los efectos prácticos, obra en la conciencia de la persona. Por el tipo de hechos gravísimos en que parece comprobado que estuvo envuelto el ex-cardenal cabe suponer que él haya estado bajo este tipo de excomunión pero, por el mismo argumento, también es posible que haya recibido la absolución de la misma excomunión–cosa que tampoco tendría que ser pública en modo alguno. Así que para los efectos de esta conversación, la “latae sententiae” no entra.

En cuanto a una excomunión “ferendae sententiae,” que es una sentencia pública emanada de la autoridad competente, hay dos problemas. Primero, para que la pena sea aplicada debe haber resistencia o contumacia (canon 1347). En el caso presente, la actitud de aceptación de McCarrick difícilmente puede contar como rebeldía. Uno puede sentir indignación hacia él y lo que hizo pero hablar de contumacia frente a las acciones que se han tomado, incluyendo ya la pena canónica de la expulsión del Colegio Cardenalicio, no es algo que corresponda a los hechos.

Suponiendo que de alguna manera se construyera el argumento de que en el presente hay contumacia, el segundo problema con la pena ferendae sententiae es que por su propia naturaleza una pena así no puede ser perpetua (véanse los cánones 1336 y 1342 § 2.). Esto implica que la misma excomunión podría ser levantada ante las señales externas de obediencia y aceptación. Tal levantamiento de la excomunión debería suceder en un tiempo previsiblemente corto, dada la edad de McCarrick, y ello nos pondría en la situación casi ridícula de producir una condena y meses después reivindicar a la misma persona.

Por todo ello es evidente que las excomuniones, en cuanto penas canónicas, de ninguna manera eran instrumentos correctivos apropiados en el caso que estudiamos.

23 comentarios

  
Mª Virginia
"Un poco de bien puede ser el comienzo de más bien"...
Pero perdón, padre: también "un poco de bien" ha sido y sigue siendo utilizado por los hijos de las tinieblas para confundir y hacer tropezar...
Convengamos que la tentación necesariamente debe presentarse so capa de bien para poder disfrazar el mal.
Un fiel sencillo sabe lo que es "tirar un hueso" para calmar a los cachorros, y no sé si es a los sencillos a los que hemos de enseñar a dudar siempre de su sentido común, o tomarlos más en cuenta para discernir la realidad.
Por una parte, creo que hemos de evitar el juicio hipercrítico de manera sistemática, pero en estos tiempos y circunstancias, tal vez abolirlo por completo sea suicida.

Nota de fray Nelson: ¿Era mejor no haber hecho ninguna condena o pena canónica? Por supuesto, yo no digo que se haya hecho ni que se esté haciendo lo suficiente. Mi post solamente se pregunta si era mejor una cosa o la otra. Y creo que la argumentación es clara.
19/02/19 5:34 AM
  
Juan Pablo Lizcano
Fr. Nelson :

Todo es resultado de las acciones del hombre, sin el Espíritu Santo . El Cadenal Mac Carrick es sólo la punta del iceberg , ahora debemos seguir en la búsqueda de la verdad en cuanto el tema en cuestión, ya que si creemos, y queremos a nuestra Iglesia Católica, es indispensable, nosotros los laicos exigir la limpieza de ella por las autoridades eclesiales, con sus respectivas sanciones según el derecho canónico, Ya la otra parte le corresponde a nuestro Señor Jesucristo, en mi caso creo en la santidad, y la buscó tanto en mí, como dentro de la Iglesia de Cristo . Miremos con los ojos del Espíritu de la Verdad, que nos hará libres .

¡ Viva Cristo Rey !
19/02/19 7:07 AM
  
domingo
Creo que la extrañeza de la amable preguntante es otra.

Sería algo así como "Padre, ¿ Vd. ve lógico que a este viejecito sacerdote, que ya no puede causar más mal, se le aplique una pena tan grande cuando a otros religiososos, que aún no han cesado de causar escándalo, no se les dicen ni pio o al menos no han cejado en su pública posición ?" Ejemplos hay y muchos.

