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29.11.21

Neos

Me preguntan sobre mi opinión al respecto del acto de presentación de la plataforma NEOS el pasado viernes, 26 de noviembre del presente año 2021. Este acto lo pueden ver en YouTube en este enlace: Presentación de Neos.

Aquí tienen mi opinión, por si a alguien le pudiera interesar:

La defensa a ultranza de la Constitución del 78 y del Estado de Derecho implica aceptar su lógica del interés general (que no es lo mismo que el bien común). El sistema liberal democrático implanta el Estado de Derecho; es decir, que todos debemos cumplir las leyes aprobadas en el parlamento, que es donde reside la soberanía nacional; o sea, el poder que viene del pueblo. Y fruto de ese sistema, son las leyes del aborto, de la eutanasia, del matrimonio homosexual y todas las demás leyes inicuas que hoy disfrutamos en España como grandes avances del progreso, valga la redundancia. El sistema tiene su lógica y sus consecuencias. No se pueden criticar los efectos del sistema y, a la vez, defender dicho sistema (que es la causa de esos efectos). La democracia está muy bien para elegir alcaldes o gobernantes. Pero si se recurre a la democracia – al argumento, o mejor, a la tiranía de la estadística – como última instancia de la moral, el resultado es el que tenemos. No se pueden poner tronos a las causas y cadalsos a las consecuencias.

Ser liberal y católico, tratar de conjugar ambos conceptos es imposible. El problema es que la democracia cristiana, que nació después de la Segunda Guerra Mundial, impulsada por Pablo VI, ha muerto hace tiempo, aunque algunos no se han enterado todavía. Ha demostrado su fracaso político e ideológico. Y ha muerto porque no se puede mezclar el liberalismo con la fe católica, con la verdadera filosofía perenne católica. Quitar a Dios de su centralidad tiene sus consecuencias. La democracia estaría muy bien si todos aceptáramos la Ley Eterna como fundamento; si aceptáramos la soberanía social de Cristo. Pero la libertad de la Revolución es la libertad de la rebelión del ángel caído, de Lucifer, contra Dios: “non serviam!“. Y cuando el hombre se aparta de Dios, lo que queda es oscuridad, pecado y muerte: en definitiva, el infierno.

Va a sonar mal pero creo que la Constitución y el Estado de Derecho son la  verdadera raíz del problema. No es políticamente correcto pero me parece evidente que es la verdad.

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27.11.21

Tarascas

Y cuatro animales enormes, diferentes entre sí, emergieron del mar. (Daniel 7).

Según Caro Baroja, la tarasca representa la herejía vencida por la fe. Se trata de la bestia del Apocalipsis que en ciudades como Toledo o Granada sale a las calles coincidiendo con la festividad del Corpus. Porque la tradición cristiana sabe perfectamente que es Cristo quien derrota a la Bestia. Y Cristo es la Hostia Santa que procesiona por las calles en la fiesta del Corpus Christi. Sólo Jesús vence a las ideologías modernas, que son las verdaderas bestias, hijas todas ellas de Satanás, tarascas repugnantes que prometen paraísos y redenciones falsas y traen soledad, vacío, muerte, pecado e infiernos inhumanos y crueles. Donde no reina Cristo, reina la Bestia, la Serpiente, el Maligno. Y solo Cristo puede vencerlo.

Y María pisará la cabeza de la Serpiente.

El poder de María sobre todos los demonios resplandecerá, sin embargo, de modo particular en los últimos tiempos, cuando Satanás pondrá asechanzas a su calcañar, o sea, a sus humildes servidores y pobres hijos que Ella suscitará para hacerle la guerra. Serán pequeños y pobres a juicio del mundo; humillados delante de todos; rebajados y oprimidos como el calcañar respecto de los demás miembros del cuerpo. Pero, en cambio, serán ricos en gracias y carismas, que María les distribuirá con abundancia; grandes y elevados en santidad delante de Dios; superiores a cualquier otra creatura por su celo ardoroso; y tan fuertemente apoyados en el socorro divino, que, con la humildad de su calcañar y unidos a María, aplastarán la cabeza del demonio y harán triunfar a Jesucristo.

