La única esperanza es Cristo

Mi esperanza está puesta en el Señor. El Señor me dio la vida en el seno de mi madre. Él me dio el aliento y la vida. Ha sido Dios, Creador del mundo, quien me dio la vida. Él formó el género humano y creó todo cuanto existe. Y si obedecemos sus santas leyes, tras la muerte, nos dará de nuevo el aliento y la vida.

Dios lo ha hecho todo de la nada: mirad el cielo y la tierra y fijaos en todo lo que hay en ellos. Así sabréis que Dios lo ha hecho todo de la nada y que de la misma manera ha hecho a los hombres. Así, pues, no le tengáis miedo al tirano ni al anticristo ni a los herejes ni a los impíos.

Aunque todos los españoles apostaten de la religión de sus padres, ¡Dios me libre de abandonar la Ley de Dios y nuestras Tradiciones! No obedeceré las órdenes de reyes ni de prelados, si nos obligan a cambiar la Santa Doctrina y el Depósito de la Fe. No ofreceremos culto a los ídolos ni a las falsas religiones, porque así quebrantaríamos los mandamientos de la Ley de Dios y seguiríamos un camino equivocado.

Las vidas de presidentes y ministros están en manos de Dios. La vida de Papas, obispos y cardenales dependen de la voluntad de Dios, que los creó. Ninguno de ellos puede añadir un instante a su vida. Nadie vive un segundo más que el que Dios tenga dispuesto. Dios nos da la vida, Dios nos la mantiene a cada instante y Dios nos la requerirá el día y la hora que tenga dispuestos para cada uno de nosotros. Ante la muerte y ante Dios, los presidentes, los reyes y los Papas son iguales que los pastores de ganado. Lo escribía así Jorge Manrique:

   Esos reyes poderosos
que vemos por escripturas
 ya passadas
con casos tristes, llorosos,
fueron sus buenas venturas
 trastornadas;
   assí, que no hay cosa fuerte,
que a papas y emperadores
 e perlados,
assí los trata la muerte
como a los pobres pastores
 de ganados.

El futuro de España está en manos de Dios: no de Pedro Sánchez ni de los impíos que lo secundan. Dios es el Señor de la Historia de España. Dios es el Señor de todo cuanto se ha creado en la tierra y en el cielo. Dios es el Señor de lo visible y de lo invisible.

No destruirán España, si Dios no lo permite. El Corazón de Jesús nos prometió que reinaría en España y con más veneración que en otras partes. Y al final, el Corazón Inmaculado de María triunfará.

No destruirán la Iglesia, si Dios no lo permite. Y no lo permitirá, porque las puertas del Infierno no prevalecerán. La Iglesia es de Dios y Cristo es su Cabeza. Y por mucho que se empeñen herejes y apóstatas, no lograrán destruirla.

Nuestra vida es de Dios, que hizo el cielo y la tierra. Pero los soberbios y los impíos se creen que la vida es de su propiedad y que está en sus manos. Y hacen planes y proyectan viajes a largo plazo. ¿No se dan cuenta de que nada podrán hacer, si Dios no lo permite?

Ante las tribulaciones de España, nuestra esperanza es Cristo Rey, el Todopoderoso, el Justo, el Señor y Soberano.

Ante los problemas de la Iglesia; frente a los herejes, apóstatas y enemigos de Cristo, ¿cuál es nuestra esperanza? Pues nuestra esperanza es Nuestro Señor Jesucristo.

Y ¿qué hacemos? Debemos pedirle al Señor la santidad. Debemos confesarnos, debemos rezar el rosario, debemos comulgar en gracia de Dios. Debemos ir por la calle dejando un rastro de caridad a nuestro paso. Debemos pasar por los caminos haciendo brillar la luz de Cristo en medio de la oscuridad del pecado: rosario en mano.

Lo demás lo dejamos en manos de Dios. Cristo es el único que nos puede salvar de tanto pecado, de tanta iniquidad, de tanta depravación, de tanta mentira.

Dejad de pensar que vais a cambiar el mundo y a salvar a la humanidad, como si vosotros fuerais los Vengadores o los Cuatro Fantásticos. El único que puede cambiar el mundo y quitar el mal del mundo es Cristo. Él es el único Salvador; el Redentor de la humanidad.

No importa que seamos pocos. No importa que los apóstatas, los ateos y los herejes sean multitud. Al final, no triunfa la mayoría: triunfa Dios.

A Cristo, el honor y la gloria por los siglos de los siglos.

Amén

¡Viva Cristo Rey!

4 comentarios

  
Rmontaud
Las vidas de presidentes están en manos de Dios.Nadie vive un segundo más que el que Dios tenga dispuesto. Cierto, pero es un misterio la forma de morir que permite Dios. Estos fueron Presidentes de gobierno de España del siglo XIX y XX y todos fueron asesinados.
-Juan Prim i Prats(1870).
-Antonio Cánovas del Castillo (1897).
-José Canalejas Méndez (1912).
-Eduardo Dato Iradier (1921).
-Luis Carrero Blanco (1973).
Dios los haya perdonado.
23/11/23 12:58 PM
  
Luis Fernando
Al final, no triunfa la mayoría: triunfa Dios.

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Sin Dios y contra Dios, nada. Con Dios y en Dios, todo.
23/11/23 9:40 PM
  
Demasiado tarde, D. Pedro
España ya no existe. Ahora vivimos en la Unión de Repúblicas Bananeras. Le sugiero que deje de ver noticias y se relaje. En el fondo, da lo mismo. Cristo sigue presente en su corazón. Es lo único que importa. Ánimo 🙏
23/11/23 9:51 PM
  
Isabel
Gracias D. Pedro!!
Viva Cristo Rey!! 🙏🙏
23/11/23 11:59 PM

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