Aunque también la pregunta podría ser: "Padre, ¿ Vd. ve lógico que a todo un símbolo como Ernesto Cardenal, que fue amonestado públicamente por el papa santo, Juan Pablo II, haya sido rehabilitado en su sacerdocio, cuando sólo hace un par de años mostró su desprecio ante ese hecho ? ¿ Se pretende con ello decir que esta es una ICAR distinta a la de JPII y en ella si tienen cabida los teólogos de la liberación ? ¿ A qué cuento viene la foto del obispo auxiliar de Managua, junto a su cama, arrodillado ?"

Realmente no le falta razones para dudar a esta amable preguntante.
19/02/19 9:21 AM
  
Martín Torretta
Si lo condenan porque lo condenan y si no lo condenasen, pues por no condenarlo; pero lo importante es que haya un pretexto para criticar los actos del papa.
¡¡Jo que tropa!!
19/02/19 10:20 AM
  
Ricardo de Argentina
Me parece, Padre, que el problema no es la sanción a Mc Carrick, que por lo que aparenta es un acto hecho sólo por el "qué dirán" a causa de las cartas de Viganó. No, acá lo importante y grave es el APARATO DE COMPLICIDADES ENCADENADAS que hizo posible no sólo la impunidad más absoluta de McCarrick, sino incluso y a pesar de ello, su elevación a la dignidad cardenalicia.
Ese aparato, Padre, que incluye a prominentes escritorios vaticanos y a altos dignatarios estadounidenses, no ha sido desmontado ni tan solo tocado.
Y eso enerva, subleva.
Por el estropicio moral que se ha hecho y queda impune, y por el que se va a seguir haciendo al seguir esa estructura en pie.
Pero también porque este pontificado se presentó en sociedad como el abanderado de la "mani pulite", las manos limpias que iban a expurgar todo lo sucio de la curia vaticana, anunciando con bombos y platillos una comisión de 9 cardenales que la iban a renovar por completo. Uno de los cuales, Maradiaga, intentó hace poco justificar las perversiones de McCarrick como ¡¡¡"actos privados"!!!

Ahí está el meollo Padre, porque sin esa lacra de complicidades que lo apañaron y encubrieron, McCarrick hace décadas debería haber sido lanzado sin contemplaciones a la dura calle.

Nota de fray Nelson: ¿Era mejor no haber hecho ninguna condena o pena canónica? Por supuesto, yo no digo que se haya hecho ni que se esté haciendo lo suficiente. Mi post solamente se pregunta si era mejor una cosa o la otra. Y creo que la argumentación es clara.
19/02/19 11:01 AM
  
Pia Miranda
También le sería útil ponerse en los zapatos de las víctimas de estos crímenes. Tantos años sin que se sintieran escuchadas ni tenidas en cuenta. Muy tarde les llega un poco de reparación por todo lo que sufrieron.

Nota de fray Nelson: De acuerdo con Usted, en cuanto a las víctimas. Y vuelvo a preguntar: ¿Era mejor no haber hecho ninguna condena o pena canónica? Por supuesto, yo no digo que se haya hecho ni que se esté haciendo lo suficiente. Mi post solamente se pregunta si era mejor una cosa o la otra. Creo que la argumentación es clara.
19/02/19 12:07 PM
  
Rafael Puente Montes
hasta aquí todo de acuerdo. Lo que no entiendo que el "castigo" sea reducirlo al estado laical, es como si para castigarle lo hubieran hecho fraile dominico (lo digo por que es su orden) lo que se debe hacer es, desde luego, expulsarlo del sacerdocio y excomulgarlo, expulsarlo de la Iglesia, expulsarlo de la comunidad, en la Biblia podemos encontrar ejemplos de este tipo de sanciones, por eso digo que la sentencia, mejor es que nada desde luego pero ami juicio tarde, mal y arrastradamente... como sin querer tomarla, como si fuera una imposiciones por estado publico de las cosas

Nota de fray Nelson: En cuanto a la excomunión, recordemos que esta tiene dos formas en la Iglesia Católica: "latae sententiae" y "ferendae sententiae" La primera, a veces llamada "automática," no requiere intervención explícita ni pública de la autoridad eclesiástica y, para todos los efectos prácticos, obra en la conciencia de la persona. Por el tipo de hechos gravísimos en que parece comprobado que estuvo envuelto el ex-cardenal cabe suponer que él haya estado bajo este tipo de excomunión pero, por el mismo argumento, también es posible que haya recibido la absolución de la misma excomunión--cosa que tampoco tendría que ser pública en modo alguno. Así que para los efectos de esta conversación, la "latae sententiae" no entra.