Luis María Grignion de Montfort, Tratado de la Verdadera Devoción a la Santísima Virgen.

Tarasca de Toledo

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20.11.21

Educación y Caridad (en la festividad de Cristo Rey)

Vuelvo a compartir con ustedes la última parte del artículo Educación y Caridad, con algún añadido que viene a cuento de la festividad de Cristo Rey.

La Escuela Atea

Replicó la serpiente a la mujer: «De ninguna manera moriréis. Es que Dios sabe muy bien que el día en que comiereis de él, se os abrirán los ojos y seréis como dioses, conocedores del bien y del mal.» (Génesis 3, 4-5).

Uno de los tópicos más extendidos en el mundo educativo – un mundo especialmente propenso a los tópicos, a la palabrería pedagógica vacía y a la pomposidad de la nada – es el de la “educación integral”. No hay colegio ni proyecto educativo que no ofrezca una educación integral. ¿Qué quieren decir con eso? Nada. Pero queda bien, suena saludable, como el pan integral. ¿Quién no va a querer una educación integral? Integral significa que comprende todos los elementos o aspectos de la educación: el aspecto físico, el emocional, el intelectual… Una educación integral implicaría el desarrollo de todas las capacidades del niño, de todos sus talentos (ahora se llaman “inteligencias múltiples”).

Pero claro, esa educación integral depende de la visión filosófica, antropológica o religiosa que tenga el colegio sobre el hombre.

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18.11.21

La Gran Carestía

“En verdad, en verdad os digo: todo el que comete pecado es un esclavo. Y el esclavo no se queda en casa para siempre; mientras el hijo se queda para siempre. Si, pues, el Hijo os da la libertad, seréis realmente libres.” Juan 8, 34-36.

Nuestra libertad nace del amor de Dios y crece en la caridad que es el amor verdaderamente libre y liberador. Fíjense que la libertad no nace de nosotros mismo, sino de Dios. Por la gracia, Dios nos libera de la esclavitud del pecado que nos ata y nos impide vivir con la dignidad de los hijos de Dios. Porque lo que nos hace dignos no es la autonomía moral de Kant y sus secuaces, sino la condición de hijos de Dios que recibimos por el bautismo. Esa es la auténtica dignidad y el origen de la verdadera libertad: la de los que queremos cumplir la voluntad de Dios y ser santos por pura gracia.

La libertad para el mal no es verdadera libertad, sino libertinaje. La libertad va de la mano de la caridad. Y ahí radica nuestra esperanza: una esperanza que no defrauda, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por medio del Espíritu Santo que se nos ha dado (Romanos, 5, 5). Nuestra esperanza es Cristo. Y sólo Cristo tiene palabras de vida eterna: ¿Dónde vamos a ir a buscar la felicidad sino en Cristo, que es el Amor consumado?

Somos libres para amar y para ser felices. No somos libres para el pecado. El pecado está prohibido, porque hemos sido creados para ser felices y vivir en la luz de la verdad y del bien; no para vivir en las tinieblas del mal.

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17.11.21

El Camino

La libertad es el don que Dios nos da para alcanzar nuestro fin último, que es lo que todo ser humano desea: la felicidad. Somos libres para ser felices. Y la felicidad consiste en amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a nosotros mismos por Dios. La felicidad es vivir en caridad; o lo que es lo mismo, en gracia de Dios. La libertad es para la caridad, para el amor a Dios y al prójimo por Dios.

Y lo que tenemos prohibido por Dios es ser infelices, desgraciados y esclavos de los vicios y del pecado. Los demonios dicen que la felicidad consiste en pecar, en blasfemar, en fornicar, en ser adúltero y corrupto. Pero ese camino no conduce a la felicidad, sino a la oscuridad, al vacío, a la muerte… Quien, en lugar de vivir cumpliendo el mandamiento del Amor, vive buscando su propio placer carnal; quien, en lugar de someterse a Dios, se somete a sus vicios, se convierte en enemigo de Dios y en siervo de Satanás. Los desfiles de los soberbios enemigos de Dios no conducen a la felicidad: conducen a la náusea.

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