En cuanto a una excomunión "ferendae sententiae," que es una sentencia pública emanada de la autoridad competente, hay dos problemas. Primero, para que la pena sea aplicada debe haber resistencia o contumacia (canon 1347). En el caso presente, la actitud de aceptación de McCarrick difícilmente puede contar como rebeldía. Uno puede sentir indignación hacia él y lo que hizo pero hablar de contumacia frente a las acciones que se han tomado, incluyendo ya la pena canónica de la expulsión del Colegio Cardenalicio, no es algo que corresponda a los hechos.

Suponiendo que de alguna manera se construyera el argumento de que en el presente hay contumacia, el segundo problema con la pena ferendae sententiae es que por su propia naturaleza una pena así no puede ser perpetua (véanse los cánones 1336 y 1342 § 2.). Esto implica que la misma excomunión podría ser levantada ante las señales externas de obediencia y aceptación. Tal levantamiento de la excomunión debería suceder en un tiempo previsiblemente corto, dada la edad de McCarrick, y ello nos pondría en la situación casi ridícula de producir una condena y meses después reivindicar a la misma persona.

Por todo ello es evidente que las excomuniones, en cuanto penas canónicas, de ninguna manera eran instrumentos correctivos apropiados en el caso que estudiamos.
19/02/19 12:49 PM
  
P. Thomas Hennigan
"¿Era mejor no haber hecho ninguna condena o pena canónica?". La pregunta es sesgada porque hay más penas canónicas posibles. No sé si se ha hecho un juicio canónico o si en este caso se procedió con una sentencia administrativa, que es el caso de un 80% de los sacerdotes que son reducidos al estado laical. El Papa Francisco le tenía tanta confianza y según Mons. Viganó era consciente de las fechorías que había cometido, pues él mismo se los había comunicado. ¿Entonces, a qué viene ahora una pena tan contundente cuando en realidad ha habido una presión mediática tremenda? ¿Y el caso del ex-Monseñor Cox [...editado...]

Nota de fray Nelson: Con el debido respeto, presenta Ud. tantos datos que no puedo verificar sobre tantos casos que me veo obligado a editar lo que Ud. ha escrito, sobre todo porque ya en lo que he transcrito hay elementos, como lo de Viganò, que no se han demostrado.
19/02/19 2:54 PM
  
anastasia
El clérigo que pierde el estado clerical, pierde con él los derechos propios de ese estado, y deja de estar sujeto a las obligaciones del mismo, salvo el celibato, que requiere la dispensa. Se le prohíbe ejercer la potestad de orden, salvo la absolución en peligro de muerte, y QUEDA PRIVADO DE TODOS LOS OFICIOS, funciones y de cualquier potestad delegada......NO SE TRATA DE EXCOMUNIÓN. ........................................es decir, aquí no hay arrepentimiento que valga, queda privado de todos los oficios y pierde todos los derechos clericales. No es poca cosa. Claro, ojalá hubiera sido hace muchísimo tiempo atrás, pero aunque sea ahora es muy importante que se haga, para el mismo bien de Mc Carrick.
19/02/19 3:13 PM
  
Ricardo de Argentina
Padre, me ha respondido usted que era mejor sancionar al viejo cardenal pervertido que no hacerlo. Y que eso era claro. Mire, lamento decirle que para mí no está nada claro.

Para la Iglesia no creo sea lo mejor, porque es un acto que pretende clausurar la necesaria investigación de una estructura de corrupción que ha hecho posible la impunidad de McCarrick (y no sólo la de él) y que queda intacta. Es una tapadera. Eso no es lo mejor, antes bien me atrevo a pensar que es lo peor para la Iglesia.

Posiblemente sea lo mejor para Francisco y la curia vaticana, pues luego de lo de Viganó algo había que hacer, pero descuento que no es a esto a lo que usted se refiere.

Y me atrevo a sospechar que usted coincidirá conmigo en que frente a la pavorosa corrupción que hiede desde ciertas esferas, que sólo se atine a sancionar a un anciano que está a las puertas de la muerte, y que ahí nos quedemos, parece broma.

Parecería quererse curar un cáncer con aspirinas. Y sí, si damos aspirinas es mejor que no darlas. Pero, ¿y el cáncer?

Nota de fray Nelson: Tu inferencia de que esta pena canónica clausura la investigación--sobre todo: investigación de otras personas--es arbitraria. No hay nada en la Ley de la Iglesia que apoye lo que dices.
19/02/19 3:19 PM
  
Eli
Y entonces que es lo que tenemos que hacer? Quedarnos sin hacer ni la mas minima accion contra los que dañan a la esposa? Y no estoy diciendo que yo soy Buena pero Como catolica comprometida busco la santidad y quiero tambien que mis pastores busquen esa santidad ,nose si servira de mucho la pena impuesta a Este señor ,pero si se que hay que hacer algo para barrer toda Las perversidades que se cometen (y cometemos grandes o pequeña )en muestra Santa Madre La iglesia.,.
19/02/19 3:37 PM
  
Charo García
Creo sinceramente que el autoconocimiento en un individuo; le puede servir entre otras cosas, para formarse un criterio más profundo quizás; con relación a los problemas que se vuelven complejos, por no tomar ninguna medida a tiempo.
P.ej. En el caso que se menciona sobre un albacea deshonesto, me parece que la responsabilidad principal recae en quien lo haya elegido para dicho puesto.
Si fue el dueño quien lo designó; pues la responsabilidad de su equivocación la absorberá el mismo, ya que su última voluntad no tendría la ejecución esperada.
Y en el caso de los coherederos; probablemente cabría otro tanto de responsabilidad por la irresponsabilidad del albacea, debido a la omisión probable en la responsabilidad de cuidar, sus intereses propios.
Y con relación al albacea corrupto y deshonesto; finalmente su confesión probablemente sincera (puesto que evidentemente se le agotaron las opciones en las ideas) sería MUY liberadora de la culpa que le aqueja.
Lo que desde mi punto de vista se traduce; en que ganó ganó, según los criterios humanos ventajosamente corruptos.
Enseñando con el mal ejemplo, que impacta más en el individuo inmaduro e indefenso, que las palabras que le educan.
Llegando quizás a provocar por la impunidad evidente; una conversión eficiente, pero negativa a los valores verdaderos consecuentemente.
En relación al ex-cardenal McCarrick; su caso me resulta un poco contradictorio. Ya que públicamente se evidencia que la Iglesia Católica está viviendo una etapa de gran Misericordia y Compasión, en donde hasta las periferias de la vida se debe buscar al pecador. (Con lo cual estoy totalmente de acuerdo)
Pero; y dentro de Casa?., para qué “echar a los leones” al que ahora sería por su condición física, el eslabón más débil de una cadena (como pasa casi siempre) seguramente MUY grande de pecadores ciegos; que astutamente engañados, sirven desde adentro de la Iglesia de Cristo, al enemigo eterno?.
No lo sé; pero esto me resulta más como una especie de circo mediático, en donde lo principal que se busca; es la publicidad en los medios de comunicación, para elevar lo mismo el ego, que los ingresos económicos; derivados de la justicia social, cacareada comúnmente por la misma impunidad; y tan lejos verdaderamente en la mayoría de los casos, de la Justicia Verdadera que Proviene de Dios.
Ciertamente no entiendo cómo puede ser posible; que algunos encargados de la Viña del Señor, no aprendan a mirar más astutamente los problemas; cómo Cristo lo enseñó y sugirió.
Para de ese modo poder vencer al monstruo de las mil cabezas; unidos en todo momento a la Victoria de Jesucristo, su Dios y Señor.
De antemano pido perdón por la posible falta de moderar o matizar un poco más mis palabras; pero me parece que ya no hay tiempo para eso, porque el enemigo avanza con pasos agigantados; y la batalla es dura para poder detenerlo, acorralándolo.
Además; mis palabras lo único que buscan en verdad, es poder corresponder con mi granito de arena, dada mi condición humana; al Amor, Misericordia, Felicidad y Compasión; que por la gracia del Espíritu Santo mi alma un día, gratuitamente recibió.
Haciéndolo a través del prójimo por Indicación Divina; Mandato de Dios.
Y teniendo siempre presente que: un poco de bien o un poco de mal, resultará por consecuencia como un medio vivir hasta la eternidad.
Un vivir tibio; MUY lejos del equilibrio, que todo ser humano por el Amor, la Grandeza, Generosidad y Misericordia de Dios; es capaz en sí mismo, de poder asumir en su realidad personal.

Nota de fray Nelson: Solo para que conste: no abogo por ninguna tibieza sino por avanzar, y con firmeza, en los procesos de purificación que a gritos reclama el rebaño de Cristo.
19/02/19 4:05 PM
  
Palas Atenea
Es usted muy bueno argumentando, Fray Nelson, porque el ejemplo que ha puesto me ha pasado a mi y tengo que confesar que, efectivamente, si las personas que hicieron eso me hubieran llamado para confesarlo me habría sentido mucho mejor porque el dinero no fue la cuestión, la cuestión fue la pérdida de la inocencia que supuso que hiciera eso quién gozaba de toda mi confianza. Aplicando la misma regla de tres al caso McCarrick desde luego la medida es mejor que no tomar ninguna, para él y para la Iglesia.
19/02/19 6:31 PM
  
claudio
El tema central de cualquier proceso canónico es el de obtener una resolución justa y si requiere una sanción debe ser una que esté en la norma.
En estos temas confluyen diversas normas y obligaciones, partiendo de la base que la moral católica es siempre sacramental se unen la castidad (que es común a todos los sacramentos), el celibato que es la castidad del orden sagrado, no cometer actos impuros contrarios al sexto mandamiento, cuando una conducta concreta exterior voluntaria y reiterada coincide en vulnerar normas divinas y humanas a la vez no cabe duda que una sentencia de condena es la materia justa, pero esto de ninguna manera significa que esas conductas desde el punto de vista que son pecados no puedan ser perdonadas y la persona salvarse en las condiciones de la Iglesia.
El Santo Oficio dice en su resolución que "se le comprobaron los delitos de “solicitación en confesión y violación del sexto mandamiento del decálogo con menores y adultos, con la agravante del abuso de poder, por tanto le ha sido impuesta la pena de dimisión del estado clerical”
Canon 277 § 1. Los clérigos están obligados a observar una continencia perfecta y perpetua por el Reino de los cielos y, por tanto, quedan sujetos a guardar el celibato, que es un don peculiar de Dios mediante el cual los ministros sagrados pueden unirse más fácilmente a Cristo con un corazón entero y dedicarse con mayor libertad al servicio de Dios y de los hombres.
§ 2. Los clérigos han de tener la debida prudencia en relación con aquellas personas cuyo trato puede poner en peligro su obligación de guardar la continencia o ser causa de escándalo para los fieles.
Canon 1395 § 1. El clérigo concubinario, exceptuado el caso del que se trata en el ⇒ c. 1394, y el clérigo que con escándalo permanece en otro pecado externo contra el sexto mandamiento del Decálogo, deben ser castigados con suspensión; si persiste el delito después de la amonestación, se pueden añadir gradualmente otras penas, hasta la expulsión del estado clerical.
§ 2. El clérigo que cometa de otro modo un delito contra el sexto mandamiento del Decálogo, cuando este delito haya sido cometido con violencia o amenazas, o públicamente o con un menor que no haya cumplido dieciséis años de edad, debe ser castigado con penas justas, sin excluir la expulsión del estado clerical cuando el caso lo requiera.
1399 Aparte de los casos establecidos en ésta u otras leyes, la infracción externa de una ley divina o canónica sólo puede ser castigada con una pena ciertamente justa cuando así lo requiere la especial gravedad de la infracción y urge la necesidad de prevenir o de reparar escándalos.
19/02/19 10:09 PM
  
Javidaba
Muchas gracias, Fray Nelson.
20/02/19 8:36 AM
  
Chimo de Valencia
Martin, S.S.Benedicto XVI cesó en sus funciones al sr. MaCarrick cuando se empezó a tener fundadas sospechas de sus actos, y cuando ya era evidente su condición de depredador sexual, Francisco lo rehabilita, y no sólo lo rehabilita sino lo promociona para las "negociaciones" con el gobierno chino, para someter a la Iglesia a esta dictadura atea. Parece razonable que se critique al "papa" tanto si le condena como si no.

Nota de fray Nelson: No, no parece razonable que sea malo actuar una cosa o la contraria.
20/02/19 10:22 AM
  
Ramvel
De acuerdo con su respuesta fray Nelson.

Solo me queda una gran inquietud (que ya no es el objeto del post):

¿Cómo puede tardar tanto una pena canónica siendo muy notorio el comportamiento "desordenado" de McCarrick?

¿Tiene algún sentido "cristiano" el encubrimiento mientras sigue haciendo daño?

¿Ante una denuncia de una actuación desordenada y hasta delictiva, la Iglesia nunca tuvo un mecanismo "eficaz" para proteger a los más débiles o reconducir A TIEMPO a estos descarriados?

Da la impresión de que muy a menudo se saltan las normas y poco importa. Esto me lleva a pensar que, si en la misma Iglesia, se relativizan las normas ¿qué tendremos para exigir a los de "afuera"?
20/02/19 3:42 PM
  
JUAN NADIE
TRANSCRIBO:
"Uno puede dedicarse a renegar y desconfiar, y decir que es demasiado poco y demasiado tarde; o puede hacer el juego de las conjeturas sobre las intenciones, pero nada de eso cambia que un poco de bien puede ser el comienzo de más bien; mientras que otro poco de maldad, en este caso de impunidad, en nada ayuda al bien de la Iglesia."
Creo que en las actuales circunstancias de la Iglesia este párrafo es inmensamente desafortunado siendo excesivamente generoso con usted.
No se si usted conoce la carta de VIGANO, pero si la conoce y escribe este párrafo, entonces se pone del lado de los encubridores. Hace dos días el obispo Cupic decía que la homosexualidad no tenía nada que ver con los abusos.
Hay una responsabilidad clara de Bergoglio en el asunto MACCARRICK. Mientras se ha dicho a los cuatro vientos que se estaba limpiando la Iglesia en realidad se ha estando mirando hacia otro lado. Y solo cuando la presión ha sido insostenible, porque los fiscales de EEUU han empezado a actuar, entonces se toman estas medidas cosméticas.
Esto es tomar a los católicos como imbéciles.
Y su párrafo, no se si es consciente de ello, va en esa dirección.
Respete a sus lectores. Puede que no sepamos tanta teología como usted, pero no somos idiotas.
Ser consciente de las contradicciones y de los incumplimientos de la actual jerarquía no es renegar, es ser consciente. Eso si si usted pretende una iglesia de cristianos aborregados que traguen con todo sin rechistar, entonces dígalo claramente.
Y sobre las conjeturas o intenciones, la regla que mejor funciona en estos momentos con la Jerarquía es piensa mal y acertarás. Si quiere usted me pongo a citarle casos y no acabamos.
Una cosa es rezar y otra ser imbéciles y hacer como que los corruptos solo por ostentar un cargo eclesiástico ya son buenos y tienen bula para hacer lo que les da la gana.
Insisto en estos momentos, en la situación de la Iglesia su párrafo va en esa línea. No tiene usted la más mínima legitimidad ni personal ni evangélica para criticar a cualquier católico de a pie que desconfíe por sistema de la jerarquía. Usted hable por usted, que de los demás ya hablan sus hechos y no sus palabras. Hechos, y no palabras.

Nota de fray Nelson: Efectivamente hablo desde mí y no pretendo representar a nadie más, con los argumentos presentados. Y he hablado de hechos. Pequeños, insuficientes, tardíos, pero hechos. Y esos hechos creo yo que van en la dirección correcta. Dios te bendiga, y a todos.
20/02/19 5:08 PM
  
Fabian Hernández
Acabo de ver la conferencia sobre las estrategias del nuevo orden mundial, es excelente y bien explicado. ¿Cuándo puede hablar de la herejía modernista y de la masonería, ambas infiltradas en la Iglesia?

¿cuál es el enlace para hacer preguntas en su página web oficial?

Nota de fray Nelson: Hay buenas páginas y canales católicos que ofrecen información que yo considero bien fundamentada. Yo no tengo fuentes propias sobre esos temas y he visto el daño que se comete cuando uno se fía de cualquier medio. En general, trato de hablar solo de aquello de lo que tengo certeza moral e intelectual suficiente--aunque todos podemos equivocarnos.
20/02/19 11:10 PM
  
Antonio
Gracias Fray Nelson, por su aportación,que es clara. Pero es insuficiente. No sé si piense hacer otras notas para ampliar sobre el problema, porque hablar de una caso aislado, sin considerar lo que otros comentaristas en esta misma nota han señalado, deja a uno igual. La complicidad es el tema a tratar, creo que eso queda claro a estás alturas y no afrontarlo tangencial o frontalmente, no puede esperar más. No se trata de hacer una campaña sensacionalista u oportunista, pero la herida ha asido tan profunda que se requiere una salida más integral.

Nota de Fray Nelson: Yo estoy de acuerdo con usted pero espero que estaremos también de acuerdo en un punto: tanto las acusaciones infundadas como las acusaciones genéricas hacen poco bien y bastante daño. Yo no creo tener todos los elementos de juicio para pronunciarme sobre personas concretas y su grado de responsabilidad en estos gravísimos hechos.
21/02/19 5:48 AM
  
zero
Estimado Fray Nelson, ¿podría usted hacer un análisis "crítico" del hecho de que el Papa Francisco "levanta la «suspensión a divinis» al teólogo marxista de la liberación Ernesto Cardenal"? ¿Es lícito? ¿Es conveniente? ¿Hay precedentes?
Gracias de antemano.

Nota de fray Nelson: Sobre la base de que toda sanción en la Iglesia tiene un carácter medicinal, lo que habría que averiguar es si Cardenal persiste obstinado en sus errores o si ha admitido la enseñanza de la Iglesia en este campo de sus escritos.
22/02/19 3:26 PM
  
Fernando Cavanillas
Fray Nelson... a sus palabras:
¿dará lo mismo que se diga: “Theodore McCarrick cometió tales crímenes y murió sin ser nunca castigado” o que se diga: “A pesar de numerosos errores y complicidades que Theodore McCarrick supo utilizar con astucia para su beneficio, finalmente se realizó un proceso canónico completo en contra suya, que condujo a su expulsión del orden clerical"?

Debo decir que son un poco simples e incompletas, ya que lo se dirá dentro de 50 años pudiera ser: "El papa Francisco fue avisado de que McCarrick era un pervertido malvado corruptor de menores y a sabiendas... [Editado: lo que Ud. dice yo no puedo demostrarlo; supongo que habrá claridad en algún punto en el futuro pero yo no estoy para hacer apuestas.]

Olvidarse de pronto del caso Viganó [Editado: No sé a qué viene eso. Mi postura frente a Viganò es la misma que expresé antes: las especulaciones no ayudan. Entiendo que Ud. le dé crédito a él pero hasta ahí llego.].

Sí, es demasiado tarde (aunque no hacer nada hubiera sido aún peor), pero también demasiado vergonzoso, demasiado escandaloso, demasiado obvio, demasiado equivocado. No basta con decir que podía ser peor, todo es susceptible de empeorarse. Entendamos bien la obediencia, que no es intentar defender lo indefendible [Editado: De nuevo dispara Ud. sin motivo y al objetivo equivocado. Lo de andar defendiendo porque sí no es lo mío.] Como dijo el Cardenal Burke, el juicio final será ante Dios, no ante la curia.
27/02/19 12:13 PM
  
Fray Nelson
Gracias a quienes han participado con sus comentarios. Dios nos bendiga a todos.
28/02/19 5:42 AM

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